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Leo Santa Cruz y "Mikey" García: defendiendo el reinado y remando contra corriente

Leo Santa Cruz y "Mikey" García tendrán retos distintos que superar en sus respectivos combates.
Foto: Stephanie Trapp / Showtime

"La primera parte de mi carrera fue muy fácil para mí, tal vez por eso empezaba a aburrirme un poco [del boxeo]", confesó "Mikey" García durante una cápsula de vídeo para la televisora Showtime. Dos años y medio después de haber sido desterrado de los reflectores y aplausos del público, "Mikey" vuelve al deporte que lo vio posicionarse como uno de los principales boxeadores más prometedores.

Por otra parte, el protagonista de la velada principal de este sábado, Leo Santa Cruz, se mostró sonriente como de costumbre al hablar de su rival —el también invicto norirlandés Carl Frampton— a pesar de la desafortunada noticia sobre la salud de su padre. El sábado próximo no será una noche cualquiera para el boxeo, ya que el Barclays Center de Nueva York reunirá a dos peleadores con caminos diferentes, pero en busca del mismo objetivo: ascender a la élite del boxeo.

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En una esquina se encuentra Miguel Ángel García, mejor conocido como "Mikey". Existe la sensación de que su ausencia forzada de los cuadriláteros fue de sólo unos meses, y no de dos años y medio como realmente la realidad dicta. Su disputa contractual con el viejo lobo de mar de los negocios y presidente de Top Rank, "Bob" Arum, le cortó el ritmo a la carrera del peleador de Oxnard quien se encaminaba para ser uno de los candidatos al mejor boxeador libra por libra.

Pero a juzgar por las recientes declaraciones de García en torno a su carrera antes de la disputa en los tribunales, tal vez tengamos que agradecer al destino la prolongación de dicha querella, ya que podríamos estar hablando de su retiro y no de su regreso.

En la previa de su compromiso de vuelta al encordado este 30 de julio, García declaró que el tiempo alejado del boxeo le otorgó la posibilidad de realizar otras actividades de su agrado que no habría podido llevar a cabo de haber seguido con el demandante ritmo de trabajo. "De no haber estado fuera tanto tiempo, tal vez habría pensado retirarme", lo cual habría sido una lamentable decisión considerando la calidad de contrincantes que abundan actualmente en peso ligero, superligero, y wélter.

¿El contrincante en cuestión? El dominicano Elio Rojas, cuyo récord presume sólo una pelea ante un contrincante de nivel, Johnny González, y que perdió por decisión unánime. La falta de inactividad de García es una gran incertidumbre, a pesar de que el estadounidense de ascendencia mexicana asegura haber permanecido en el gimnasio durante el período de su destierro. Sin embargo, la calidad e inteligencia de "Mikey" son dos atributos que muy pocos peleadores poseen y de los que seguramente hará uso una vez arriba del ring. En otra época, habría asegurado una indiscutible victoria a favor del californiano, pero es difícil e ingenuo imaginar que Rojas no intentará sacar ventaja de dicha ausencia.

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Una cosa más. El retorno de "Mikey" se dará en peso superligero —dos divisiones arriba de su última pelea— luego de haber conquistado la división pluma y superpluma; categorías en las que asegura no regresar a pelear ya que le cuesta mucho trabajo dar el peso. Veremos qué tanto le afecta o favorece el ajuste de libras a su pegada y a su aguante, y de concretar un regreso satisfactorio, podríamos deleitar la imaginación con contrincantes de ensueño (en un futuro no muy lejano) como Terence Crawford, Danny García y Keith Thurman.

En la otra esquina, pero librando una batalla diferente, se encuentra el peleador michoacano Leo Santa Cruz. Su característica personalidad risueña es radicalmente opuesta a su personalidad una vez que se calza los guantes y muerde el protector bucal; no por nada le apodan "El terremoto".

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Santa Cruz defenderá por segunda ocasión su cinturón pluma de la Asociación Mundial de Boxeo que le arrebató a Abner Mares hace poco menos de un año, en lo que fue una brutal contienda. El nacido en Huetamo, Michoacán, pero radicado en California, no tendrá una noche fácil. El retador en cuestión es el invicto norirlandés Carl Frampton (22-0-14), quien tiene un estilo de pelea dinámico encabezado por su gancho de izquierda, su recto de derecha y su excelente uso del jab.

A pesar de que Santa Cruz es el peleador activo con mayor porcentaje de golpes conectados, sólo por detrás de Floyd Mayweather Jr., no podrá confiarse de más, especialmente por la potencia de los golpes de Frampton. De salir victorioso, el mexicano alzaría la mano para enfrentar a uno de los boxeadores más temidos en la actualidad: Guillermo Rigondeaux. Desde luego, Leo es el favorito para llevarse la velada pero deberá ser cuidadoso si pretende seguir escribiendo su nombre con letras de oro en las crónicas de la dulce ciencia.

Si Frampton logra absorber los golpes de "El terremoto" exitosamente, podríamos estar ante una pelea de proporciones inimaginables. Muchas veces se cree erróneamente que los peleadores europeos no poseen el aguante y el corazón de los boxeadores latinos o del continente asiático, pero Frampton es dueño de un temperamento diferente.; no teme dar y recibir con tal de causar daño a su rival y, quizá más peligroso aún, cuando decide atacar con todo su repertorio lo hace, por lo general, de manera ordenada con ambos pies bien fijos sobre el entarimado para darle más potencia a sus golpes.

Si hay una debilidad en el michoacano es precisamente esta faceta de fajador. Santa Cruz suele entregarse al calor de golpes y descuida su flanco derecho. Sabe pelear a corta distancia pero ya que Frampton es un peleador físicamente pequeño, al mexicano le convendría sacar ventaja de sus largos brazos y mantener a raya al irlandés. Veo a Santa Cruz favorito por dos cosas: su tremenda pegada y la calidad de oponentes que ha enfrentado; éste último un factor que pesará mucho para Frampton la noche del sábado.

"Mikey" García y Leo Santa Cruz, compatriotas en busca de un mismo sueño. García tendrá que remar contra corriente, quitarle el óxido al engranaje y esperar que el tiempo alejado del boxeo no le pase factura; ya sea en su próxima pelea o en el futuro. Leo Santa Cruz tendrá una prueba difícil, aunque no tan complicada como borrar de su mente el hecho que su padre fue diagnosticado con cáncer hace unas semanas. Qué tanto afectara la desafortunada noticia al desempeño del campeón arriba del ring es algo que nadie sabe con certeza. Se trata de una prueba de vida, del tipo que no respeta jerarquías, fama, o triunfos. El boxeo en sí es una de ellas; cada batalla es un juego entre la vida y la muerte. Sin embargo, no hay duda que los dos personajes principales del espectáculo nocturno de este sábado saldrán bien librados.