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Dallas Cowboys

Es oficial: Los Cowboys superaron la ausencia de Tony Romo

Los Cowboys ahora le pertenecen a Dak Prescott.
Image via FOX

De ahora en adelante, la marca de 8-1 de los Cowboys de Dallas seguirá prolongándose tan lejos como sus dos novatos quieran que así sea.

La última vez que presenciamos a un Tony Romo completamente saludable encabezaba los índices de pases completos en la NFL, touchdowns, yardas por jugada, eficacia vía aérea, etc. Figuraba en las listas para el MVP de casi todos y llevó a los Cowboys hasta los playoffs de la NFC. Entonces, se fracturó su clavícula (otra vez) y fue el fin de la temporada. Después se fracturó un hueso en su espalda en la pretemporada y volvió a perderse la campaña, hasta el día de ayer.

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Sólo pudo observar, desde una banca climatizada y acurrucado bajo una cobija, cómo el novato seleccionado para que aprendiera de él lideraba a su equipo para llevarse una de las victorias con más dramatismo de esta temporada. Innumerables jugadas, 65 puntos, y el dramatismo ilimitado culminaron con la octava victoria consecutiva de Dallas —y la banca permanente para Romo—.

Dak Prescott hizo todo lo que necesitaba hacer para demostrar que es el indicado para llevar a los Cowboys donde tiene que estar: evitar intercepciones (ninguna), lograr jugadas importantes (pases de anotación de 50 y 83 yardas), y pasarle el ovoide a Ezekiel Elliott:

I'll be watching this all week. Thank you @EzekielElliott #CowboysNation #DallasCowboys pic.twitter.com/wpaeSPEUkI
— Young Krizzle✭ (@Trill_Life214) November 14, 2016

"Si no está roto, no lo arregles" es un buen consejo, especialmente cuando un equipo atraviesa un momento como este. Pero incluso antes de que los Cowboys visitaran el Heinz Field y derrotaran a los Steelers con sus mejores hombres, rondaba un argumento igual de convincente en torno a Romo: este equipo podría llegar al Super Bowl, pero los mariscales de campo no ganan Super Bowls.

Si los Cowboys habrían perdido su encuentro, el entrenador en jefe, Jason Garrett, la habría pensado para regresar a Romo a la titularidad ante equipos difíciles por el clima: Baltimore y Washington con cuatro días de descanso, después Vikings and Giants, recibir a Buccaneers y Lions antes de visitar a Filadelfia para el cierre de temporada. Si los Cowboys tuviesen una marca de 7-2, y sus partidos fueran mucho más cerrados, sería difícil justificar el riesgo de iniciar con un novato hasta el final de la temporada.

Pero con 8-1, el equipo de Dallas no está roto y Dak aprobó el examen más rudo antes de la semana 17. No hay forma de que Garrett pueda sentar al novato encendido por el congelado veterano, y no hay tiempo para cambiar de opinión si en unas cuantas semanas es claro que optó por la decisión errónea.

Los Cowboys de hoy son el equipo de Dak —al menos que sufra una lesión— lo que significa que la carrera de Tony Romo en Dallas ha terminado. Tendrá su lugar bien asegurado en la banca mientras ve cómo Dak lleva a sus compañeros al Super Bowl que habría consagrado la carrera de Tony Romo… o tal vez no.