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El tráilerLa escena ha terminado, voy hacia ellos y le pregunto a Cleo, "¿Por qué decidiste probar la experiencia?" Sonríe y responde como si fuera la cosa más normal del mundo: "Es algo nuevo y es divertido." Cruza las piernas. Le hago la misma pregunta a Dave, quien se pasa la mano por la frente y dice, "porque es una experiencia única". Sonríe a Cleo. Se han conocido hace una hora, pero parece que ya tienen una cierta complicidad. Tengo curiosidad por saber si va a continuar el noviazgo. "¿Quién sabe?" Responde Cleo, y poco después Dave añade, "tal vez". Parece muy relajado. Pienso que tengo una vida muy aburrida: Nunca encontraría el valor para hacer algo como esto, pero me parece guay que haya gente que sí que lo haga.Paulita me lleva a dar una vuelta por el plató. "¿Cuál es el objetivo de un producto como First Sex?", le pregunto. "Quería llevar al extremo el fenómeno del chat de citas. Una chica contacta con un tipo de Tinder, que luego tendrá que tener una relación sexual con ella la primera vez que se encuentran, frente a una cámara. Lo más importante es que no hay nada planeado. Todo es real ", me dice. La historia me recuerda un poco a la película Victoria, solo que, claro, en versión porno: Cleo, una chica española, va a Berlín para divertirse y buscar a un tipo en Tinder.Pregunto a Paulita por qué eligió Tinder. "Tinder es la última frontera de este mercado, se adapta bien a nuestro propósito". Sonríe. Así que me encuentro en el centro del plató de una película porno que no tiene nada que ver con las que solemos ver. "¿La nueva frontera del porno viene de Berlín?", pregunto. "Berlín siempre ha sido una ciudad particular. Las personas que vienen a vivir aquí escapan de algo, buscan libertad, una manera de expresarse. Es por eso que aquí se experimentan tantas cosas, incluso en el porno". Berlín es también el epicentro del porno feminista a nivel internacional, me dice. ¿Pero basta con que detrás de la cámara haya una mujer y los actores se diviertan hablando de porno feminista? ¿Cuál es el público al que se dirige el vídeo? ¿Todavía no son los hombres?", le pregunto Paulita. Ella sonríe y me invita amablemente a dejar el set para respetar la privacidad de los actores.Ha sido un día extraño, lleno de expectativas y temores. Sólo una cosa está clara: no voy a contarles nada a mis padres, no lo entenderían.