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La encarnación moderna de yoga con mota empezó con las clases del instructor y educador sexual Dee Dussault poco después del año 2000 en Toronto. Ahora que Dussault se reubicó en San Francisco, House of Yoga es el lugar para tomar clases de yoga con mota en Toronto y se está volviendo muy popular. Algunas clases son en la noche y otras son muy temprano en la mañana. En la clase de yoga a la que fui había puros instructores y alumnos mucho más avanzados que yo.Después de extender nuestros tapetes y colocarnos en postura de meditación, me sugirieron no excederme en la primera clase. Nos pasaron las bolsas de vapor de sativa y después empezamos con las posturas. Fue lo más difícil que he hecho en mi vida pero logré mucho más de lo que imaginé, supongo yo, gracias al poder de la mota. Estaba lo suficientemente relajado como para probar cosas que jamás me habría atrevido a hacer, como la postura de cuervo. Sí, me fui de cara inmediatamente después de hacer esa postura pero estaba tan cómodo que me paré y seguí con la clase. La clase de una hora fue una de las experiencias más agotadoras y extrañamente rejuvenecedoras que he tenido —casi igual que mi mini viaje con hongos—.Cuando terminó, nos sentamos en nuestros tapetes y meditamos con más bolsitas de vapor (que esta vez era de indica, una cepa tranquilizante). La sensación que experimenté cuando inhalé la cannabis fue muy diferente a la que tengo normalmente cuando fumo. No sé si fue la combinación de las endorfinas con los cannabinoides pero en verdad fue una experiencia reparadora.Después de la clase, hablé con otros estudiantes y me sorprendió que muchos compartían historias similares. Todos practicaban yoga en otro centro, probaron el yoga con mota y quedaron encantados. Yo habría hecho lo mismo.Sigue a Damian en Twitter.