FYI.

This story is over 5 years old.

Fotos

La balada de Bimbo el venado

Esta es la historia de una reclusa canadiense llamada Janet Schwartz y su venado domesticado, Bimbo.

Fotos y texto por Jennifer Osborne

Hace casi dos años, una solitaria mujer llamada Janet Schwartz, de setenta y tantos años de edad, quedó devastada cuando la ley amenazó con separarla de su ciervo domesticado, Bimbo. Agentes de conservación llegaron a su choza de madera, ubicada a kilómetros de distancia de una remota ciudad turística canadiense llamada Ucluelet, con órdenes de tomar el ciervo, de diez años de edad, en custodia.

Publicidad

Le dijeron a Janet que no podía quedarse con su ciervo porque en esa parte de Canadá, es ilegal tener a los animales salvajes como mascotas. Después de semanas de tensión y miedo, Janet se acercó a unos medios de comunicación y contó su historia. Ella había rescatado al ciervo cuando sólo tenía un día de edad, después de que sus vecinos lo encontraron tumbado en el césped cerca del cuerpo sin vida de su madre. Ella nombró el ciervo Bimbo por una canción de Gene Autry ("Bimbo Bimbo donde vas a ir"). Janet había criado una cabra años antes, por lo que sus vecinos sabían que podía proporcionarle un hogar adecuado al cervatillo. Janet crió a Bimbo con leche de cabra y frutas, dejándolo dormir al lado de su cama todas las noches durante los dos primeros años, hasta que fue lo suficientemente fuerte como para atarlo a un establo en la propiedad.

Janet cuenta que después de escuchar su historia, el primer ministro canadiense, Stephen Harper, la llamó a decirle: "la ley nunca te va a tocar de nuevo". Y, fielmente, las autoridades poco después acordaron que el ciervo no estaba en condiciones de sobrevivir en la naturaleza por sí solo. Ahora, dos años más tarde, Bimbo tiene doce años y todavía sigue al cuidado de Janet, aunque limitado a un terreno fangoso donde los animales salvajes como osos y pumas son una posible amenaza. Janet toma precauciones especiales en la noche, sin embargo, permitiéndole dormir en su sala de estar.

"Bimbo viene hacia mí a besarme en los labios, como un hombre besa a una mujer", le dijo Janet al Canadian National Post el año pasado. Explicó que su vínculo es muy fuerte y que el ciervo es protector frente a amenazas tales como perros agresivos o visitantes intrusivos que vienen hacia ella. También explicó que a veces se pelean y que el ciervo se encabrita y mueve sus pezuñas hacia Janet en el calor del argumento. Luego, a Bimbo le gusta enterrar el hacha de guerra "lamiéndola hasta la muerte".

Hasta este año, Janet vivía con un hombre llamado Mike, que también tenía una relación estrecha con el ciervo. Pero en los últimos meses, Mike cayó enfermo y actualmente está hospitalizado por tiempo indeterminado. Ahora Janet vive en las colinas remotas y espeluznantes a las afueras de uno de los destinos turísticos más importantes de Canadá solamente con su amado Bimbo para hacerle compañía.

Jen Osborne es una fotógrafa canadiense que vive en Berlín.