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El despido de Jason Kidd impactará a la NBA por años

La decisión de Milwaukee de despedir a su entrenador ha generado una oleada de preguntas, empezando por quién será la nueva contratación de los Bucks.
Foto de Mark D. Smith - USA TODAY Sports

Los Bucks de Milwaukee despidieron a Jason Kidd. Así de simple, una de las conversaciones más polémicas de la NBA ha llegado a su fin.

Desde la banca, Kidd no es considerado un táctico brillante. Parecía que cada decisión que tomaba —algunas más cruciales que otras— servía como combustible para un creciente contingente de despiadados seguidores de los Bucks que lo culpaban por todo.

Instaló un sistema defensivo fuerte que necesita continuidad y largo trabajo para funcionar, pero las lesiones de Khris Middleton y Jabari Parker les arrebataron a los Bucks ambas cosas. Nunca sabremos si hubiera ayudado tener más tiempo y representantes. Los Bucks se clasificaron en el puesto 25 en defensiva el día que Kidd fue despedido. Consiguieron que el contrincante perdiera muchos balones pero también cometieron muchas faltas, y fueron un desastre total cuando Giannis Antetokounmpo tuvo que irse a la banca.

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Pocos llorarán por verlo partir (aunque Giannis parece que será de esos pocos, lo cual no se ve muy bien para la dirección de los Bucks), y un sector aún más pequeño de observadores de la NBA tenía suficiente confianza en Kidd para creer que era adecuado para liderar al joven núcleo de Milwaukee hacia algo más que una buena actuación en los playoffs. Eso está bien y es justo. Pero despedir a Kidd ahora, a mitad de una temporada en la que un buen porcentaje de su lucha estaba fuera de su alcance, parece innecesario.

Los Bucks no son geniales, pero tampoco son malos. Tienen un récord de 6-9 en sus últimos 15 partidos, una caída que en parte puede atribuirse a un calendario difícil, tomando en cuenta las derrotas ante los Raptors de Toronto, los Warriors del Golden State, el Heat de Miami (actualmente el equipo más candente en basquetbol) y los 76s de Philadelphia (su derrota más reciente, sin Antetokounmpo). Esto no pretende ser una excusa, pero incluso con un jugador de los 10 mejores, los defectos más notorios de Milwaukee se pueden atribuir más a la alineación que al estilo de juego o la manipulación de una rotación.

Los Bucks son el segundo equipo menos preciso en tiros más allá de la línea de tres puntos en este momento. Tienen dos (¡dos!) tiradores por encima del promedio en sus posiciones respectivas que están sanos. El centro es un desastre, y poner a Giannis como pivote (papel que Kidd no tenía miedo de ejercer) rara vez funcionaba porque disminuía al equipo. Teniendo en cuenta el talento general y cómo se complementan las piezas en la NBA hoy en día, ¿son dramáticamente mejores que los Pistons de Detroit, los Pacers de Indiana, los Wizards de Washington, los Heat o los 76s? Giannis acaba de cumplir 23. Hoy no es su día.

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Pero a Kidd no lo despidieron porque mandó a Tony Snell a la banca. Hay razones que se extienden más allá de sus extrañas combinaciones de alineación y la filosofía defensiva evidentemente quebrada que explicarían su salida. Ahora que se fue, esas razones son irrelevantes. Lo que importa es a quién contratarán los Bucks para reemplazarlo.

Antetokounmpo tendrá un contrato vencido dentro de dos años. Parece una eternidad, pero fallar en la contratación de otro entrenador podría ser un golpe paralizante. Esto es un gran problema, y cualquier entrenador que esté buscando trabajo aprovechará la oportunidad de liderar una fuerza floreciente de la naturaleza.


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¿Los Bucks le darán una oportunidad a alguien con un alto potencial pero ninguna experiencia en la NBA (a la Brad Stevens) o buscan un nombre más notable que haya estado en la liga durante años? David Fizdale es un agente libre popular. Mark Jackson, Kevin McHale y Jeff Van Gundy deben estar deseando una entrevista. ¿Esperarán a ver si otros entrenadores respetados obtienen el visto bueno, digamos, Terry Stotts?

¿Y cómo va a cambiar quien sea que tome el control los principios defensivos que Kidd adoraba? ¿Milwaukee cambiará todo? ¿Bajarán su intensidad y serán más conservadores de tiempo completo? ¿Cómo usarán a Antetokounmpo de manera diferente? El despido de Kidd genera una gran cantidad de preguntas interesantes, pero no importa a quién elijan los Bucks —ya sea que mejoren, se desplomen o mantengan juegos inconsistentes durante el próximo año o dos—, el despido de Jason Kidd tendrá un impacto significativo en el resto de la liga durante mucho tiempo.