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La Cándida Vándala presenta

Un Noé grafitero y su Ark Animalium

Me crié con animales y me encanta verlos jugar, correr, moverse, y saber que son tan perfectos; los humanos nos creemos perfectos por pensar, pero no vemos que la perfección de los animales está en no hacerlo.

Gabriel Sabogal es Ark animalium, un skater, y diseñador gráfico de profesión que comenzó trabajando en publicidad y, que cansado de que lo único que se viera en las paredes del mundo fueran piezas comerciales comenzó a pintar los muros a su alrededor con las caras de latinoamericanos trabajando por un mejor futuro.

Desde 2004 las paredes de Bogotá, Miami, Tarapoto y Urabá —por mencionar solo algunas— se inundaron de creatividad, mensajes encriptados y animales asomándose por doquier, para envolvernos en un universo lleno de trazos y colores delicados que hablan por sí solos.

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Este grafitero que da su vida en cada muro y que lleva el arte en la sangre, nos expuso todo lo que pasa durante su proceso creativo, nos contó de aquellos recorrido que ha hecho y de las influencias e imágenes artísticas que se construyen en su cerebro, brindándonos un espectáculo de verdad y conciencia inigualable, esto fue lo que nos contó:

VICE: Cuando empezaste a ver a la calle como un lienzo, ¿qué te atrapó e hizo que decidieras que este era tu camino? Gabriel: Todo empieza cuando uno le agarra cariño a la calle y a lo que pasa en ella. Mi primer acercamiento fue a través del skateboard, deporte en el que llevo más o menos veinte años. Comenzó a interesarme todo lo que pasaba a mi alrededor y mis compañeros tenían grupos donde había gente que ya había empezado a pintar con spray, no era grafiti en sí y mucho menos arte porque la cosa funcionaba más como para marcar territorios en donde habían patinado, pero fue ahí cuando empecé a agarrar las primeras latas de pintura. Unos dos años después empecé a trabajar en el dibujo e hice algunos trabajos en gran formato muy relacionados al cómic porque estaba afiebrado con eso y con la ilustración. Luego comencé a estudiar diseño y callejeando me puse a probar, le agarré el gusto a la técnica y me quedé con esto, supe que era lo mío.

¿Tu trabajo y tu estudio en diseño moldearon un poco tu estética para quefuera más cercana a la ilustración? Cuando empecé a salir a fiestas de hip-hop, en mi grupo de amigos siempre había algún rapero al que le gustaban los oficios de lo que la cultura le daba, y entre ellos estaba el grafiti, entonces muchos cogíamos marcadores y hacíamos tagging, (marcas o etiquetas que identifican a un grupo o a alguien dentro de una comunidad). Esta tendencia era una de las referencias que se veían en revistas de hip-hop y en videos de cultura urbana. Cuando empiezas en esto, tienes una sola lata y no puedes hacer más que probar cómo funciona, y lo primero que haces es una firma o alguna figura que te represente. Yo empecé por ahí, pero como te decía ya había explorado el campo del dibujo y de la ilustración y aunque iba experimentando haciendo letras, me puse a probar con volúmenes y texturas sobre ellas, entonces ya no pensaba en las caligrafía como tal, sino en las formas que se pudieran relacionar, dejé de lado la escritura porque no me apasionaba tanto, me gusta más pensar en historias, personajes, escenarios, y cosas que no sean tan literales sino más figurativas.

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¿Cómo es el proceso creativo de Ark Animalium?

Primero me empapé de una multiplicidad de estéticas que me ofrecía APC, un colectivo de arte urbano al que pertenecía, después vino el interés por el trabajo de mi padre como artista. Al principio, no quería tocar su obra, pero me he dado cuenta que las últimas cosas que he hecho han sido inspiradas en él, era necesario agregarlo a la red de creatividad que tenía porque siento que tengo un patrimonio creativo que no había percibido pero que igual estaba aplicando sin darme cuenta. Siempre fue relevante la relación entre lo natural y lo humano, y, sin embargo, aún no le he preguntado el por qué hace lo que hace, porque estoy apenas explorando antes de indagar de dónde saca sus ideas.

En tus trabajos se presentan frecuentemente los animales, incluso tu seudónimo actual hace referencia a ellos, ¿de dónde viene esta fascinación?

Comencé a firmar como "ARK" cuando pintaba letras porque se podían hacer muchas formas con la A, la R y la K. Algunos que ven mi trabajo relacionan mi seudónimo con la palabra "arcángel" por mi nombre de pila que es Gabriel, y me gusta darle a la gente el poder de verlo como quieran, pero realmente creo que salió de un trabajo que hice cuando estaba en la universidad, fue una casualidad de la vida.

La otra parte de mi nombre (Animalium) representa de cierta manera el punto en el que estoy ahora. Cuando era pequeño viví rodeado de animales, porque mi papá tenía un criadero de pastores alemanes y crecí con ellos, siempre tenía un perro al lado. Me encanta verlos jugar, correr, moverse, y saber que son tan perfectos; los humanos nos creemos perfectos por pensar, pero no vemos que la perfección de ellos está en no hacerlo.

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Entonces, tienes diferentes mensajes que transmitir por medio de tus muros

Creo que me dividiría en varias partes, una es la de la pura fantasía, en donde salgo con mis amigos a pintar a ver qué sale, me gusta ayudar a componer un muro sin tener que imponer mis ideas, metiéndole lo que hago, comprometiéndome a que salga algo chévere. Otra parte de mí son mis experiencias al viajar, me gusta conocer gente, construyo historias basándome en lo que veo en sus ojos, su pasado, su presente, sus miedos, sus esperanzas, me dejo permear por ellos y veo qué sale.

Últimamente me he enfocado más en los animales y eso se refleja en el animalium que le puse a mi nombre, hablando de un arca de animales que veo como un barco de salvación o de esperanza para ellos, quiero recordarle a la gente que no estamos solos. No busco salvar al mundo, ni decir que yo soy bueno y todos son malos, solo creo que puedo decir que hay que pensar en ellos y recordar que no estamos solos.

Has tenido la oportunidad de viajar y hacer arte urbano en esos lugares a los que has ido ¿Cómo ha sido la experiencia?

Cuando estuve en Perú, en una ciudad que se llama Tarapoto, me fui a pintar cerca de un bulevar, en donde habían casas de personas y de familias de bajos recursos. Había una señora con cinco hijos pequeños que permanecían en las calles aburridos porque no tenían nada que hacer, y noté que cuando llegué a pintar, se alegraron un montón. Algunos días veía que más o menos unas veinte personas del barrio se reunían frente al muro a ver lo que yo estaba haciendo y decidí buscarles rodillos para pedirles que pintaran conmigo. A mitad de camino miré lo que habíamos hecho, me di cuenta de que inconscientemente los había estado pintando a ellos. La obra se construyó a partir de lo que había pasado en el momento. En todos los viajes me pasa que llego con una idea vaga de lo que quiero hacer, y con la inspiración que me da el lugar, completo el mensaje que entrego.

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¿Cómo eliges a dónde ir?

En Bogotá recibo muy poca inspiración porque no sé qué agarrar de tantas cosas que hay, la conozco tanto y he visto tantas veces su caos que no me motiva mucho pintar acá, mientras que cuando salgo, procuro ir a lugares desconocidos para mí, me lleno de todo lo que veo, pasan mil cosas y termino pintando según las circunstancias.

Aparte de Perú también estuve en Miami hace un tiempo, fui a Wynwood —un barrio caracterizado por exhibir las vanguardias del Street-art y del arte en general, pero que contradice el ser mismo del arte callejero, por vender obras a altos precios y por sufrir actualmente un proceso de gentrificación—, al taller de un artista gringo que es amigo mío, con ganas de continuar una historia que tenía en un impreso que llevé para trabajar. Comencé pintando y le metí un montón de simbología que aterricé solo cuando terminé, todo se desarrolló por sí mismo. Lo chévere de trabajar en el arte urbano es que nunca sé lo que va a pasar.

¿Te enamoraste de la calle?

Yo veo en el grafiti una forma de marcar territorio, parecido a lo que hacen los perros cuando orinan por ahí, puede que pasen muchos animales y no lo noten, pero otro perro seguro lo va a notar; entonces yo paso, dejo bombas (elementos gráficos aislados) y hay gente que las nota y saben que son mías, como hay otras personas que ni siquiera las ven.

¿Has explorado otras superficies?

Hice cuadros, dibujé sobre patinetas, hice serigrafías, trabajé en ilustración digital y editorial; pero lo que encuentro en el Street-art no lo encuentro en ningún otro lado, cuando estoy solo en mi casa tengo muchas distracciones: como el internet, falta de gente y de inspiración. La calle me da sol y tranquilidad para pintar. Me quedo con lo que hago en las paredes.

¿Cuál es el futuro de Ark? ¿Qué viene para ti?

Quiero aprovechar la vitrina en la que estoy ahora porque a la final hay que tener con qué vivir, entonces me gustaría sacar una línea de impresos sobre productos, tal vez volver a la serigrafía, buscar dónde puedo meterme, de cualquier manera, siempre buscaré que los animales estén presentes en mi trabajo.