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Cultură

¿Por qué publicamos nuestras 'selfies' de desnudos en internet?

Las selfies de desnudos son mucho más que un intento de llamar la atención; son una parte clave de la forma como la gente joven utiliza Internet como herramienta para la autoexploración.

Imagen vía Wikipedia Commons

Este artículo fue publicado originalmente en i-D, nuestra plataforma de moda.

Desde que los dioses de la tecnología dieron el regalo de la cámara frontal, la relación de la gente con las selfies ha ido evolucionando. Muchos las ven como un espacio de cultivo para los frívolos y narcisistas, algo que hace la gente en busca de likes para subir su autoestima. Sin embargo, una selfie en bola invita a un debate todavía más complejo. Nos lleva a pesar sobre la omnipresencia de la tecnología en nuestra cultura.

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Todos hemos estado en ese plan desocupado de tomarnos infinitos autorretratos en los que salimos lindos en uno de cada mil intentos. Pero sabemos que la mayoría de esas fotos no serán vistas más que por nuestros propios ojos. Con ropa o sin ella, sentimos un extraño impulso por documentar nuestro cuerpo y poca gente está tan interesada por esta obsesión colectiva como Matthew Hart, un estudiante de doctorado de la Universidad de Western Sydney. Su investigación analiza por qué la gente joven publica selfies sin ropa en Tumblr.

Para Matthew, las selfies de desnudos son mucho más que un intento de llamar la atención; son una parte clave de la forma como la gente joven utiliza Internet como herramienta para la autoexploración. Por esta razón nos pusimos en contacto con él para hablar sobre cómo estas selfies se han convertido en un acto casi natural para la juventud.

i-D: Al parecer, en los últimos años las redes sociales se han convertido en una especie de chivo expiatorio. Muchos dicen que las selfies son un síntoma de una generación que está obsesionada con ella misma.
Mathew Hart: Muchos de los discursos públicos y de las redes sociales señalan las selfies como actos narcisistas y egocéntricos. Yo, por otro lado, las veo como un medio en el que la gente joven puede articular sus deseos personales; ya sea formando relaciones íntimas o forjando una actitud más positiva hacia su cuerpo. Las selfies de desnudos son el ejemplo más claro. La práctica estándar consiste en dejar los rostros fuera de la imagen para asegurarse de que sus autores no sean identificados. Pero yo me refiero más a las personas que eligen deliberadamente mostrar sus rostros y no eliminar tatuajes u otras características distintivas de sus cuerpos. En cierto sentido considero que son muy valientes.

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¿Dónde terminan estas imágenes?
En Tumblr. Ahí la gente joven encuentra un público que muestra mucho apoyo. Las personas no sienten riesgo en las convenciones sociales que surgen en Tumblr —donde se rigen por la idea de que "lo que pasa en Tumblr se queda en Tumblr"—, de que las fotos que suben terminen publicándose en Facebook, donde sus amigos, familia y compañeros de trabajo las podrían ver.

Tumblr es un espacio online muy creativo que alberga una gran cantidad de subculturas que no siempre podemos encontrar en la vida real. La gente joven puede hablar allí bajo un sentido de comunidad con una actitud positiva hacia el cuerpo y encontrar a otras personas que están pasando por cambios similares en su vida.

Si estas selfies de desnudos no van dirigidas a un gran público, ¿qué sentido tienen?
Laselfie es una herramienta que utilizamos cuando estamos trabajando para conseguir una actitud positiva hacia el cuerpo o una autorrealización. Es posible que la gente que se toma estas fotos esté pasando por una transición; pueden ser personas transgénero o simplemente individuos que tienen una identidad en el trabajo y su vida social, y otra identidad escondida en ellos mismos.

Yo lo veo como una especie de ancla: vivimos en contextos tan ajetreados y frenéticos que podemos llegar a perder la idea de quiénes somos. Pero, si tenemos un lugar seguro como este podemos sentirnos anclados. Podemos volver y recordar quiénes somos y lo que nos importa.

La gente joven lleva siglos explorando su identidad de forma conjunta, ¿cómo ha cambiado esa experiencia en el mundo digital y la presencia de las selfies?
Las selfies son algo muy íntimo. En última instancia, la intimidad es una de las cosas más importantes para nosotros. Tanto en la conexión con nuestra familia y amigos, como en la conexión con nuestras parejas. Las fotos son una forma muy básica de crear una conexión, y no me refiero únicamente a las que nos tomamos con nuestros seres queridos, también lo son las que nos tomamos a nosotros mismos.

Hoy en día se le da mucha atención a nuestras selfies sexuales pero se nos olvida que generaciones anteriores hacían las mismas fotos, solo que escondían las Polaroids de desnudos debajo del colchón. Antes la gente solía mantener todo esto en privado, mientras que los jóvenes ahora se sienten cómodos publicándolo en Internet. Estamos avanzando hacia una cultura cada vez más visual y la forma que tenemos de comunicarnos se apoya cada vez más en medios visuales.

Una selfie de un desnudo publicado en Tumblr no funciona de la misma forma que una Polaroid escondida en una caja, puesto que se trata de un espacio público.
Por supuesto, pero lo que resulta interesante de la gente joven con la que hablo es que han desarrollado una serie de prácticas para poder poner estas imágenes online evitando el peligro de que las fotos vuelvan a ellos. Utilizan un alias, distintas contraseñas y otras herramientas que evitan que estas fotos sean explotadas y que lleguen a todo el mundo. Los jóvenes no son tan ingenuos como mucha gente mayor cree.

Pero, ¿por qué se arriesgan? ¿Qué más provecho le sacan?
Creo que tiene algo que ver con la experiencias al límite. Esas acciones que implican la asunción voluntaria de riesgos y hacer cosas innovadoras. El ejemplo clásico son los saltos de caída libre: la gente salta de un avión poniendo su vida en riesgo simplemente para sentir la adrenalina. Hacer selfies sin ropa con el rostro visible significa asumir un riesgo de forma voluntaria. Esta gente disfruta desafiar este tabú social. Aunque es claro que no todos los jóvenes lo hacen para sentir esa emoción, muchos disfrutan jugar con los límites.