Aparte de ser el festival más vistoso del país, el Estéreo Picnic también es el más costoso, por lo que no es poco el sacrificio que muchos tuvieron que hacer para poder entrar al parque. A través de esta galería, quisimos rendirle un homenaje a todos los que se guerrearon la entrada, vendieron lo que sea, dejaron de salir, de comer, de dormir… y lograron comprar su entrada.Estas son algunas de sus historias."Tuve que pedir prestado y vendí mi guitarra. Tuve el celular cortado por muchos días"."Un man se ganó unos combos y me vendió uno en 400 lukas. Para levantármelos 400 hubo buen MDMA que se vendió y lo que llamamos weed"."Nosotros hacemos cartas astrales. Cada carta cuesta 150mil"."Yo vengo desde Tunja, trabajé mucho y le pedí al Niño Dios que me regalara una parte. También dejé de regalarle cosas a mi novia y la perdí".Ella: "Me guerrié esta boleta con mucho convencimiento. Me tocó hacerle todos los favores sexuales de la vida"."Para poder venir, dejé de sacar copias de la universidad y empecé a comer almuerzos mucho más baratos, casi regalados"."Todos sacamos la plata de nuestro trabajo. Yo soy mensajero y ellos dos trabajan en maquinaria. Compramos primera etapa, el golpecito se sintió bastante. La sacamos en 525 cada una. Medio milloncito de pesos cada uno… o más"."Yo vivo en Ecuador y trabajé todo el verano en un lugar de llantas que no tiene nada que ver con lo que estudio ni con lo que me gusta. Ahí ahorré un poco de dinero para el tiquete aéreo. Después en las vacaciones trabajé en Zara allá en Ecuador y me gané como 200 dólares en temporada navideña. Fue durísimo"."Esta boleta la levanté a punta de vender dulces en la universidad entre clase y clase. Estudio en la Javeriana".Erika: "Esperamos el día para Creyentes y en una hora se acabaron las boletas. Nadie nos dio respuesta. A los tres días nos tocó esperar a que saliera la primera etapa, que tampoco pudimos comprar. Luego salió la de segunda etapa y fue un enredo porque solo podía comprar gente con tarjeta de Aval. En segunda etapa finalmente pudimos conseguir la boleta. Eso me jodió las cosas porque tenía presupuesto solo para la boleta de Creyentes y en esos días me tocó conseguir la plata para la segunda etapa. Le pedí prestado a todas mis amigas para levantarme esa plata y todavía se las debo"."Trabajo en la empresa de mi familia y me descuentan plata cada semana para ir pagando la boleta de a pocos. Es una deuda familiar".
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