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FIGHTLAND

Mi primera pelea: Demian Maia

Demian Maia no se dio cuenta de que el MMA era el camino correcto para él hasta que ya peleaba.
Photo by Jeff Bottari/Zuffa LLC

Todos —o casi todos— aman una buena historia sobre el origen. Desde el Nuevo Testamento, a la muerte de los padres de Bruce Wayne y el tío de Peter Parker, nos fascinan los catalizadores, epifanías y momentos clave que hacen a las personas ser quienes son.

Con esto en mente, en Fightland empezamos a hablar con nuestros peleadores favoritos sobre su primer gran momento decisivo que los inició en el viaje de las artes marciales. Ya sea que se tratara de su primera pelea sancionada, su primera sesión de entrenamiento, o alguna pelea en la calle o en el parque, ¿cuándo estos futuros guerreros se dieron cuenta de que el combate era algo que querían —y podían— hacer?

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_En esta entrega de Mi Primera Pelea, hablamos con Demian Maia (quien se enfrentará a Carlos Condit en UFC Fight Night: Vancouver el 27 de agosto) acerca de su tercera, cuarta y quinta pelea profesional de las MMA._

"Hubieron mucho momentos como ese", Demian Maia, el experto en jiu jitsu brasileño que se enfoca en el arte en las artes marciales mixtas más que la mayoría, dice cuando le pregunto lo que considera como su primera pelea. Pero no se dio cuenta de que realmente las MMA eran el camino correcto para él hasta que ya estaba involucrado en el deporte.

La noche que cambió todo fue el 7 de octubre de 2006, en el evento fue el SCI Super Challenge 1 en Sao Paulo, Brasil. Maia se inscribió en un torneo de ocho competidores y las condiciones de la programación de los combates estaban lejos de ser las ideales para él ya que para ganar tendría que pelear tres veces. Su primer competencia sería a medianoche, seguido de combates alrededor de las 2:00 a.m. y 4:00 a.m., y aunque tenía algo de experiencia de MMA y dos finalizaciones en su corto pero perfecto récord en ese entonces, todos sus oponentes tenían más experiencia.

"Yo era el menos favorito por eso. Había chicos más experimentados", dice Maia de la competencia. "Y gané".

Maia sometió a Vitelmo Kubis Bandeira con un mataleón. Dos horas más tarde, superó a Gustavo Machado por decisión unánime. Y, en la pelea principal, derrotó a Fabio Nascimento con una guillotina a tan sólo 35 segundos del primer round.

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Aquella noche su actuación fue impresionante, pero fue cómo se sintió y no lo que hizo en sus peleas, lo que lo llevó a reconocer que era un verdadero artista marcial mixto. "Me di cuenta de lo calmado que estaba, especialmente porque los hombres con los que estaba peleando, eran mejores que yo. Ellos tenían más experiencia y yo estaba muy fresco y tranquilo", recuerda. "Después de la última (pelea) a las 4 de la mañana, llegué a casa y me di cuenta de que estaba bien. Pensé, 'puedo empezar a hacer esto como una carrera'".

Para él sus habilidades psicológicas podrían ser el componente más importante de su juego. "El MMA es muy duro para tu mente, porque es un deporte que se trata no sólo de ganar. Realmente deseas hacerlo, pero es difícil cuando se pierde. A veces recibes una paliza. Y eso es malo para tu ego, porque nadie quiere ser golpeado físicamente por otras personas. No es sólo un juego. Recibes golpes. Hay un gran riesgo de cortes y lesiones desagradables", Maia, que ha visto su carrera en riesgo por infecciones por estafilococos y lesiones, explica. "Así que, todo junto hace que este deporte sea muy duro y realmente difícil mentalmente".

Al igual que cualquier otra parte de su cuerpo, Maia sigue entrenando y desafiando a su cerebro. "Creo que eso es algo que siempre está en desarrollo. Siempre trabajo en eso porque necesitas trabajar todo el tiempo, todo el mundo se pone nervioso y tiene miedo cuando hay un gran reto. He estado trabajando en eso desde entonces (aquellas peleas)".

Por si sirve de algo, Maia no cree que la afirmación de Carlos Condit de que "juega a lo seguro" en las peleas, haya sido un intento por sacarlo de concentración y obligarlo a intentar algo precipitado durante su próxima pelea. En realidad es bastante filosófico sobre el ataque "No está totalmente equivocado, todo el mundo quiere ganar, todo el mundo. Soy un tipo muy competitivo, así que primero que todo quiero ganar la pelea. A veces, en algunas situaciones, hay que estar a salvo. Las MMA no son como un juego de baloncesto, por ejemplo si estás ganando por 30 o 40 puntos y hay sólo 5 minutos para que llegue final, puedes hacer lo que quieras, porque el jugador no te va a golpear. En las MMA, puedes ser golpeado en el último minuto de la pelea, o en el ultimo segundo, así que a veces tienes que ser seguro. No quieres ser estúpido y echar a un lado todos tu estrategia y todo tu entrenamiento. Pero creo que en la última pelea, fui más arriesgado, estoy cambiando mi juego todos los días".

Sin embargo, por más que continúa perfeccionando lo que notó por primera vez esa noche en Sao Paulo hace una década, cree que también descubrió algo en esas peleas que no se puede enseñar. "Ese día, me di cuenta de que, a pesar de que era la tercera vez que iba a luchar en las MMA, tenía algo dentro de mí. Algo innato. Había algo conmigo que no me asustó, eso fue un buen comienzo. Pensé 'puedo trabajar desde aquí'. A partir de este punto, sería más fácil, porque ya tenía algo que nació conmigo, que me hizo tranquilo y fresco y capaz de manejar esta situación estresante".