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Diez preguntas que siempre has querido hacer a un psicoterapeuta

“Lo mejor que te puede pasar es salir con un terapeuta”.
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Este artículo se publicó originalmente en VICE Alemania.

En la consulta de Daniel Wagner, en Colonia, no hay divanes. Este psicoterapeuta de 34 años se sienta en diagonal frente a sus clientes. "De esta forma puedo verles la cara y ellos disponen de espacio suficiente para evitar el contacto visual. También prefiero el término 'clientes' al de 'pacientes'. No quiero que nadie se sienta peor de lo que ya está", aclara.

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Aprovechamos para hacerle a Daniel otras preguntas que siempre habíamos querido hacer a un psicoterapeuta.


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VICE: ¿Es verdad que muchos terapeutas tiene problemas de salud mental?
Daniel Wagner: Puede que haya algo de cierto en ese tópico. A mí me da la impresión de que podría ser el caso de muchos de mis compañeros de profesión. Aunque, por otro lado, ¿quién puede decir qué es "normal" y qué no lo es? Yo no, desde luego. Si algo he aprendido con mi trabajo es que no existe una distinción clara entre salud mental y enfermedad mental. Todo el mundo tiene sus rarezas y la mayoría ha sufrido alguna experiencia traumática durante la infancia. Los patrones de comportamiento y los hábitos pueden llegar a ser problemáticos si causan sufrimiento.

¿Cuál es tu peor recuerdo de la infancia?
La verdad es que no he tenido una infancia complicada, pero como psicoterapeuta, he tenido que aprender a reflexionar sobre mi infancia. Yo he sido un "armonizador". Si había algún conflicto entre mi hermano y mis padres, quería ayudarles a superarlo. Ese tipo de instinto puede llegar a convertirse en una carga en tu vida; me refiero al hecho de querer solucionar los conflictos y preocuparte más por el bienestar ajeno que por el tuyo propio. Hoy día sé lo importante que es cuidar de mí mismo, también.

¿Alguna vez te molesta tener que oír las quejas de tus clientes?
No creo que ninguno de mis clientes se queje. Si alguien se toma la molestia de acudir a un psicoterapeuta, normalmente es porque tiene un problema de verdad. Nadie viene simplemente para desahogarse y ya está. Lo que para algunos pueden parecer frívolos problemas del primer mundo yo los veo como la expresión de un problema mayor subyacente.

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"Si un cliente me dice que quiere suicidarse, es mi responsabilidad determinar si vendrá a la próxima sesión o si debería protegerlo de sí mismo solicitando su ingreso en un centro"

Has hecho un juramento de confidencialidad pero, sinceramente, ¿cuántas veces has explicado a tus amigos las historias más suculentas de tus clientes?
No te voy a negar que a veces me tienta la idea de explicar algunas historias a mis amigos, pero nunca se me ocurre cruzar esa línea. La confidencialidad entre médico y paciente es uno de los pilares de mi trabajo.

Por mi consulta pasan políticos, actores e importantes ejecutivos. Tengo que saber guardarme todo lo que me cuentan, incluso cuando se trata de temas muy intensos, como algún tipo de delito de guante blanco. A veces sé que una historia va a estar en primera plana de todos los periódicos antes de que salga.

¿Cuántas veces has pillado a tus clientes mintiendo?
A veces ocurre, por ejemplo, cuando hablamos de la disfunción eréctil. Muchos hombres no hablan del tema en la primera sesión. Algunos incluso se comportan de manera muy masculina para reforzar esa imagen. Hasta que no se haya establecido una relación de confianza, la gente no habla de sus problemas. Pero es completamente normal. Mi trabajo no consiste en exponer a la gente. No soy poli ni abogado; soy psicólogo y trabajo para mis clientes, no contra ellos.

¿Alguna vez te has sentido intimidado por un cliente?
He vivido situaciones tensas en las que el cliente se ha comportado de forma agresiva, pero nunca he tenido miedo de que me agredieran físicamente. A veces me preocupa que pueda pasarle algo a mis clientes o a otras personas a causa de sus actos. Es el caso de mis clientes pedófilos, por ejemplo. Obviamente, temo que se dejen llevar por sus pensamientos o impulsos y hagan algo horrible.

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¿Alguna vez se ha suicidado alguno de tus clientes?
Por ahora no, afortunadamente, pero soy consciente de que es muy probable que ocurra algún día. Pero si un cliente me dice que quiere suicidarse, es mi responsabilidad determinar si vendrá a la próxima sesión o si debería protegerlo de sí mismo solicitando su ingreso en un centro. En cualquier caso, los ingresos involuntarios son muy poco frecuentes. Los clientes suelen mostrarse bastante comprensivos.

¿Puedes hacer llorar a alguien si te lo propones?
[Se lo piensa un instante] No lo creo. [Vuelve a pensarlo] No. La respuesta es no. Obviamente, sé dónde le puede doler a alguien a quien conozco muy bien, pero ¿por qué iba a querer hacerlo? No lo necesito para desarrollar mi trabajo. La probabilidad de que un cliente llore durante una sesión es aproximadamente del 50 por ciento. Las lágrimas salen solas.

¿Con qué frecuencia se enamoran de ti tus clientes?
Pasa a veces, con hombres y mujeres. Algunos me lo dicen directamente, pero otros me preguntan si me gustaría quedar con ellos en privado. Como terapeuta, mi trabajo es escucharte pase lo que pase. Te dedico toda mi atención, soporto todos tus sentimientos, te tomo muy en serio y estoy ahí para ayudarte. Claro, todo eso resulta muy atractivo.

"La probabilidad de que un cliente llore durante una sesión es aproximadamente del 50 por ciento. Las lágrimas salen solas"

A estos clientes les digo que me siento muy halagado y luego les cuento lo que acabo de explicarte. Nunca empiezo una historia con clientes. La ley establece que no puedo entablar relaciones privadas o comerciales con clientes hasta que hayan pasado 10 años desde la última sesión. Esto es así para evitar que pudiera utilizar la información que tengo sobre esas personas para manipularlas.

¿Cómo es salir con un terapeuta?
Pues yo creo que es lo mejor que puede pasarte. ¿Crees que es fácil encontrar a un hombre sensible que sepa cómo lidiar con los sentimientos? ¿Alguien que sepa siquiera qué son los sentimientos y que encima esté dispuesto a oírte hablar de ellos? ¿No es genial?