La breve historia de Lutz Pfannenstiel, el futbolista de los cinco continentes

En el futbol moderno, rechazar un contrato de cualquier club de élite europeo sería considerado una locura, un suicidio para la carrera deportiva profesional de cualquier joven futbolista que ha dedicado su vida a este deporte. Se puede sacrificar todo, los amigos, la familia, el país de nacimiento, la cultura, la gastronomía, todo, pero no las ganas de jugar en un continente desconocido para cumplir los sueños. Lutz Pfannenstiel es la excepción a la regla, un loco testarudo que prefirió entregarle su destino a la suerte después de rechazar un contrato del mismísimo Bayern Munich.

Pfannenstiel puede presumir que ha vivido en el sentido más extenso de la palabra. Después de darse el lujo de rechazar la oferta del club más exitoso del futbol alemán en 1993, Lutz se fue a jugar como guardameta profesional a Malasia, donde tuvo la fortuna de ser evaluado por cazatalentos de la Premier League que lo llevaron de vuelta a Europa con el Wimbledon, en ese entonces un equipo de primera división.

En Inglaterra, el trotamundos Lutz pasó un tiempo con el Nottingham Forest, pero su alma viajera lo incitó a cambiar drásticamente de rumbo. Su próxima parada: Sudáfrica con los Orlando Pirates. Y como Singapur no estaba "muy lejos" de la costa sur de África, Lutz se aventuró con el Sembawang Rangers. A esta racha de alocados viajes le siguió Finlandia, Alemania, de nuevo Singapur —donde pasaría 101 días encarcelado por un supuesto amaño de partidos—, Nueva Zelanda —donde se metería en problemas de nuevo por robar un pingüino—, y de vuelta a Inglaterra.

Jugando por segunda ocasión para el Bradford Park Avenue, Lutz casi muere después de un brutal choque con el delantero del Harrogate, Clayton Donaldson, que le detonó un paro cardíaco y tuvo que ser revivido hasta en tres ocasiones.

Una vez recuperado, Lutz continuó su "gira" por el mundo en Noruega, Nueva Zelanda, Canadá, Albania, Armenia y, la cereza en el pastel, Brasil. 25 clubes en cinco continentes y una historia de vida que pocos humanos pueden contar.

En la actualidad, Lutz es comentarista y cazatalentos del Hoffenheim. Al parecer, rechazar el contrato del Bayern no resultó tan mal como muchos creerían.