Es un poco raro que tu mascota te vea follar

Antes salía con un tío que tenía un gato gris precioso, y como madre gatuna que soy, me pareció adorable haber encontrado a un amante de los gatos con el cual copular. Eso fue hasta que un día, en pleno acto, terminé cara a cara con su gato. Mientras veía al gato ahí sentado en la cama, apenas a unos centímetros de mi cara, observándome mientras su padre me montaba, empecé a sentirme un poco incómoda. —Eh… —empujé sus hombros peludos—dame un segundo. —¿Qué pasa? —me preguntó. —Tu gato me está mirando. Empezó a reirse. —No pasa nada. Sólo es un gato. No sabe lo que está pasando. —Ya, pero me incomoda. Está ahí mirándome. —Simplemente, ignóralo —me dijo con un beso. Seguimos follando, pero yo no podía disfrutar con el gato ahí sentado. El gato, con la cabeza de lado, en ningún momento bajó la mirada ni parpadeó. Era algo siniestro, contemplativo, como si pensara: “Pronto, muy pronto…” mientras llevaba a cabo su diabólico plan para aniquilarme. Muchas de las personas a las que les he contado esta historia me han dicho cosas como: “sólo es un animal”, o “supéralo”. Pero tengo un bloqueo mental que no me permite sacar mi instinto animal. Me parece desconcertante y raro, y os voy a contar por qué.

Claro que sabe lo que estás haciendo

Hay una razón por la que se llama “instinto animal”. Los animales follan por instinto, lo que hace que sean conscientes cuando alguien más está follando. PUEDEN OLER TUS FEROMONAS. Decir “Es sólo un animal. No entiende lo que pasa”, es un argumento sin valor. Incluso los animales domésticos tienen instintos básicos: comer, cagar, follar, dormir, repetir. Podría intentar unirse

Todos tienen un “amigo”, que tiene un “amigo”, que le contó una historia sobre haber experimentado una sensación húmeda y agradable en las pelotas a medio polvo. Luego se dieron cuenta que el perro había entrado en la habitación a relamer lo que podía pillar. Hacer una orgía con animales es muy raro… y también ilegal. Ni lo pienses. Los animales también son unos pervertidos

¿Alguna vez has visto a uno de esos perros a los que les encanta oler vaginas? Sí, claro que sí, porque estoy hablando de todos los perros del mundo. PUEDEN OLER TUS GENITALES. Una vez salí con un tío, y su compañero de piso tenía un perro que estaba muy obsesionado con mi coño. Cada vez que entraba en la casa, el perro se ponía encima mío. En una ocasión intenté perfumarme mis partes para engañar al perro, pero no funcionó. Así de fuerte es la perversión de estos animales. Nota al margen: ese mismo perro también disfrutaba de comer condones usados. Lo cual tiene que contar como una especie de fetiche raro, ¿no? Es extraño cuando algo te mira de una manera asexual

Aunque me equivoque y los animales no sean conscientes del sexo, o no sean unas asquerosas bolas de pelo calientes y obsesionadas con el olor a la vagina, ni les mole lamer los cojones a nadie, me parece que está mal que alguien más te vea follar y que no se ponga cachondo. Otras cosas que no me gusta tener a mi lado mientras follo: bebés, fotos de mi padre, mi osito de peluche, fotos de Jesús (aunque no sea creyente). Podrían ser criaturas altamente inteligentes

¿Qué pasaría si los animales fueran completamente conscientes, o peor aún, fueran seres de otro planeta que monotorizaran los patrones de comportamiento humanos? Piénsalo. Quizá su objetivo es hacernos creer que son estúpidos, pero en realidad saben EXACTAMENTE lo que está pasando. Quizás estén observando meticulosamente todas nuestras acciones porque tienen un plan para acabar con el mundo. Un plan que involucra encerrar a la humanidad en jaulas, obligarnos a follar y a reproducirnos para que puedan esclavizarnos en planetas inhóspitos y lejanos…

@kat_george