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La guía VICE para chupar pollas

Guía Vice para chupar pollas y domirnar el sexo oralGUÍA VICE PARA CHUPAR POLLAS

Hacer una felación de ensueño es un arte que no dominé hasta que tuve unos veinticinco años. Antes estaba muy perdida, normalmente iba borracha cuando lo hacía y a menudo me quedaba pensando por qué me salía mal. Tenía la ilusión, la concentración y la actitud necesaria pero también tenía la dentadura salida y bebía mucha mierda. En esa época iba al instituto. Entonces conocí a Yves, el típico novio que se tiene a esa edad, que es mayor que tú. Nació y creció en Montreal, estaba acostumbrado a que le hicieran unas mamadas de lujo. Desde entonces, he (cito textualmente) "meneado", "dominado" y "paralizado" algunas de las mejores pollas de la costa de Mississippi. Ahora te contaré mi experiencia. ¡Ahí vamos!

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1. NO MALGASTES TODAS TUS FICHAS
Antes de empezar con el tema, tienes que mirar tu presupuesto. Tienes como el equivalente a un bono de 20 tickets de sexo en una noche. Si te gastas quince tickets en chuparle la polla, sólo te quedarán cinco para follar. Te sugiero que reserves las mamadas para las mañanas, las tardes… vamos, entre semana. (Si es que aún quieres que te follen).

2. LOS MALDITOS DIENTES
Tus dientes no existen. Mejor pon tu dentadura en un vaso de agua en la mesilla. Haz como si tu boca llena de molares sensibles estuvieran comiendo un polo de helado gigantesco bien frío. Tienes que abrir la boca y usar tu lengua, arriba y abajo, arriba y abajo, creando un vacío para mantener su miembro alejado de tu dentadura. Recuerda esta técnica durante toda la mamada. Es fácil que le roces con los dientes, sobre todo si estás borracha. Un truco: cúbrete los dientes con los labios como esos protectores que usan los boxeadores.

3. LA PERSPECTIVA CORRECTA
La clave para hacer una mamada está en estar atenta. Tienes que estar concentrada durante el acto. ¿Recuerdas que la concentración necesaria para poder comerte un cono de helado sin mancharte la blusa? ¿Por qué  crees que fabrican lubricantes con tus sabores preferidos de golosinas y helados? Provoca el acondicionamiento pavloviano, es decir, que te pongas a salivar como hacen los perros ante un plato de comida. Piensa que hacer una buena mamada es como llevar chupete.

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4. TEN FE
No estamos hablando de dejarle a medias, o de chupar-hasta-que-se-ponga-muy-dura-luego-meterla. Eso es claramente "hacer el amor". Si no quieres entregarte al 100% con total devoción a su pene, no te esfuerces. Tienes que adorarlo como si fueras Indiana Jones y hubieras conseguido llegar al Templo Maldito. (Si el hecho de entregarte a su polla te hace sentir vulnerable, será porque se trata de un machote y se la estás chupando al tipo equivocado). Recuerda, aquí se da una paradoja psicosexual. Se la estás chupando y se la están chupando a él. Eres una esclava de su polla pero también ejerces un control absoluto sobre ella, como una actriz que actúa y dirige a la vez sus propias películas.

5. IR HACIA EL SUR
Antes de que te despegues de su boca y te dirijas hacia el fondo sur, vete preparando con la mano la pista de aterrizaje. Juguetea hasta que se ponga dura como una piedra. Hazle saber que habrá meneo del bueno con la boca pero no empieces hasta que esté preparado.

Restriégate, restriégate, restriégate contra sus pantalones como si su polla fuera un cachorro a punto de nacer. Agarra con firmeza la hebilla del cinturón como si fuera tuyo. Intenta no pasar mucho tiempo con el cinturón pero tampoco es grave si le pides ayuda. No hagas que te echen de la partida antes de haber empezado. La comunicación es muy importante porque los tíos tienen serios problemas para rechazar una mamada aunque seas realmente mala haciéndolo. Notar que está contento con cómo lo vas haciendo sin parecer una insegura es una de las cosas más difíciles a la hora de hacer una mamada.

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Consejo extra: No le jodas con la cremallera. Si le haces daño en el pene, se acabó. Baja la cremallera separándola del pene y no directamente hacia abajo, que igual le castras. Utiliza las dos manos si es necesario, como si la tuviera enorme o no llevase calzoncillos.

Clave: Si te parece que él dirige la jugada (agarrándote la cabeza con las manos), consulta las reglas del juego y hazle unas sencillas preguntas. "¿Estoy yendo muy rápido, fuerte, suave o lento?" No quieres que te explique el reglamento oficial o mantener un diálogo. Con que pronuncie una o dos palabras (si susurra un "siii" o un "muuuuybien" o un "oh, sí sí sí sí") será suficiente.

6. EL NACIMIENTO
Desliza tu mano por su calzoncillo. La criatura tiene miedo de nacer y tiene que conocer tu mano para sentirse seguro y salir al exterior. Concéntrate en sus ingles durante cinco segundos (no demasiado o parecerá que eres un espectro y que le vas a dejar semi-inconsciente)

Consejo extra: Si empieza a agarrarte la cabeza y a atraerte hacia su polla, la clásica aguadilla, no le retires la mano bruscamente. Con suavidad, agárrale de la muñeca y colócale la mano en otra parte. Sujétala durante un segundo como diciendo, "Tranquilo, tío. Yo controlo". Aunque de todas formas, ¿de dónde has sacado a este tío que te hace eso?

7. JUEGA CON SUS HUEVOS
Mmm… parece que alguien no ha recibido suficiente atención hasta ahora. Ahora es cuando tu cara y tus manos tienen que preparar un poco el terreno para hacerlo. Agarra y acaricia sus huevos con la mano que no utilizas para escribir.  Deben recibir mucha atención, pero sólo con tu lengua húmeda. Primero busca sus huevos con la boca hundiéndote en el hueco que queda entre sus muslos y la entrepierna y métete un testículo en la boca: mójalo y escúpelo. No te preocupes si todo se convierte en el Amazonas.

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Necesitas tu mano diestra para desenfundar la pistola. Estará húmeda por tus babas y, ahora también, recuerda que no tienes dientes. Esto es como un juego que juegas contigo misma. ¡¡¡No tengo dientes, no tengo dientes, sólo tengo encías y labios y una lengua. Nada de dientes!!!

Al final, tu boca se encuentra con tu mano y tu lengua y corre por el cañón con más saliva. Tus manos húmedas tocan la pistola con el dedo índice y el pulgar, como si fuera una prolongación de tu boca. Gime de placer. Esta es la situación: estás con la boca abierta, los labios como si fueran un ano, bajan por el cañón un poco, la lengua apretando la polla, la mano buena agarrando el cañón de la pistola y la mano mala tocando las bolas restregándolas con suavidad. Por supuesto, los dientes no están invitados a la fiesta.

Ahora que has entrado en acción, nunca alejes la mano o la boca de la polla. No estás babeándola y estás cogiendo el ritmo. En los preliminares, humedece el pene para conseguir el equilibro perfecto entre la suavidad y la fuerza. Ahora no es momento para los besos con cariño; sólo eres boca y lengua y mano. Toda la zona debe estar húmeda, engrasada, como una máquina con combustión interna que está arrancando.

Consejo extra: En algún momento, mírale a los ojos cuando tengas la polla en la boca. Recuerda que lo está grabando todo en el cerebro y que podrá usar esa imagen para pajearse en los próximos años. Puedes pajearle tú misma un poco. Es un buen descanso para todo el mundo y la variedad hace que todo siga siendo interesante.

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8. RITMO Y MOVIMIENTO
Por instinto, empezará a estremecerse poco a poco. No dejes de moverte a su ritmo, pero también párate de vez en cuanto para balancearte sobre su polla a destiempo. Es importante que en este punto te asegures de que no te está follando la calavera. Controla tú misma el ritmo.

Chúpale la punta y coloca el dedo índice y el pulgar como si fuera un cinturón. Mantén los labios bien lubricados y no te quedes quieta. Puedes hacerle cosquillitas con los otros dedos mientras tu boca y tus manos se mueven y se balancean arriba y abajo por la parte superior. El punto más sensible es la punta de la polla así que no pierdas mucho tiempo en el mástil. Buscas un ritmo parecido al de una canción infantil cantada a media velocidad. Nunca pierdas el ritmo o la concentración de tu boca moviéndose hacia arriba y hacia abajo por la punta del pene.

Llegados a este punto, estás agarrando el mástil de manera suave pero firme con la mano buena y la mano mala se ha convertido en una maraña de dedos y saliva. Dale arriba y abajo, abajo y arriba. La boca en la punta de la polla, métetela hasta el fondo, bien hasta el fondo. Las manos están para ayudar a la boca, sólo con la boca no podrás hacer todo el trabajo.

No te pongas como meta un orgasmo. Olvídate de las expectativas. Es esta parte de la mamada la que hace que te acostumbres a su ritmo y que tu boca sea el coño con más talento del mundo después del tuyo.

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Consejo extra: Como antes, ayuda que le mires a los ojos. Te recuerda lo que estás haciendo y a quién se lo estás haciendo. Es un momento intenso y, en caso de que hayas caído en trance, lo rompe. Los tíos pueden distinguir si se la estás chupando para acabar con el asunto o para calentarle, y eso hiere su sensibilidad. Un poco. 9. EL PUNTO DE NO RETORNO
Algo sucede entre mamarla y el punto de no retorno. Sus pelotas se ponen duras y empiezan a desaparecer. Adorable. Lo notarás porque la mano mala está en ello. Se pone tenso y arquea su cuerpo hacia tu boca y sus gemidos pueden volverse un poco más tiernos y ardientes. Ahora todo se pone más caliente pero también más fácil. La mano buena mete un poco más el pene en la boca. Forman un buen equipo, marcando el ritmo con fuerza pero controlando en todo momento. Los gemidos tienen que ser completamente frenéticos. Se forma el vacío entre la mano y la boca, moviéndose arriba y abajo mientras le muerdes las mejillas. Aquí hay una diferencia importante entre chupar sin más y hacer un vacío en la boca. El vacío es mejor. Chupar con fuerza puede hacer que tenga convulsiones.

Su polla está tan dura que puede que te cueste un poco metértela toda en la boca, pero intenta relajar los músculos de la garganta. Di "aaaah". Mueve tu boca arriba y hacia abajo con más pasión y ganas. Varía los movimientos de la boca, pero no pierdas ese vacío tan elegante. Usa la buena mano para controlar el movimiento, y mantén la boca cerrada y sellada y escupe por la polla húmeda.

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10. EL EMBITE FINAL
Eso es. Aumenta la velocidad de tu boca y la mano buena. Deja que sienta como le llevas al orgasmo. Tíos, está bien que le digáis que estáis a punto de correos pero no os comportéis como una estrella del rock. Dilo con cariño, como si estuvieras a punto de llorar y no supieras por qué. (¿Quién es el cachorrito subordinado ahora?) Tus manos están cerradas, le estás chupando la polla más rápido pero con un trasfondo de persuasión. Empieza a hacer movimientos como si te la fueras a tragar, pega tu lengua al mástil y relaja los labios. Gime con fuerza como anticipo del mejor orgasmo que has creado nunca.

Consejo extra: Si el pobre hombre entra en una espiral surrealista infinita que no acaba nunca, deja de chupársela y deja que se pajee mientras le chupas las bolas. Es la forma más segura de poner las cosas en su sitio.

11. CHUPAR A FONDO
Si le escupes significa que te gusta. Si te lo tragas significa que le amas. Si haces gárgaras con el semen parecerás una puta loca que probablemente tenga todas las enfermedades de transmisión sexual posibles.  A la mayoría de los tíos no les importa donde acaba el semen pero hay formas de convertir la eyaculación en algo erótico y divertido. Si se la estás chupando, probablemente quiera correrse en su cara. Sólo es semen y tú le amas. El semen tiene que acabar en alguna parte y es bueno para la piel. Acabe donde acabe, límpialo rápido. Ningún ser humano puede tumbarse y quedarse dormido rodeado de pegotes de lefa.

Consejo extra: Acaríciale el perineo mientras se está corriendo.

12. TRAGARLO
Es importante que te lo tragues. Demuestra un tipo de amor y aceptación que se verá recompensado a la hora de merendar coño, en el sexo matinal y durante la menstruación. La forma más fácil es estar erguida y arrodillada entre sus piernas porque la gravedad ayudará a que la munición no te llegue directamente y es que si la polla está suficientemente lejos de tu boca, chorreará como las almejas que babean en el supermercado. Por dios que así sea.

Importante: No vas a pillar SIDA por tragártelo. Lo mejor que puedes hacer es no lavarte los dientes ni antes ni después pero tranquila, está bien.

13. LAS SECUELAS
Una vez que se ha corrido, estará agotado y probablemente, ido. No vas a conseguir que recobre la consciencia. Mantén tu mano calentita en la punta de la polla un rato, como si se tratara de una manta térmica. Simplemente, mantente ahí tumbada mientras susurra "mecagoenlaputa" durante unas horas mientras te quedas dormida. Esas palabras serán tu nana toda la noche.