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Cultură

Me perforé el cráneo para estar drogado por siempre

La trepanación se trata de volver al estado de vitalidad que tenías cuando eras joven e inevitablemente pierdes al llegar a la edad adulta.

Joe y Amanda Feilding, aficionados a la trepanación, con el instrumento de trepanación de Joe. Fotos cortesía de Strange Attractor Press.

"Esta es la historia de cómo terminé perforándome el cráneo para estar siempre drogado".

Con esta fascinante oración abre el libro Bore Hole de Joe Mellen (1970), donde cuenta cómo abandonó la vida convencional en 1963 para convertirse en un beatnik que consumía LSD en España durante la década psicodélica (1960), antes de buscar una manera permanente y más profunda de alterar su conciencia: la autotrepanación, procedimiento que consiste en perforarte un agujero en el cráneo.

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Aunque la historia en sí fue suficiente para convertir a Bore Hole en un libro de culto, Mellen también logra capturar algo del espíritu contracultural de los 60 en un escrito de estilo fantástico y de fácil lectura. Esto explica, en cierto modo, por qué los primeros 500 ejemplares que él publicó de manera independiente se fueron convirtiendo desde entonces en objetos codiciados de una época extinta. La editorial británica Strange Attractor Press publicó una lujosa reedición más extensa que actualiza la historia de Mellen y defiende la práctica de la trepanación en el siglo XXI. El libro también intenta responder una pregunta fundamental sobre la naturaleza humana: ¿Por qué amamos drogarnos?


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Joe Mellen es un hombre muy bien conservado para sus 76 años y —en caso de que te lo preguntaras— es más agudo e inteligente que la mayoría de la gente con la que trato diariamente (sin contar sus edades o su inclinación por el LSD). Aunque no buscaba un agujero, sí noté una hendidura del tamaño de la yema de un dedo en la parte superior de su cabeza, después de estar hablando con él por una hora. Más tarde, él me contó que había intentado trepanarse en esa zona con una herramienta manual, pero sólo lo logró parcialmente. Su trepanación exitosa se encuentra en la parte superior de su frente como si fuera un tercer ojo en el lugar del sexto chakra. En 1970, él llevó a cabo la perforación con un taladro eléctrico, antes de escribir su libro. No obstante, es completamente imperceptible; tiene que presionar la zona con su dedo para que se vea.

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La diferencia entre una autobiografía y unas memorias es que la primera trata sobre la vida de una persona, mientras la segunda se centra únicamente en un aspecto específico de la vida de alguien. Lo que las memorias intentan hacer, en un sentido amplio, es describir un recorrido, y el recorrido de Joe no comenzó con su primer toque ni con su primer viaje; comenzó cuando abandonó el estilo de vida tradicional que sus padres habían planeado para él. Joe también es un hombre con educación (estudio en lugares prestigiosos como Eton y Oxford). Él tenía asegurado un futuro brillante como agente de bolsa en la empresa de su padre. De hecho, ya estaba a pocas semanas de obtener su posgrado en contabilidad cuando decidió largarse (cuando esto ocurrió, acababa de leer a Aldous Huxley por primera vez y En busca de lo milagroso de P.D. Ouspensky).

En cuanto desertó y empezó a fumar mariguana, las piezas restantes comenzaron a encajar en su lugar.

VICE: ¿Fuiste parte de la generación beatnik?
Joe Mellen: Sí, eso fue antes del ácido. Fue a mediados de lo 60's cuando se empezó a escuchar sobre él. En el 64 yo estaba en Torremolinos, España. Allí había un pequeño grupo de fumadores de mariguana y amantes del jazz. Conocí a un tipo llamado Allan Cisco, que había conocido la mescalina por Timothy Leary en Acapulco. Él me contó que estaba en la playa cuando la tomó y que alucinó que luchaba contra un pulpo entre las olas. Tuvo dos viajes, y vaya que duraron; cada uno fue de 850 mg. Yo tomé y tuve un viaje increíble. Era extraordinario, como traer el cielo a la tierra.

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¿Me puedes hablar de tu encuentro con Bart Hughes, el holandés por el que conociste el LSD y el concepto de trepanación?
Fue en 1965, yo estaba en Ibiza y todos en el lugar hablaban sobre el ácido, pero muy pocos lo habían probado. Escuché a dos tipos hablar sobre "el futuro del ácido" y resultó que uno de ellos era Bart. A mí me habían contado que él se había perforado un agujero en la cabeza y pensé "este tipo debe estar demente". Resultó que estaba en su viaje de regreso a Ámsterdam, donde ya había fabricado ácido antes. Él y su amigo comenzaron sintetizando mescalina y luego LSD.

Bart me preguntó si quería probar un poco y cuando fui a su departamento vi que tenía una gran bolsa de papel que contenía terrones de azúcar y otra que contenía limones. Me dijo que remojara uno de los cubos en el jugo del limón y tomara todo junto… el viaje fue realmente fantástico.


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¿Sentiste todo aquello que cuentan: distorsión del tiempo, alucinaciones y demás?
Ésa es la belleza del asunto. Si no tomas el azúcar, sufres alucinaciones. Puedes soltarte todo lo que quieras y tomar el azúcar para regresar. Lo más gracioso es que al llegar a mi departamento pensé que seguía alucinando. Parecía como si la tubería se hubiera roto y mi habitación estuviera inundada, pensé que era un viaje, pero desperté al día siguiente con agua hasta las rodillas, era real.

Al día siguiente volví a visitar a Bart y me dio una hoja mecanografiada que era una carta abierta para el profesor de psiquiatría en Ámsterdam. Este científico ya le había pedido a Bart que fuera su asistente antes de que él empezara a consumir ácido y a hablar públicamente sobre el tema. En la carta abierta, describía un mecanismo que había descubierto. Explicaba que el ácido era un vasoconstrictor, ese científico había llevado a cabo experimentos para determinar cómo usar el ácido para disminuir el sangrado durante un parto y como tratamiento para problemas respiratorios y de circulación, pero como no había hecho ninguna conexión con la idea del LSD, decidió expandir su conciencia. Cabe mencionar que el científico no era ningún genio; era un buen químico, Bart era el genio. Tenía una memoria excepcional que recordaba todo lo que aprendía.

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¿Qué papel tienen los cubos de azúcar?
La conciencia es resultado del metabolismo cerebral, que consiste en la oxidación de la glucosa. La glucosa es la única fuente de energía del cerebro. La única manera de hacer al cerebro trabajar es quemando glucosa. Así que, conforme la oxidación de la glucosa aumenta, más y más células alcanzan ese nivel de conciencia, y de repente, tu conciencia se expande.

En Bore Hole se discute una gran idea que es, a la vez, un problema del ser humano: nuestro cráneo se cierra cuando nos convertimos en adultos (entre los 18 y 21 años). Antes de eso, el cráneo tiene suturas separadas y hay elasticidad. Si piensas en el cerebro como un budín, te darás cuenta de que puede expandirse y contraerse, pero una vez que el cerebro es encerrado completamente ya no puede hacerlo. Se suprimen las contracciones y la sangre pasa sin que se expanda. Por esta razón nos gusta drogarnos. Queremos regresar a la forma de ser que teníamos cuando éramos jóvenes y teníamos más creatividad y vitalidad. Esto es lo que perdemos. Es el paraíso perdido.

La portada de 'Bore Hole'.

Esto nos lleva ala trepanación. Me dices que perforar tu cráneo tiene un precedente histórico y prehistórico, ¿no?
Así es. Se trata de la operación más antigua que existe en el mundo y se ha realizado en todos los continentes. Se han encontrado cráneos trepanados en tumbas incas en Perú. Esto era probablemente un ritual de iniciación para los sacerdotes. Supongo que la razón más obvia para hacerlo era ayudar a la gente que se hería en la cabeza. En las batallas, los guerreros podía herir o ser heridos con un hacha, y eso a su vez podía causar que fragmentos de hueso se clavaran en el cerebro, entonces se extraía un pedazo de hueso. La trepanación todavía se hace en Kenia. Las tribus de los Gussi y los Kuria utilizan instrumentos muy primitivos para hacerlo. Es un procedimiento muy simple. Lo podría hacer una enfermera; no necesitas a un cirujano para hacerlo.

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Aunque no soy una persona particularmente quisquillosa, sí hubo partes del libro que me parecieron muy difíciles de leer. ¿Estás consciente de la repulsión e incomodidad que el tema puede causar?
Por supuesto que sí, y es muy comprensible. La primera vez que me hablaron del tema pensé "esto es ridículo" y la idea de que alguien quisiera hacerlo me parecía absurda, pero finalmente, uno se va acostumbrando a las ideas nuevas ¿no?

¿Cómo fue tu primer intento?
Fue en 1967, cuando regresé a vivir a Londres. En esa época estaba quebrado y no tenía con qué comprar un taladro eléctrico así que compré una broca quirúrgica. Tiene una punta en la parte de en medio que se usa para perforar el cráneo. La tienes que girar hasta que los dientes lo corten. Es un poco más estrecho en la parte inferior. Esto te permite jalar el pedazo de cráneo y sacarlo, una vez que terminas. Fue muy difícil, fue como tratar descorchar una botella de vino desde adentro. La broca era bastante chata. También me metí ácido. Pesé que era la única manera de que yo terminara el proceso, pero no funcionó…

Esas son precisamente las partes que más me costó leer… sobre todo porque tuviste dos intentos. La trepanación no es para todos ¿o sí?
Yo pienso que debería serlo. El problema es muy simple: el ser humano necesita que llegue más sangre a su cerebro. No se trata de tener un muy buen viaje; se trata de volver a ese estado de vitalidad que tenías cuando eras joven, la vitalidad que pierdes cuando eres adulto. Pero hacerlo es muy simple. Sólo hay que inyectarle células a un recién nacido alrededor de la mollera para que nunca se cierre.

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¿Cuándo ocurrió tu segundo intento?
Creo que fue un año después. Usé el mismo método de la broca. Logré quitar parte del cráneo, pero no estaba seguro si lo había atravesado completamente o no. Al principio, pensé que lo había logrado porque escuche un sonido burbujeante mientras sacaba la broca. Creo que sí lo atravesé pero no lo suficiente.

Fue hasta la tercera vez que tuviste éxito. ¿Me puedes contar cómo fue?
Sí. Fue en 1970. Me inyecté anestesia local en la piel, en el músculo y en la membrana que se encuentra encima del cráneo. Terminé con algo que parecía el huevo de una paloma, era muy pequeño. Luego corté todo con un escalpelo. La anestesia local contiene mucha adrenalina. Como es vasoconstrictora minimiza el sangrado. Esa vez no me drogué. Tenía que quitar mucho músculo con la broca, pero como esa vez utilicé un taladro eléctrico, fue más directo. Desafortunadamente, el cable del taladro se rompió y tuve que parar, envolver mi cabeza con una toalla y llevárselo a uno de mis vecinos para que lo arreglara. Él no me preguntó qué estaba haciendo, sólo lo reparó y continué. Te das cuenta que ya atravesaste el cráneo porque sale bastante sangre y el taladro se hunde 2.5 cm. Cuando terminé me vendé y esperé tres días a que la piel sanara y cubriera la zona. No necesité ningún analgésico. Tampoco hubo complicaciones; tuve muchísimo cuidado al esterilizar todo. El peligro principal es la infección. Ni siquiera me dio dolor de cabeza. Me tardé tres horas en hacer todo, incluyendo limpiar.

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Me sentía muy bien porque al fin lo había hecho. Después de una hora empecé a sentirme más ligero, sentí como si me hubieran quitado un peso de encima. Esa sensación fue aumentando y terminó siendo más de lo que esperaba. Lo hice en la tarde y me acosté a las 11 PM sintiéndome muy bien. A la mañana siguiente desperté con la misma sensación.


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Tengo un amigo que quiere hacerlo, ¿qué consejo le darías?
Ojalá supiera qué decirle. Me han dicho que en México hay alguien que lo hace por 2,000 dólares. También te lo pueden hacer en Ecuador y Egipto. Cualquier doctor lo haría por dinero, pero esto requeriría de muchísimo dinero. Bart siempre pensó que debíamos tener un autómata al que le pudieras meter una moneda en la ranura para que lo hiciera.

¿Qué le aconsejarías si es que decide hacerlo por su cuenta?
No les aconsejaría que lo hiciera solo. Es en serio. Yo sabía muchas cosas por Bart, por eso no le digo a los demás que lo hagan por su cuenta. Antes debe ocurrir un cambio legal y social en este país. Sólo quisiera que alguien hiciera un investigación sobre las drogas y sus propiedades vasoconstrictoras.

¿Cuáles son sus beneficios?
El ego es el mecanismo que dirige sangre al cerebro cuando éste la necesita. Contrae las arterias en algunas partes para que el flujo sea mayor en otras. Pero la parte del cerebro que domina todo es el sistema del lenguaje. Dependemos de él para sobrevivir, por eso domina la actividad cerebral y monopoliza el suministro de sangre. Los centros del lenguaje —aquellos que se encargan de la expresión escrita y hablada y de la comprensión lectora y auditiva— fueron los últimos que se desarrollaron durante nuestro proceso evolutivo y se encuentran en la corteza cerebral, lejos del corazón. Para asegurar que los centros reciban la cantidad necesaria de sangre, el ego disminuye las funciones de otras zonas cerebrales.

El mundo está obsesionado con los nombres que se utilizan para identificar a los demás (como cristianos, musulmanes, judíos o lo que sea). Todos tenemos nombres particulares que son importantes para nosotros. Graciasa eso podemos defendernos o atacar a una persona que no comparte nuestras mismas ideas, aunque hay suficiente espacio para muchísimas ideas diferentes. Esto es lo bello de utilizar estas drogas. Cuando las consumes trasciendes el ego y te elevas sobre él. También puedes darte cuenta cuando la gente o tú mismo operan a nivel del ego. Esto te da una mirada objetiva en vez de una subjetiva, y esa es su gran belleza, su gran valor. Opino que todos deberían drogarse y que Vladimir Putin debería repartir LSD.