Previas al Super Bowl LI habrá muchas. Algunas usarán las estadísticas, algunas analizarán los diagramas de juego, y unas cuantas más hablarán de factores más turbios. En VICE Sports miramos hacia el futuro y te contamos cómo los ganadores del Super Bowl de este año lo consiguieron. En esta ocasión le toca a los Falcons de Atlanta alcanzar la gloria por primera vez en su historia. Los Pats ya tuvieron su oportunidad.Previo al Super Bowl LI, Nueva Inglaterra gozó un increíble funcionamiento de su defensiva terrestre. El equipo terminó en el cuarto lugar en DVOA (temporada regular), estadística que mide la efectividad jugada por jugada y el ajuste para las defensivas. Nos hicieron creer que su dominio sobre el lesionado Le'Veon Bell y Pittsburgh en el juego de Campeonato de la AFC —20 acarreos para 54 yardas— era una señal de que estaban mejorando. Pero descubrimos que sólo fue un destello de una semana.La línea ofensiva de bajo perfil de Atlanta, comandada por el ex jugador clave de los Browns, Alex Mack, apaleó a los Patriots en el punto de ataque; Nueva Inglaterra nunca pudo acomodarse a la defensiva. Esto ocasionó dos problemas. Uno, los Pats no encontraron solución para la formación con dos alas cerradas en segunda y tercera oportunidad, asegurando un porcentaje muy alto de conversión en tercera oportunidad.Dos, conforme los Patriots intentaron apoderarse del control del juego terrestre acercándose a la línea, Atlanta fue capaz de aislar sus jugadas play-action sobre algunos de los defensores secundarios más débiles de Nueva Inglaterra. Los Falcons ejecutaron este tipo de jugadas más que cualquier otro equipo este año en temporada regular, y la incapacidad de los Pats para detener el juego por tierra fue evidente el domingo. El safety Patrick Chung se perdió en algunos pases de engaño, y Austin Hooper aprovechó la situación para ganar yardas fáciles.Lee el artículo completo en VICE Sports.
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