Dale Earnhardt Jr. ganó la carrera Coke Zero 400 de la NASCAR en Daytona el pasado fin de semana, pero segundos antes de que cruzara la línea final las cosas se pusieron feas. El coche número 11 se quedó atrapado en medio de un grupo de automóviles y se vio forzado a girar… con tanta puntería que obligó a Austin Dillon a tomar la ruta aérea y terminar estampado contra el muro de contención en un espectacular choque que implicó a una multitud de vehículos.Increíblemente, Dillon salió sin un rasguño, pero él —y varios conductores— ya llevaban tiempo bastante molestos con este asunto. Dillon pidió cambios en la NASCAR para evitar esto: las velocidades son tan altas y los choques tan frecuentes que los coches terminan volando con facilidad.Tras salir por los aires y golpear el muro y la reja, el coche de Dillon terminó embestido por otro turismo al caer al suelo.
Los restos del impacto salieron volando en todas direcciones, por lo que algunos fans sentados en el área también recibieron impactos. Afortunadamente, ninguno salió herido de gravedad.'Fue muy loco', dijo Dillon sobre el choque. 'Te pones a girar por ahí y los cinturones se aflojan con cada impacto, así que los golpes se vuelven más y más violentos. En el cuarto golpe ya te has separado lo suficiente como para que este impacto duela más que los anteriores. Me aferré al volante tan fuerte como pude. Estoy seguro que durante la próxima semana iré encontrando más golpes y moratones, pero de momento estoy bien'.