La nueva canción de El Guincho suena como las catacumbas de un internet divertido

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¿Que significa el formato disco en 2016? El Guincho lleva haciéndonos esta pregunta desde que anunció su Hiperasia casi como una firma de ropa, un disco que podía vestirse y al que se iban a ir añadiendo canciones y varios experimentos.

Empezamos a entender a qué se refería cuando apareció por sorpresa la mixtape Michael Dior, seis canciones que seguían la senda marcada por Hiperasia pero que sonaban sueltas, como un divertimento con varios hits mayúsculos. Las canciones parecían más sencillas a nivel de producción, menos exprimidas y con más aire. Perfectas para escuchar con el teléfono haciendo esfuerzos sobrehumanos por no acabar bailando en el metro. Y obsesionarse muy fuerte con ellas, claro. "Pegada al white" se convirtió enseguida en favorita, pero el resto caló enseguida, un poco r'n'b de baja fidelidad, un poco de Madlib/ J Dilla, un poco de frescor, un poco del mejor Guincho pasándolo muy bien.

Ahora llega "Champagne y cerezas", con Gracias Miami –personaje misterioso que ya estaba en la anterior mixtape como Young Nivea- y Ghost, del colectivo norteamericano Dark World en lo que apunta a acabar formando parte de algo más grande, una especie de mapa lleno de conexiones que ojalá sea una segunda mixtape. Suena como las catacumbas de internet: mil y un alter egos, soundclouds de colectivos desconocidos de cualquier parte del mundo, guiños a la fiesta de ayer, emoticonos y ruido de fondo.

El Guincho estará tocando el viernes en el Sónar.