FYI.

This story is over 5 years old.

Comida

Lo que tienes que saber sobre el maíz transgénico en México

Te decimos lo que tienes que saber sobre el maíz transgénico y porqué tenemos que preocuparnos sí se empieza a cultivar libremente en México.

El maíz transgénico es un maíz alterado artificialmente con características biológicas nuevas que provienen de otros organismos como animales, plantas y bacterias. De esta manera pueden combatir malezas como el sorgo de Alepo para retrasar el desarrollo del maíz en los cultivos. Estas nuevas variedades de maíz fueron comercializadas por primera vez en 1996 por Monsanto.

Sin embargo en septiembre de 2013 El Juzgado XII de Distrito en Materia Civil del Primer Circuito le impidió a empresas transnacionales, entre ellas Monsanto y Syngenta, sembrar maíz genéticamente modificado en México.

Publicidad

Lo preocupante es que estas nuevas especies de maíz se vuelven resistentes al uso indiscriminado de herbicidas tóxicos sin que la planta muera y provocan reacciones no controladas que pueden llegar a ser nocivas para la salud. Convenientemente estos herbicidas son producidos por las mismas empresas que están alterando el maíz (Monsanto, Du Pont, Novaris y otras) y que están haciendo todo por comercializarlas. Además de los efectos a salud, vuelve a los agricultores dependientes de las nuevas tecnologías, que de por sí son mucho más caros.

Pero, ¿por qué modificar de esta manera el maíz?

México es el quinto productor de maíz en el mundo, produce alrededor de 23 toneladas al año. El país consume 33 millones, por lo que tiene que importar el resto para conseguir la soberanía alimentaria. Es decir, la capacidad de producir el 75 por ciento de los productos que consume. México sólo alcanza el 58 por ciento y lo demás se importa de otros países, principalmente de Estados Unidos. En 2012, la importación de maíz llegó a 9,515 millones de toneladas (80 por ciento desde los EEUU). Esto representa casi 27 mil millones de pesos de inversión, según la SAGARPA.

En 2050 seremos 9,000 millones de personas poblando el planeta y, según estimados de la FAO no estamos preparados para alimentar a tantas personas. Sin embargo, los transgénicos permiten una "maravillosa" productividad del campo, que después se refleja en beneficios económicos para las grandes empresas. De 1996 al 2012, el periodo en el que estuvo permitida la siembra de maíz transgénico en México, se generaron ganancias de 98,000 millones de dólares, derivadas por el incremento en la producción del grano modificado y se produjeron cerca de 373 millones de toneladas de alimentos adicionales en todo el mundo durante 2013, según la organización AgroBIO (cuyos miembros son Monsanto, Pioneer y Syngenta, entre otros).

Publicidad

La necesidad de consumo de maíz, no solo en México si no también en el mundo, ha alarmado a las grandes corporaciones. No se puede permitir que las plagas que atacan los cultivos de maíz, las sequías y las diferentes consecuencias medioambientales pongan en peligro la producción.

Por eso, crear maíz transgénico parece una buena solución ya que conlleva beneficios económicos, ambientales y alimentarios.

AgroBIO tiene en marcha la campaña La Neta de tu Planeta para transmitir sus argumentos protransgénicos, como que la biotecnología agrícola (una bonita forma de decir "alteración genética de alimentos") es un buen medio de combatir el hambre en países subdesarrollados y reduce el impacto ambiental (hasta en un 18.7 por ciento, según sus datos). Sin embargo, algunos de estos argumentos han sido puestos en duda por distintas organizaciones, como Greenpeace.

¿Porqué tenemos que preocuparnos?

1. La siembra de maíz transgénico es una amenaza real para perder 59 razas y más de mil variedades de maíz nativo.

2. El maíz transgénico está manipulado para producir un insecticida que elimina al gusano barrenador europeo, uno de los principales culpables de las pérdidas de cultivos de maíz, sin embargo perjudica a otros insectos que ayudan al control de plagas, como la mariposa monarca.

3. Se cree que puede ayudar a controlar el cambio climático debido a la producción de etanol de maíz, pero la reducción de CO2 es mínima y además eleva los precios de los alimentos.

Publicidad

4. Las mejoras en la economía al parecer solo beneficiarán a algunos cuantos, ya que los campesinos recibirán préstamos de empresas como Monsanto para comprar estas nuevas semillas que son mucho más caras. Y si llegara a contaminarse el cultivo, tendrán que comprar herbicidas a precios aún más altos.

5. Los cultivos transgénicos acumulan toxinas en el suelo y afecta su fertilidad a largo plazo, por lo que no podrían coexistir cultivos transgénicos y cultivos convencionales.

6. Entre los químicos que contiene el maíz transgénico está el glifosato, que es rociado con los herbicidas en los cultivos y según la Organización Mundial de la Salud (OMS) éste es un compuesto cancerígeno.

Además, según la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS), una de las organizaciones que más ha investigado sobre el maíz transgénico, éste no es la solución al hambre y no es el camino adecuado hacia la soberanía alimentaria, pues "el campo mexicano cuenta con reservas de tierra de labor, de agua dulce y con clima invernal benigno en ocho estados del sureste, que permitirían recuperar la autosuficiencia de maíz a pesar del cambio climático. No se necesita tecnología transgénica", dijeron en su comunicado al finalizar el Foro de Análisis Crítico de la Siembra de Maíz Transgénico en la Agricultura Mexicana en 2015.

Este no es un tema que hay que tratar a la ligera. Modificar algo de esta manera trae muchas más consecuencias que solamente afectaciones a la salud: puede acabar con cadenas alimenticias necesarias para la salud de un ecosistema. Por otro lado, como menciona el chef Enrique Olvera: "Permitir esto pone en riesgo nuestra diversidad cultural y nuestra diversidad en términos de ingredientes".

A pesar de esto, la siembra de maíz transgénico en México podría efectuase en poco tiempo, luego de que el Juzgado número 12 de Distrito en Materia Civil del Primer Circuito dejara sin efecto la medida precautoria que impedía el cultivo de maíz genéticamente modificado. Esta resolución ya fue apelada.