Novak Djokovic, puedo hacer que te quieran

Novak Djokovic, eres brillante y maravilloso, pero no eres amado. La gente no piensa en ti al escribir cartas de amor. La gente te respeta de la misma forma que respetan el sistema de carreteras: eres genial en tu labor, pero también algo aburrido porque eres lo mismo en todas partes.

No es tu culpa ser el mejor jugador del planeta en la actualidad, ni tampoco que los demás no puedan vencerte, pero la verdad no nos ayudas a quererte.

Andy Murray, el número 2 del mundo, es un tenista excepcional, uno de los mejores de todos los tiempos, pero tú eres muy diferente. Eres un monstruo, Novak. Eres el Alfa y el Omega; el principio y el fin. Cuando juegas a tu máximo nivel eres menos tenista y antideportivo. Tu genialidad es un hoyo negro que devora todo a su alrededor.

Arruinas nuestra narrativa. Nos obligas a reescribir los récords. Haces que te veamos aplastar a nuestros héroes una y otra vez, y no se vale. Para nada.

¿Sabes que existen los "cuatro grandes" y no el "único grande"? Te burlas de ellos. Nos haces ver, a todos los fans, como tontos. Permites que la grada que se aparece dos veces al año en Wimbledon diga cosas como, "¿Pero que no siempre gana Djokovic? ¿Por qué apoyar a otro tenista?" Prendes fuego a los libros de historia del tenis, hasta las cenizas. Y deberías estar orgulloso de ello; inmensamente orgulloso.

Pero este el problema: irradias un deseo por ser amado que molesta a la gente. Tu necesidad por ser aceptado como el grande que eres es la razón por la cual la gente no te fuma. Hay algo en tu personalidad que marea, como si estuvieras consciente de que no mucha gente te quiere tanto como debería.

La forma en que mandas callar a la gente cuando no están de tu lado, la manera en que jugadores como Nick Kyrgios declaran abiertamente su apoyo a Murray para vencerte, los altercados de familia de las que Nadal habla. Nunca había visto a un campeón tan grandioso como tú ser el menos favorecido. No es justo, Novak. Este es mi remedio.

Novak Djokovic, no necesitas ser amado. Tienes todo, excepto nuestros corazones. No necesitas fanáticos para continuar tu camino imparable hacia la inmortalidad en el tenis. Porque seamos honestos, cuando estás en tu punto más alto eres lo opuesto al amor: eres una muralla y nunca cometes errores. Expones las debilidades de tus oponentes. Demuestras que todos los humanos cometen errores.

Necesitas ser odiado, y creer que es cierto para revelarte en ello. Hay algunos que te dirán que debes erigirte sobre todo esto Novak, pero yo no soy uno de ellos: debes acoger la idea del villano. Si las multitudes aún quieren a Roger Federer —incluso cuando lo has superado, incluso cuando ahora tu juego es intocable— entonces hay que darles a Roger Federer. Y ante una cacofonía de "boos" lo vencerás. Una y otra vez.

Si haces esto Novak, nuestros corazones jamás serán tuyos. Si no puedes ser el héroe, sé el villano. No hay manera, la gente jamás de querrá. Es tiempo de ser el malo de la película. Sé que eres un hombre comprometido que tiene a una hermosa esposa y que haces donaciones a la caridad, seguro, y que también peleas por tu país y que a primera vista pareces ser alguien normal. Pero mira, la gente ama a Jimmy Savile y eso que fue un terrible ser humano. Tú puedes ser todo lo contrario. Puedes ser odiado, pero en esencia un hombre decente y amable. Puedes llegar a ser algo que Federer jamás consiguió: ser el primer tenista número 1 en la historia en decir las cosas como son. Eres el mejor. Lo lograste.

A menudo la gente compara el tenis con el boxeo, y en cuanto a las personalidades se refiere, no podrían ser más distintos. Los tenistas son figuras delicadas y silenciosas, mientras que los boxeadores son imbéciles gloriosos con visión de túnel que en verdad se creen el centro del universo. Probablemente, los boxeadores son las estrellas del deporte más groseras, desastrosas y convincentes —detestadas y amadas por igual por su diminuta visión del mundo—. Ganar todo a tu paso y sonreír no hará que la gente esté de tu lado —ya lo tienes bien practicado Nole— así por qué no mejor te haces llamar el Mejor de Todos los Tiempos. Por qué no hablar en tercera persona y decir que Andy Murray está sobre valorado. Tyson Fury es querido a pesar de ser un racista, sexista, y belicoso imbécil. Tal vez te preguntes por qué: es porque la gente quiere a los que no tienen pelos en la lengua, la gente disfruta los sermones sin filtro de Tyson Fury porque todos están, muy en el fondo, apenados de sus propias opiniones.

Alguien que podrías considerar un mentor a tu imagen es Bernard Tomic. Tomic es un hombre malo. Le falta el respeto abiertamente a Federer en las conferencias de prensa. Habla mal de su propia Federación de Tenis por ser unos idiotas.

Ahora que te encuentras en otro planeta, puedes decir lo que quieras porque nunca perderás. Si dices que eres mejor que Federer y alguien no está de acuerdo, simplemente muéstrales la semifinal en Melbourne, donde jugaste tan bien que hasta un chistosito supuestamente editó la página de Wikipedia de Roger para poner su "fecha de muerte".

Nole, sé más como Bernard Tomic. Tomic dice lo que le place, y es infinitamente menos talentoso que tú. Imagina todo lo que puedes hacer con ese poder. Ya has recreado este deporte, ahora tienes la oportunidad de reconstruir el circo a tu alrededor con tu imagen. ¿Recuerdas cuando imitaste a todos los grandes jugadores? Bueno, ahora imagínate en un partido contra Nadal —quien está aterrado por tu presencia porque sabe que va a ser derrotado— y traes puesta la misma ropa. Imagínate hablando en tu peor español e imitando la rutina donde se saca el short de la entrepierna antes de cada saque. Y después ganar 6-4, 6-2, 6-2. Sería hermoso, ¿no lo crees? Algunas personas te odiarían por ello, pero muchas más te querrían.

En estos momentos, eres amigo de Niall de One Direction. Esperas que las "directioners" te apoyen. Nunca lo harán. La intersección del diagrama de Venn entre los "directioners" y los fans de tenis es muy pequeña. Quiero que incluyas a Danny Dyer, Rob Ford, y Dick Dastardly en tu sección. Quiero que la gente te vea fumando un cigarrillo afuera de la sala de prensa. Quiero que le mandes mensajes por Twitter, borracho, a David Ferrer diciéndole que en realidad no se merece ganar un Slam.

Así es como encuentras el amor, Novak, en este desabrido mundo del tenis. No siendo el número uno (lo has sido por años), sino acogiendo el lado oscuro que te trajo hasta aquí. Por eso Noel, cuando el escándalo de tu último triunfo haya terminado, hazme un favor: échale una llamada a Bernard Tomic e invítalo a tomar unas cervezas. Seguro aceptará.

@MrDavidWhelan