“La mota legal eleva la moral”: la marcha cannábica llegó por primera vez al Ángel de la Independencia

Artículo publicado por VICE México.

Mientras el humo se elevaba hacia el Ángel de la Independencia, la policía de la Ciudad de México controlaba el tráfico para que nadie molestara a los diez mil pachecos que se encontraban fumando mota al pie de la glorieta más icónica del país.

Con una convocatoria de entre ocho mil y diez mil personas, de acuerdo con diferentes fuentes, la XVIII Marcha del Día Mundial por la Liberación de la Marihuana reunió este sábado cinco de mayo a diferentes sectores de la comunidad cannábica en la Alameda de la Ciudad de México para caminar, por primera vez desde que se organizó en 2001, hacia el Ángel de la Independencia: desde consumidores recreativos, hasta niños pacientes de marihuana medicinal y colectivos de estudiantes por una política sensata de drogas.

La Marcha por el Día Mundial por la Liberación de la Marihuana se realiza el primer sábado de mayo y en México ha ocurrido desde el año 2001. Aunque el 20 de abril —conocido como el cuatro veinte— ha sido adoptado mundialmente como el día de los pachecos, es en el Día Mundial por la Liberación de la Marihuana que colectivos y activistas en todo el mundo salen a marchar para exigir un verdadero cambio en las políticas de drogas y en particular en la legislación de la marihuana. Este año, además de la CDMX, se realizaron marchas en Tijuana, Monterrey, Guadalajara y Mérida.

“Nos reunimos por primera vez en 2001. Hicimos la convocatoria de manera un poco clandestina; en ese año éramos entre quince y veinte personas”, comenta Julio Zenil, editor de la revista Cáñamo en México y uno de los organizadores de la Marcha Cannábica (como se conoce a la marcha) desde su primera edición. “Al próximo año ya éramos como 400, y al otro mil…”

La marcha fue encabezada por Mamá Cultiva, Autocultivo Medicinal en México (AMEM) y Bienvenido a Holanda, tres asociaciones que abogan por el autocultivo y el consumo medicinal del cannabis, quienes acompañados de pacientes, entre ellos niños, exigían a la COFEPRIS publicar el reglamento sobre el uso de cannabis medicinal en el país.

"El gobierno tiene una deuda con los pacientes. Dice que va a atender las necesidades, pero mientras no se publique el reglamento, no tenemos una manera accesible de adquirir un tratamiento", afirma José Manuel García-Vallejo, fundador de AMEM. "Seguimos esperando que se publique el reglamento. Estamos aquí para exigir los derechos de los pacientes y ejercer presión para que se atiendan nuestras necesidades".

Siguiendo a los pacientes venía la fiesta cannábica. Un camión que se desplazaba con un enorme sistema de sonido a cargo del Jah Command Sound System lideraba al contingente de usuarios recreativos, acompañados por una nube de mota que flotaba unos centímetros por encima de las cabezas. Además de miles de pachecos que no pararon de fumar, medios, clubes y asociaciones acompañaban el movimiento: Cáñamo, La Dosis, Reverdeser, Estudiantes por una Política Sensata de Drogas, Fumanchu, THC Crew, Cannal MX, Mota Comix, El Mundo Verde, y decenas de microemprendedpres que vendían brownies mágicos a 20 pesos o porritos de a 10.

La Marcha por el Día Mundial por la Liberación de la Marihuana cumplió 18 años en México, y su fiesta terminó con una fumadera a los pies del Ángel de la Independencia. Mientras los asistentes quemaban sus últimos porros frente a una policía que vigilaba sin intervenir, las bocinas del soundsystem fueron tomadas por los principales activisas cannábicos en México, que cerraron el evento con un mensaje para exigir la regulación de la marihuana en el país.

"Marchamos para exigir que se eliminen la posesión y el cultivo entre los delitos contra la salud establecidos en la leyes", aseguró el doctor Cannabis, emblemático personaje en el activismo mexicano desde 2006. Y finalizó: "¿Saben por qué marchamos? Marchamos por nuestros cogollos".