Patinar es una actividad peligrosa: cualquier error se paga caro (y contra el suelo). Si a eso le unimos un poco de fuego, no parece que la mezcla sea especialmente saludable.El pasado 8 de marzo se organizó un evento único en Sondika, Vizcaya, para celebrar el lanzamiento de la colaboración de dos marcas del sector del skateboarding. El fuego fue el punto de unión elegido para presentar la alianza, así que tan sólo hubo que hacer llamada oficial a la comunidad skater y reunirles en el skatepark local.
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Un escuadrón cántabro, capitaneado por Pablo Carranza y secuaces de varias edades (viene fuerte la cantera cántabra) se unió a varios habituales de las transiciones vascas, como Urtzi Unanue, Sergio Cadena, Glenn Mustoe, Ian Campbell o Jon "Kali". También hicieron acto de presencia patinadoresclásicos como Kokakolo, Mena o Xabi Elorriaga.Al caer el sol, el speaker Armando Santos, micrófono en mano, fue tajante:"Hemos venido aquí por algo y ese algo va a pasar ahora. Tened mucho cuidado porque no hemos hecho esto antes: estáis avisados."Y aquí es cuando la cosa se puso salvaje. Las mejores maniobras fueron premiadas con algún que otro regalo de merchandising, pero en ese ritual del fuego importaba más bien poco. Los patinadores se jugaron las manos, las camisetas y el físico en general patinando en unskatepark… en llamas.Sí, como suena. El lugar se roció con gasolina y varias partes se encendieron ante la mirada atónita de los espectadores para que los skaters realizasen su propia ceremonia del fuego.
Urtzi y Cali se marcaron un par de buenos dobles, Carranza atacó el coping sin piedad y hubo alguno que incluso apoyó la mano en el fuego en una de sus maniobras invertidas. Como las llamas duraban relativamente poco, se fue rotando la actividad por varios de los corners y del pool. En la zona de street se habilitó un bidón en llamas para que los más callejeros lo saltaran con toda clase de flips.Cuando la fiesta parecía no dar más de sí, apareció la gran garrafa de gasolina. Algunos skaters, con cervezas de más y/o incapacitados para participar en el festival de acción y fuego debido a las lesiones, optaron por tomar las riendas mechero en mano.
Como decíamos al principio, el skateboarding no parece una actividad saludable para el cuerpo de los patinadores. Si unimos el fuego a la ecuación, cualquier atisbo de cordura queda en entredicho.Eso sí, fíjate en el próximo skater que veas por la calle. Incluso magullado, estará más vivo que tú. Bendita locura.