El carnaval de madrazos en la Esperanza, Guerrero

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El carnaval de madrazos en la Esperanza, Guerrero

Durante los primeros días de Mayo, en la Esperanza se celebra la bonita tradición de romperse la madre con la gente del Rancho Las Lomas, que es el pueblo vecino, como sacrificio para los dioses a cambio de una buena temporada de lluvia.

Espera nuestro documental, parte de nuestra serie Miscelánea Mexicana, sobre este festejo de La Esperanza, Guerrero, este viernes 5 de junio en VICE.com.


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La Esperanza es un pequeño pueblo agricultor, con cerca de mil habitantes, ubicado en la sierra de Guerrero, en una zona donde la mayoría de los habitantes son nahuas. Llegar a este lugar es todo, menos esperanzador. Hay que cruzar el centro de la ciudad de Chilapa, donde en las dos ocasiones que pasamos por ahí, sucedieron hechos violentos en la comunidad. De ida, una batalla con granadas tuvo detenida a la ciudad durante 24 horas, manteniendo las escuelas y comercios cerrados. De regreso, un grupo armado asesinó a Ulises Fabián Quiroz, candidato del PRI para alcalde de la ciudad.

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Durante los primeros días de Mayo, en la Esperanza se celebra la bonita tradición de romperse la madre con la gente del Rancho Las Lomas, que es el pueblo vecino, como sacrificio para los dioses a cambio de una buena temporada de lluvia.


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Hombres, niños, mujeres y ancianos se buscan un contrincante del pueblo vecino y se golpean hasta que uno de los dos decida que ya recibió suficientes madrazos. Para ellos, cada gota de sangre significa una gota de lluvia, así que las peleas no suelen terminar hasta que se abran un par de labios y se truene por lo menos una nariz.

Los festejos no sólo incluyen los golpes, los pueblos de la zona tienen celebraciones durante tres semanas antes de las peleas. Estas celebraciones sirven para ir juntando valor para las peleas y la mejor manera de hacerlo es tomando litros de mezcal y subiendo cerros donde rezan, tanto a santos locales, como a la Virgen, Jesucristo y Tlaloc.

Estar en La Esperanza y ser parte de esta sangrienta tradición empieza a tener sentido conforme empiezas a beber con ellos y el sonido de pómulos destrozados termina de asustarte durante las primeras batallas. Aquí, dos personas con las mismas condiciones físicas se dan la mano, se golpean hasta sangrar y se despiden con un abrazo y un trago de mezcal.