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Cultură

Mascarilla de arena de gato

Una alternativa económica a gastarse la pasta en un spa: emadurnarte de arena para gatos.

No sé nada sobre productos de belleza caros, pero si me dijeras que hay una mascarilla de arcilla que cuesta lo mismo que todo lo que voy a gastarme en mis vacaciones de este año te creería sin dudarlo ni un segundo. A los spas les va mucho eso de vender “Mascarillas de barro 100% Naturales”, como si embadurnarte la jeta con barro fuese a transformarte mucho. Después de soltar 85 libras por 45 minutos durante los que una tía me pringó toda la cara de barro, decidí que lo mejor sería pasarme al bando orgánico y hacerme yo misma mis propias recetas: la mascarilla de arena de gato. ¿A que esta no la habíais visto en ningún spa? Aparentemente, contiene lo mismo que una mascarilla de arcilla (cenizas volcánicas y bentonita), así que este tío dice que puede funcionar. Qué alentador. Sin más preámbulos, fui a Sainsbury’s y compré una bolsa de arena de gato. Por experiencia propia, os recomendaría que no compraseis arena de esa que es como piedrecitas, que es el error que yo cometí porque no quise coger la más básica. Pensé que si tenía que ponérmela en la cara era mejor coger algo de más calidad.

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Paso 1: Pon un poco de arena en un cuenco. No te preocupes si parece gravilla.

Paso 2: Añade un poco de agua hasta que se haga algo parecido a una pasta de cemento y ponlo en el microondas dos minutos. Probablemente te explotará en el micro, como me pasó a mí, pero todo sea por estar guapa, ¿no?

Paso 3: Después de calentarlo, deja que se enfríe un poco. Ponerse arena de gato por la cara ya es bastante asqueroso así que no hace falta escaldarse, eso sería de tontos. La fotógrafa y yo nos quedamos impresionadas de lo profesional que parecía el mejunje. También olía a arcilla caliente y mojada, lo cual, obviamente, es como me imagino que deben oler todos los spas. Glamour.

Paso 4: Mientras la mascarilla se enfriaba, me inspeccioné la cara. Realmente mis poros pedían a gritos una mascarilla. Removí un poco el mejunje y me lo extendí por la cara.

Paso 5: Dejé que se secase durante 15 minutos. La verdad es que tener eso en la cara me hacía sentir bien, pero obviamente no os recomendaría que invitaseis a vuestros novios mientras llevéis la mascarilla, porque parece que estés practicando para disfrazarte de orco. Si no vas con cuidado se te meterán trocitos en la boca y se te pegarán en el pelo.

Paso 6: ¿Sabéis qué? ¡Ha funcionado! No sé si es porque mi cara se quedó más fina en comparación con la arena de gato, pero realmente siento que mi piel está mimada. No pagué más de 2 libras y aún tengo suficiente arena para hacerle mascarillas a todas los adolescentes del East London. Grado de recomendación: 6/10 ESTILISMO: LEAH-DIONNE
FOTOS: ANNA RYON