FYI.

This story is over 5 years old.

VICE Sports

Brasil 2014 no existe para los argentinos

Los hinchas verdaderos, los apasionados del día a día en Argentina, son más fanáticos de sus equipos que de la selección porque representa a su barrio y a su comunidad de intereses.

Imagen vía.

Es conocida la pasión que sentimos los argentinos por el fútbol. El fútbol, en este lado del mundo, es casi una religión. Pero algo particular sucede con la selección argentina. Por supuesto que despierta fervores, sobre todo en los Mundiales. Pero esos fervores son vistos con desconfianza por los realmente futboleros. Y es que los hinchas verdaderos, los apasionados del día a día en Argentina, son más fanáticos de sus equipos que de la selección. Cualquier persona puede fanatizarse en un Mundial porque todo se detiene. Pero el argentino siente la verdadera pasión por su equipo, que representa a su barrio y a su comunidad de intereses. Su equipo es lo que le da sentimiento de pertenencia a algo, en un país que —volvemos— no es tan religioso como otros de la región.

Publicidad

Este “nacionalismo por el club” o “antiargentinismo” se ve en infinidad de casos. En los últimos tiempos, quizás los más resonantes hayan tenido a Boca Juniors, el club más popular de Argentina, como protagonista. Cuando Boca tuvo algún problema por las convocatorias de sus jugadores a la selección, los hinchas siempre prefirieron a su club antes que a la Argentina. Pasó con Carlos Tévez cantando junto a la hinchada contra la selección, o en esta muestra de apoyo a Juan Román Riquelme, ídolo de Boca, cuando renunció al combinado nacional, cuyo técnico era nada más y nada menos que Diego Armando Maradona. Los hinchas de Boca no dudaron en cantar: “La selección/ la selección/ se va a la puta que lo parió”.

Pues bien, a días del Mundial, aún no hay clima en la Argentina. Por supuesto que esta cita es especial y se vivirá como ninguna otra por la cercanía con Brasil, por lo que significa Brasil como rival, por tener a Messi, el mejor jugador del mundo y tantas otras cosas. Pero mientras, es el fútbol local el que se sigue llevando todas las miradas. Se habla de un nuevo campeonato que a partir de 2015 ampliaría la primera división de 20 a 30 equipos; se sigue con morbo que Independiente esté jugando por primera vez en su historia en la segunda división y le esté costando ascender; se ve cómo River acaba de salir campeón luego de mucho tiempo y de haber jugado hace muy poco en la B por primera vez en la historia; en la tercera división se está jugando la posibilidad de ascender a la segunda; se siguen definiendo campeonatos, ascensos y descensos; en la primera se jugó un apasionante desempate para decidir si Colón o Rafaela debían descender a la B. Hasta llama más la atención la Copa Libertadores, la Champions o los finales de Liga europeas. Ni siquiera estamos gastando nuestro dinero en figuritas: ya nos salió Cristiano Ronaldo y eso pareció conformarnos.

Publicidad

El documento no nos deja mentir.

Todavía, entonces, Brasil 2014 no aparece. Y todo se suma: los conflictos sociales en Brasil que ponen en duda la siempre indudable alegría con que publicitariamente nos venden el Mundial; asimismo, la falta de buena publicidad que Mundial a Mundial aporta lo suyo —aunque nos cueste reconocerlo— para generar el clima épico que se necesita; también la convulsionada y siempre entretenida actualidad política argentina por primera vez opaca al fútbol. Además, nuestra alma tanguera y melancólica nos hace inevitable ver la cercanía del Mundial desde otro punto de vista: cada día que el Mundial se acerca, es un día más cerca de la muerte. Y lo que es peor, un día más cerca de que falten otros largos cuatro años para el próximo Mundial.

Y como vemos la cantidad de árboles que se talan para hacer miles de publicaciones que se llenan con nada en la previa del Mundial, los millones de bits que se desperdician en falta de información, las previas que nunca llegan, los minutos de radio y televisión que hablan del Mundial intentando hacernos creer que hay mucho para ver antes de que la pelota ruede, ¡no quisimos ser menos!

Entonces nos preguntamos algo: ¿existe realmente Brasil 2014 para los argentinos? Acompañado por Jorge de BSM, salimos a investigar como buenos periodistas que no somos. Y he aquí el impactante testimonio (cuidado si hay niños cerca, que si lo encuentran viendo esto, le van a perder totalmente el respeto):

Publicidad

Pero como no todo es amargura en la previa del Mundial, queremos poner nuestra cuota de alegría. Escuchamos la canción del Mundial y sinceramente no nos gustó. Nos dijimos: "hagamos nuestra propia canción del Mundial, la cual esperamos que identifique a más como nosotros y nos haga cantar tomados de las manos, que otro mundo es posible. Aunque sea uno más tonto que el actual". Con ustedes, “Brasil 2014”. Suban el volumen y a cantar:

Y estén atentos, porque en cuanto empiece el Mundial, mostraremos formas alternativas de vivirlo.

Sigue a Bola Sin Manija en Twitter.

@bolasinmanija