POR ALLISON RAMIREZ
FOTO POR JULIE WIDNER Cuando Bryon Widner, uno de los fundadores de la banda skinhead Vinlanders, se casó y fundó una familia, decidió que era un buen momento para dejar a un lado su pasado racista y empezar de nuevo. Al parecer eso no es tan fácil si tienes la cara y el cuello cubiertos de tatuajes chungos y racistas, por ejemplo una cuchilla con sangre y esvásticas (intenta explicar eso el primer día de colegio de tus hijos).
Byron estaba listo para rociar su cara con ácido cuando su mujer contactó con One People’s Project, un grupo anti odio de Filadelfia. Le pusieron en contacto con T. J. Leyden, un ex neonazi que dejó el movimiento y ahora dirige una organización llamada StrHATE Talk. Con la ayuda de TJ encontraron a alguien que financiara la eliminación de los tatuajes de cara, cuello y manos. Costó 35.000 dólares y 25 dolorosas operaciones quirúrgicas durante 16 meses. Ahora sufre migrañas, pérdida de pigmentación y amenazas interminables. “No existe un manual del usuario para esto,” dice Byron. “Sólo lo haces lo mejor que puedes”.