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Música

Las malas noticias que trae la visita de Richie Ray y Bobby Cruz a Bogotá

Ojo pues, dejemos de volver todo una celebración, pongámosle cuidado a la entre-línea ¿no?.

​Aparentemente la última venida de Richie Ray y Bobby Cruz a Bogotá se nos muestra como un par de honores para nosotros los colombianos.

Por un lado, la capital fue escogida por la dupla salsera como una de las paradas obligatorias de su última gira, antes de que se dediquen de lleno al llamado espiritual que le llegó a Richie un día en 1974. El concierto será el 13 de octubre  en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán.

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Por otro lado, el Congreso de la República les otorgará la ciudadanía colombiana a este par de personajes que desde hace ya más de 50 años nos han puesto a azotar baldosa con su descarga de salsa brava y desenfrenada, su sonido bestial y su jala jala vacilador, que sin duda han visto en esta patria un segundo hogar por todo lo que significaron para Barranquilla, Cali y la capital en aquellos días en los que la salsa se expandió como virus por estas tierras.

Pero… ¿realmente estamos ante buenas noticias? ¿realmente estamos rindiendo los honores que merecen estas dos eminencias del tumbao y el guaguancó?

O sea, pongámonos la mano en el considere. Colombia hoy no es la tierra prometida ni mucho menos. Esta vaina está caliente, la situación está verraca a lo bien. Hace un par de semanas la patria tuvo las agallas de decirle NO al plebiscito que le pondría fin a una guerra terrible con las Farc y después de eso se destaparon una mano de torcidos inmundos de manipulación por parte de la campaña vencedora; se viene una reforma tributaria que nos va a hundir más, Uribe hizo metástasis otra vez y está ahí metido moviendo sus títeres del infierno para condenar al país a la guerra con tal de salvar su propio pellejo, Santos no es una perita en dulce y terminó ganando un Nobel de la Paz confundiendo más el escenario, en fin, no es un premio exactamente eso de darle la ciudadanía a este par.

Ojo pues, dejemos de volver todo una celebración, pongámosle cuidado a la entre-línea ¿no?. Richie, Bobby, porque los queremos les decimos…piénsenlo.

Además, no es por nada, pero al darle la ciudadanía a este par de gigantes de la salsa, le estaríamos sumando otro par de votos al NO, por aquello de que la comunidad cristiana está en contra de esta otra patria Castrochavista-homosexual-abortadora y pues… dadas las orientaciones religiosas de los salseros y las excelentes artimañas uribistas podrían terminar cayendo en esas redes.

Así pues, esta última visita de Richie y Bobby no es que sea lo mejor que nos haya pasado, y lo de la ciudadanía no es lo mejor que les haya pasado a ellos. Claro que vamos a extrañar sus potentes descargas de salsa brava y esa manera en la que nos hacen deshidratarnos en la pista a punta de paso fino, pero seamos serios, no les hagamos ese daño a estos ídolos.

Un poquito de por favor.