Brasil ya está en el Mundial: A la verdeamarelha no le duele nada, aunque la herida siga abierta.

A Brasil no le duele nada, aunque la herida siga abierta. La verdeamarelha pasa la página, aunque la tragedia de aquel 8 de julio del 2014, cuando Brasil vivió la reedición del Maracanazo en las semifinales de su Mundial, en su casa, goleado 7 a 1 frente a Alemania, todavía divierta a algunos aficionados. La selección liderada por Tite aseguró el primer boleto en disputa al Mundial de Rusia y seguirán siendo la única que nunca ha fallado a la cita. El martes, en la jornada 14 de las eliminatorias de Conmebol, Brasil derrotó a Paraguay con tres goles y obtuvo los puntos necesarios.

"Gracias, padre del cielo", exclamó Tite, al saber de la derrota de Uruguay ante Perú, lo que faltaba para confirmar el pase. Sólo una frase que ayuda a dimensionar la presión de un hombre que hace siete meses firmó en la incertidumbre. La calma es imposible porque en el grupo no hay posiciones aseguradas, pero el riesgo que reconoció en los primeros días de transición se ha ido a falta de cuatro partidos en los que buscarán consolidarse como lo que es Brasil en cada Mundial: favorita.

Después de la eliminación de la Copa América en primera ronda y la urgente salida de Dunga, sin mucho ruido firmaron al entonces campeón de la liga brasileña con Corinthians, Adenor Leonardo Bacchi, exjugador brasileño, un amplio conocedor de su futbol como entrenador y preparado en un año sabático por Europa, quien ya se había negado en dos ocasiones a aceptar el cargo. Habría sido uno de tantos que dicen no a una selección, y no cualquiera, por las tensiones que implica.

Una vez que su valía había sido probada en 2012 al conquistar la Copa Libertadores y vencer al Chelsea en el Mundial de Clubes, la crisis exigía su experiencia y dio el sí que muchos en el país esperaban: "Si estoy aquí es porque no se han dado los resultados, y entiendo que la mejor manera de contribuir es aplicar aquellas palabras que han guiado mi vida y mi carrera: transparencia, democratización, excelencia y modernidad".

Tite había hablado mal de Neymar mucho antes del nombramiento: "Neymar es un mal ejemplo para el niño que está creciendo, como el mío", dijo en 2012 tras un partido entre Corinthians y Santos. En el entorno preocupaba lo que un descontento de ese tamaño podría provocar dentro de la plantilla con un jugador tan joven que de a poco asumía el protagonismo, pero que era duramente golpeado por las críticas.

De eso, nada, "las situaciones pasadas las borramos", dijo al iniciar su gestión. El delantero perdió la exclusividad del gafete de capitán que han usado Dani Alves, Miranda, Fernandinho y Renato Augusto. Tite argumenta un reparto de responsabilidades y se mantendrá en rotación en los siguientes partidos.

Neymar volvió a vestirlo ante Paraguay, luego de un par de meses demostrando madurez también en sus declaraciones, y solo se ha ausentado por suspensión en un encuentro de eliminatoria, siendo fundamental con seis goles y el mismo número de asistencias. Tan líder como lo fue la noche del martes, cuando se repuso a la falla de un penal para hacer lo suyo y cobrar la deuda, tomó el balón en su campo y emprendió una carrera por la banda izquierda reduciendo a los rivales a espectadores de un toque suave que batió al arquero para deleite de la tribuna en el Arena Corinthians.

Más allá del jugador a quien ha perfilado como su principal ayudante en el campo, Tite delinea una identidad colectiva que ha devuelto la seguridad perdida en los proyectos fallidos, cuando eran desconocidos con la camiseta más representativa del triunfo en el futbol mundial.

Brasil confirma su dominio en la clasificación sudamericana con 24 goles, gracias a un ataque de nuevo temible, fortalecido por Paulinho, Philippe Coutinho, Gabriel Jesús. Como prueba, las goleadas a Argentina (3-0) y Uruguay (4-1); casi todos sus rivales de zona han sufrido la nueva era, solo falta la selección chilena, a la que recibirán al final del camino. La defensa es motivo de bromas desde el pasado Mundial, sin embargo, Marcelo, Marquinhos, Miranda y Alves se han consolidado en el puesto y en este periodo solo han encajado dos anotaciones (una de ellas, autoría de Marquinhos en propia puerta).

Así como reparte responsabilidades en el campo, Tite distribuye el esfuerzo que ha representado la transformación: "La selección tenía un grupo de trabajo e incorporamos una comisión técnica que es muy comprometida y un equipo de trabajo que pasa por el departamento médico, por la jefatura de prensa, somos todos", declaró al terminar el partido.

Con el equipo en el sexto puesto de las eliminatorias a la llegada de Tite, no era tan fácil imaginar que en marzo estaríamos hablando de una marca perfecta: ocho de ocho y la clasificación matemática a la Copa del Mundo, con ayuda de los resultados rivales, pero sin prisas quince meses antes… y gustando.

Neymar lo define casi como un acto heroico: "Meses atrás nadie quería apoyar a Brasil y ahora la gente está feliz, rescatamos al aficionado brasileño". Siente que el entusiasmo de los buenos tiempos está regresando, el mismo que celebró a una de las mejores generaciones que se han visto en el futbol, la de sus ídolos: Ronaldinho, Ronaldo, Robinho.

En cada ciclo, la exigencia mínima para la Canarinha es la clasificación, la prueba válida será cuando estén de frente a la posibilidad del fracaso. Mientras llega el momento, Tite disfrutara, como lo dijo en conferencia, con una caipirinha de gran tamaño.