Me encanta subirme a la cabina del DJ cuando estoy borracha, por favor no me juzguen

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Música

Me encanta subirme a la cabina del DJ cuando estoy borracha, por favor no me juzguen

Cómo ser el mejor en la cabina, después del DJ.

Mi nombre es Claire y soy una mujerzuela de esas que vez en la cabina de DJ. Luego de muchos vodkas tibios servidos en vasos de papel, soy la primera en subirme y ver a la gente - mi gente - raveando a mis pies. Todos me adoran con sus etílicos pasos de baile. Cuando estoy de pie junto al desprevenido DJ, alzando mis manos hacia el cielo, sobre los demás clubbers, como una especie de Mesías del Jäger, creo firmemente que soy la elegida. Los dirijo a todos hacia la utopía del punchis-punchis.

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En la fría luz del día y la sobriedad, mi yo interno me dice que soy la peor persona: la más pendeja en el club. La única gente que se acerca a mi nivel de bajeza son los cretinos que están en la parte de atrás, moviendo la cabeza con un beat que no existe, la bola de estúpidos, que se acercan a las chicas pretendiendo que están "súper conectados con la vibra". A la mierda. La cosa es, que cuando se mete el sol, me someto a una irresistible necesidad que va en contra de mi naturaleza. Comienzo a transformarme. Me convierto en la chica de la sonrisa maldita, el pelo esponjado y los brazos en el aire, como una especie de mujer lobo.

La autora, la segunda desde la izquierda, invadiendo el escenario de Regression Sessions

Si me ven por ahí, no crean que me quiero ligar al DJ. Para ese punto ya estoy demasiado ida como para formular palabras legibles en absoluto, mucho menos como para platicar con alguien. Sin embargo, soy - y tengo la certeza - la chica más feliz en el club, bueno, si alguien puede bailar así, luego de seis vodkas dobles, pensarías que sería una ofensa presumirlo.

Sé que todos quieren hacer lo mismo que yo, como una reina confesada de las invasoras de cabinas, creo que ya encontré el equivalente clubber del Monte Sinaí, regresé con mis mandamientos, escritos sobre una caja de cigarros que compré en el camino de ida. Lo sé, Moisés regresó con diez, pero ya saben, Moisés no se fue de farra el viernes y a un cumpleaños el sábado. Ni tampoco DJ Harvey.

NO SERÁS UN DESASTRE

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Si se nota que vas a tirar un vaso de cerveza sobre el equipo del DJ, tienes posibilidades muy reducidas de entrar. Aunque los pisos pegajosos son inevitables en cualquier club, los Pioneer pegajosos son una sentencia de muerte.

NO LE HARÁS OJITOS AL DJ

Sin importar lo interesante o atractivo que creas ser, probablemente sólo estarás haciendo enojar al novio o novia de alguien, o al resto del harén de Moodymann. Si bien te va, se te quedarán viendo feo y te negarán la entrada, en el peor de los casos, te echarán de la cabina como el Tío Phil a Jazzy Jeff.

NO MOLESTARÁS A LOS DEMÁS

Mientras llegas al santo grial de la felicidad en la cabina, no dejes un mar de agresión detrás de ti. Principalmente porque quieres que tu transición de raver a príncipe o princesa de la cabina sea suave (los moretones causados por codazos y quemaduras no ayudarán mucho a tu causa), en segunda, porque no hay manera de que un DJ que sea medianamente respetable, quisiera tener a un idiota detrás de él o ella durante unas horas y que se esté robando sorbos de su bebida.

La autora y una amiga en alguna cabina, en algún lugar de Londres, antes de que los teléfonos tuvieran cámaras decentes

DEBERÁS TENER BUEN GUSTO

No quiero sonar como una sabionda, pero a nadie le gusta una persona que pretende ser experta en el EDM pero tiene un track de Guetta junto al soundtrack del Rey León y Lo Mejor de Queen en su iPhone. Ve al club a pasarla bien, y tal vez podrías escuchar algo que nunca supiste que te iba a gustar. Pero por favor, por favor, aléjate de la cabina si te mojas cada vez que suena "Sexy Bitch".

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DEBERÁS SACIAR LA SED DEL DJ

Si no le rindes tributo al dios de la cabina, estará en todo su derecho a devolverte a las hordas de las que buscabas escapar. Ten buenos modales y cómprale una cerveza al DJ, no seas desgraciado.

DEBERÁS EVALUAR LA MEJOR RUTA

El camino a la gloria está lleno de obstáculos y sólo los elegidos lo recorrerán sin un rasguño. Deberás estar preparado para saltar sobre charcos, evadir gente sudorosa, esquivar los peinados de las divas del dancefloor, y finalmente reunir la energía para soportar tu propio peso en la cabina. Las escaleras son para cobardes.

Cuando Claire no está incómodamente cerca de los DJs, ella está en Twitter