A casi todas nos han manoseado como a Ariana Grande

Ariana Grande fue manoseada por el obispo Charles Ellis en el funeral de Aretha Franklin. El hombre, bastante mayor que ella, la abrazó por detrás tocando uno de sus senos. Ha pedido perdón. Sí. Pero el mundo entero la está apuntando con el dedo y la han tachado de “guarra” por haber ido vestida como iba a un entierro. Como si una mujer no pudiera ir vestida cómo le diera la gana sin ser juzgada por ello.

La señalan a ella cuando todos deberíamos preguntarnos por qué somos tantas las que hemos sufrido la misma situación. Lo malo del tema es que no me ha costado nada encontrar testimonios de mujeres que han vivido situaciones tan incómodas como las que vivió la cantante. Seguramente lo que quizás ha hecho que el vídeo se haga tan viral es que todas hemos vivido situaciones en las que se han aprovechado de una posición de poder frente a nosotras con tocamientos o actitudes que dejan mucho que desear.

Era algo muy asqueroso y no era su única víctima. Recuerdo que nos hacía quedar a después de clase justo antes del recreo. Todas éramos niñas de 16-17 años. Decía que nos daría un repaso de análisis sintáctica. Lo que hacía era sobarnos las tetas como lo ha hecho el obispo con Ariana Grande. Nos decía que nos pusiéramos a su lado, en la tarima del profe. Nos hacía analizar un par de frases y se ponía junto a nosotros para corregirlas. Era entonces cuando atacaba. Por suerte le echaron y este fue uno de los motivos. Varias familias se quejaron de su actitud.

Ana, 30 años

Fue hace un año. Estaba de vacaciones en Roma con mi pareja y sus padres. Bajaba del bus cuando un hombre me tocó todo el coño pero además bien tocado. No sé realmente cómo lo hizo. Primero pensé que había sido sin querer, pero realmente me lo tocó tan bien sobado que resulta imposible que fuera algo desintencionado. Me sentí realmente mal por aquello, como sucia y asquerosa. Fue algo realmente desagradable.

Raquel, 28 años

A mí me ocurrió una vez hace un par de años o tres que estaba con mi novio y algunos de sus colegas en un festival cuando uno de ellos, con el que estaba discutiendo sobre música, me metió su móvil en el escote. Me quedé como Ariana Grande, avergonzadísima (¿en serio me tenía que avergonzar yo de aquello mientras él se reía?), me lo saqué inmediatamente, se lo tiré y me quedé mirándole sin saber qué hacer hasta que me di la vuelta y me fui. Los dos hicimos como que no había pasado nada durante el resto de la noche. Yo no se lo conté a mi novio por vergüenza (y otra vez la pregunta, ¿en serio era yo la que tenía que sentir vergüenza?) y nunca lo hablé con el chaval. Y no me siento nada orgullosa de mi reacción, la verdad.

Ana Iris , 27 años

Fue en el pasillo de la Línea 5 del metro de Barcelona, justo en el momento que hay una curva y que no ves quien viene del otro lado. Era hora punta y estaba lleno de gente. En dirección contraria vino un hombre directo a tocarme las tetas. Se fue como si nada.

Eva, 22 años

Estaba currando como azafata en un evento deportivo para sacarme algo de pasta extra. Tenía unos 18 o 19 años y nos hacían vestir blusa blanca y falda corta con unos taconazos. Mi trabajo era estar en la entrada y repartir los folletos a los asistentes. La gente me sonreía y tal. Un hombre con traje y corbata para hacerse el machito delante de los otros me tocó el culo como si fuera de su propiedad mientras me daba las gracias. Desde entonces no he vuelto a currar más para aquella agencia.

Lidia, 29 años

Me ha pasado mil veces, de estar de fiesta y que alguien me manosee. Pero la vez que fue más heavy fue en un festival. Iba con una falda corta y estaba haciendo cola para pillar unas birras. Estaba esperando con una amiga en la barra cuando vino un chico por detrás y me puso literalmente el dedo en el coño. Parecía una especie de apuesta entre sus amigos. Él se fue triunfante mientras sus amigos se reían y yo me quedé echa un poema.

Ana Mª, 32 años

Estaba a punto de entrar en una discoteca. Había mucha cola para entrar porque un "segurata" te hacía abrir el bolso para ver si tenías algo de botellón dentro. Yo iba con un bolso que era enorme, la verdad. Cuando llegó mi turno el chico se excedió y al meter la mano dentro del bolso también tocó mis partes descaradamente. Aquello no podía quedar así. Empezó una pelea con uno de mis amigos, que me defendió y acabó con la ceja partida. Al cabo de una semana me enteré de que habían despedido al segurata.

Natalia, 28 años

Estaba tomando el sol en la playa tan tranquila haciendo topless y solo en braguita brasileña. Estaba tumbada hacia abajo y mi amiga había ido a pegarse un bañito. Un hombre se acercó, yo la verdad es que tampoco le vi venir; No sé si era un loco o un pervertido, pero me pegó un cachete en el culo de aquellos que suenan sin que yo me pudiera defender. Desde entonces que me da como cosa estar sola en la toalla cuando estoy en la playa.

Sara, 27 años