Reimaginamos las portadas de la novela rosa y las volvimos más inclusivas

FYI.

This story is over 5 years old.

Viajes

Reimaginamos las portadas de la novela rosa y las volvimos más inclusivas

El fotógrafo Jason Altaan reeimaginó las portadas de la cursi e icónica novela rosa para volverla más racial y sexualmente diversa.
JA
fotografías de Jason Altaan
LC
traducido por Laura Castro

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

La primera vez que vi la portada de una novela rosa de Johanna Lindsey, estaba en la fila de pago en Stop & Shop. Lo recuerdo vívidamente. Era una dramática puesta de sol detrás de una pareja bastante perfecta. La damisela, usando un apretado corset, parecía un tanto angustiada y excitada al estar presionada contra el pecho fuerte y semidesnudo de su amado. Yo no tenía un corset como ése, pero me sentía intrigada y perturbada a la vez por mi pubertad incipiente y cargada de hormonas. Fue como toparme con la sección de terror de Blockbuster cuando era niña: sabía que era mala idea, pero quería más. La imagen era insoportable y hermosa. En ese momento, no tenía mucho, digamos, material para enamorarme. Entonces el actor y modelo Fabio Lanzoni fue el elegido.

Publicidad

Por intrigantes que fueran esas imágenes para mí en aquel entonces, son un tanto problemáticas en muchos niveles. En estos días, estoy impresionada por cuán dolorosamente blancas y heterosexuales son. A menudo me pregunto cuánto más reveladoras serían si reflejaran mejor la diversa realidad de la intimidad, y a la vez conservaran su sórdida maravilla.

Con eso en mente, contacté al único fotógrafo que conocía que podía hacer un trabajo formidable: Jason Altaan. Siempre me ha impresionado su total despreocupación por la sutileza y su necesidad de evocar la fantasía en todo lo que hace. Las portadas que verán a continuación son sus interpretaciones del género, pero con un reparto inclusivo de amigos y parejas que pensó que complementarían a la perfección su cometido. En un tiempo de constante oscuridad, es agradable encontrar un poco de afecto desbordado y misterio cursi.