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Música

La ‘Silla Sonora’ que utiliza tu cuerpo como bocina

Algo en verdad audible.
Imagen: Oficina de patentes de EEUU

Imagínense ver la TEDTalk en unos años y ser el speaker – no el "speaker", como el orador con el micrófono, con una sabrosa presentación de PowerPoint. Sino, el medio a través del que escuchas al portador del micrófono.

La fuente de sonido, en este escenario, es tu cuerpo en una silla. Es un claro ejemplo de la tecnología audible, y tal vez sea mejor ilustrado por la Patente de EEUU 8,684,457 con el título "Silla y Reproductor Multimedia que consiste en un Aparato de Transmisión de Sonido que realiza Comunicaciones con el Cuerpo Humano".

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Sung-Em Kim es el inventor tanto de la "silla sonora" como la tecnología que la hace funcionar, y ha trabajado por años en el campo de la "comunicación del cuerpo humano", la cual, sorprendentemente, no tiene nada que ver con ondear las manos o el movimiento de dedos de Dikembe Mutumbo.

Como lo explica la patente de 2012 que contiene a la silla sonora explica, "la comunicación del cuerpo humano es donde una señal es transmitida utilizando al cuerpo humano en vez de utilizar un cable. En la comunicación del cuerpo humano, la señal eléctrica es transmitida a través del cuerpo humano sin utilizar cables ya que el cuerpo humano conduce la electricidad".

La comunicación del cuerpo humano es un cuerpo que ya ha atraído el interés de algunos pesos pesados. Sony está trabajando en el uso del cuerpo humano como conductor para reemplazar los cables en los audífonos. Disney Research ya está trabajando en reemplazar los audífonos mismo, al transmitir el sonido tocando al oído con la punta de los dedos.

La silla sonora en funcionamiento, como se describe en la patente, le permite al usuario escuchar el reproductor multimedia a través del contacto con la silla misma. No hay receptor a la altura de los oídos que convierta la señal eléctrica en algo audible; en su lugar, dos señales de alta frecuencia – una compuesta, y una señal de demodulación desfasada –interfieren mutuamente a la altura del oído de una forma que permite que la señal audible sea escuchada por la persona que está sentada.

Obviamente hay muchos desafíos aquí. En comparación con el cuerpo humano, los audífonos son mucho más estándar, y parece que las señales tendrían que estar específicamente calibradas para el cuerpo del usuario con el propósito de hacer que las señales sean audibles alrededor del oído específicamente. También está la situación de que muchos de nosotros utilizamos audífonos específicamente porque matan el ruido externo al ocupar nuestros canales auditivos, los cuales quedan abiertos con la silla sonora.

Y antes de que esto termine en el mercado, queda pendiente qué tan cómoda estará la gente cuando haya electricidad disparada a través de sus cuerpos en lugar de los cables. Aunque, si los artículos portables como el Google Glass – algo que se fija a tu rostro y que ha llegado simbolizar la división de clases— implican cualquier indicio, un departamento comercial capaz no tendría ningún problema en superar eso.