Imagen por Angelika Warmuth/EPA
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El informe que señala la ubicación de la acumulación de plásticos en los océanos, asegura que para que algunos plásticos logren realmente convertirse en productos biodegradables necesitan ser arrojados a una máquina de reciclaje de residuos orgánicos calentada a 50º durante un largo rato."Tales condiciones no se dan nunca en los ecosistemas marinos", señala el informe. La desintegración tampoco se consumará si el plástico se queda enterrado baja la arena o se hunde en aguas que no alcanzan los 50º.A Kershaw también le preocupa que el plástico incorpore la denominación de "biodegradable" porque eso es motivo de confusión y provoca que la gente no lo recicle adecuadamente o que lo tire en cualquier sitio.Y también ha contado que, para colmo, los plásticos biodegradables pueden, en algunos casos, complicar el proceso de reciclado. "Si quieres alentar a la gente a que recicle plásticos, hay que recordarles que los plásticos biodegradables no se reciclan con los plásticos normales. Tal es la pesadilla de cualquier recicladora", explica Kershaw. Una de las situaciones más conflictivas se produce cuando plásticos como el polietileno, incorporan otros componentes, que es algo que solo se puede detectar mediante el uso de luz ultravioleta.[Las aves marinas siguen comiéndose todo el plástico que lanzamos al océano. Leer más aquí.](http://Las aves marinas siguen comiéndose todo el plástico que lanzamos al océano)El plástico convencional y no biodegradable, como el de las botellas de refrescos, está elaborado con un material llamado Tereftalato de polietilieno (PET en sus siglas inglesas) que es altamente reciclable, especialmente cuando el plástico no contiene otros productos y tiene un valor monetario, relata Kershaw.
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