FYI.

This story is over 5 years old.

Comida

Comer por la noche es un desorden alimenticio real

Todos amamos comer tarde en la noche, pero para aquellos con el Síndrome de Comer de Noche sí y se hace como una necesidad no como un antojo.

A mi, como a la mayoría a las personas, me gusta gratificarme de vez en cuando con algún bocadillo tarde a la noche. Sucumbiendo a los ruidos de mis tripas que suenan como los truenos en las canciones de Elton John bajo las sabanas, camino en la oscuridad en dirección al la cocina y abro la nevera. Parada ahí soy un ícono iluminado como Jesús. Aunque en vez de alimentar a cinco mil personas, en ese momento sólo me importa alimentar a una persona: a mi.

Publicidad

Todos hemos estado en esa situación. Dios sabe que Nigella Lawson sabe qué hacer cuando merodea alrededor de la nevera a las altas horas de la noche. Aunque para Nigella y para mi los bocadillos nocturnos son una decisión más que una necesidad. Si voy y me hago un sandwich a las 2 de la mañana es porque tengo ganas y no porque tenga miedo de tener demasiada hambre como para dormirme de vuelta.

Sin embargo, para los que sufren del Síndrome de Comer de Noche (SCN) – un estimado del dos porciento de la población en el Reino Unido – los viajes nocturnos a la nevera son una compulsión. Observado por primera vez en 1955 por Albert Stunkard, M.D., un profesor de Psiquiatría de la Universidad de Pennsylvania, SCN está clasificada en la más reciente edición del Manual Estadístico y de Diagnóstico de Enfermedades Mentales bajo la sección de "Otros desórdenes alimenticios específicos" No se debe confundir con el Síndrome Alimenticio Nocturno, en el que las personas están dormidas y no recuerdan los incidentes, las personas con SCN están despiertos y muy conscientes de sus conductas de alimentación nocturna.

Los que sufren de SCN típicamente no tienen apetito en la mañana y no comen desayuno, por lo que terminan comiendo tan sólo una tercera parte de su consumo de calorías diario para las 6 de la tarde en comparación con otras personas, mientras que en los grupos de estudios controlados han consumido setenta y cinco porciento. Cuando viene la noche, usualmente entre 8 pm y 6 am, las personas con SCN pueden llegar a consumir alrededor de la mitad de su total de calorías diarias. Esa es mucha comida en la oscuridad

Publicidad

Los que sufren de SCN también están caracterizados por el sueño entrecortado y la creencia de que si no van y se preparan una tostada con queso o algo, no van a poder dormirse. Es por eso que los que tienen esta condición tienden a consumir alrededor de 400 calorías de una vez, mientras que los comedores compulsivos pueden llegar a consumir de 2000 a 3000 en un único episodio. Dicho eso, pareciera que sí hay un patrón mental similar en juego, una perdida de control temporaria que puede o no ocasionar un sentimiento de culpa y vergüenza.

Entonces, ¿qué es lo que causa esta aflicción nocturna? Las hormonas puede que tengan las respuesta. Los estudios han probado que la gente con SCN tienen niveles significativamente más bajos de malatonina que esos que no. Como los niveles de melatonina suben durante la noche para ayudar a mantener un sueño seguro y contínuo, una deficiencia de la misma podría sugerir patrones de sueño interrumpidos. Los niveles bajos de otra hormona, leptin –la hormona de la saciedad- fue también encontrado en los que tienen NES, sugiriendo con razonable claridad que el desequilibrio hormonal está causando problemas.

Puede que sea genético también. Nuevos estudios han sugerido que SCN puede desarrollarse cuando el gen responsable de regular y sincronisar los patrones de alimentación y sueño, PER1, está mal. Usando ratones, observaron que cuando el gen se silenciaba, el ratón se llenaba rápidamente sus cachetes con semillas de girasol en los momentos en los que debería estar durmiendo.

Como con cualquier otro desorden cognitivo, SCN es casi certeramente un producto de multiples factores, y es crucial que estos resultados no se tomen por si solos. Como apunta la Dra. Sheri Jacobson, psicoterapista y directora clínica en Terapia Harley: "los desórdenes alimenticios están normalmente conectados a los problemas emocionales. Rara vez es un problema aislado. Hay inevitablemente algunas dificultades emocionales tempranas, generalmente provenientes de la infancia."

Otras teorías que se han presentado sobre las causas de SCN respaldan esta opinión. Una, presentada por el Dr. Stunkard – quien fuera el primero en descubrir los sistemas en 1955 – es que los que tienen SCN puede que esten practicando una forma de auto-medicación porque sufren de stress, depresión, ansiedad, o tal vez los tres juntos. Es por esto, que los bocadillos que consumen son usualmente altos en carbohidratos y azúcar (piensa en donuts, tostadas, chips) que naturalmente tienen altos niveles de la hormona del sentirse bien, la seratonina. La Dra. Kelly Allison, profesora asistente de psicología en psiquiatría en la Universidad de Pennsilvania dice: "creo que el stress lo dispara pero tienes que tener unas condiciones específicas para responder de esta forma, y creo que eso es genético."

Curiosamente, en quince años de práctica, el Dr. Jacobson no ha visto representaciones clínicas de SCN : "he visto desórdenes alimenticios de varios tipos, los que a veces podrían incluír comer por la noche, pero siempre eran parte de un conjunto más amplio de problemas presentados con la comida". Pareciera que con el SCN, igual que con otros desórdenes, existe un estigma unido a él que podría estar previniendo a los que lo sufren al buscar ayuda. Esto no es sorprendente en lo más mínimo. En el pasado, se han burlado de este desorden. Los que lo niegan pueden pensar: sólo deja de comer queso del refrigerador a las 3 de la mañana, puerco, lo que es probablemente como decirle a una persona deprimida "alégrate", tan útil como una tetera de chocolate.

Con un poco de esperanza, los resultados de esta nueva investigación van a pavimentar el camino para futuros estudios que ayuden a sacar la nube que cuelga sobre el SCN. La gula es una cosa, pero ésto parece ser algo completamente diferente.