El invierno llegó, en más de un sentido. Podemos luchar contra él —y con la pesadilla en que se está convirtiendo Trump— o comer helado.Así que elegimos el helado, específicamente sorbete de manzana.
Éste en particular es cortesía de Elise Kornack de Take Root, en Brooklyn, donde Kornack y su esposa Anna Hieronimus, sirven menús de degustación a solo 12 comensales a la vez.
Si bien esto podría sonar sofisticado, esta receta de sorbete no lo es.
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Para empezar, Kornack sofríe manzanas rebanadas con mantequilla para suavizarlas y alcanzar una consistencia de pay.
Cuando están listas, las hace puré en una licuadora junto con manzanas frescas y jugo de manzana, para agregar más sabor.
Luego pasa la mezcla a través de un colador para conseguir una textura muy sedosa.
Luego pasa a los aditivos: azúcar, por supuesto, junto con ácido cítrico (la sustancia presente en limones, se consigue fácilmente por internet) para dar un toque de sabor ácido.
Sin embargo, el problema es que si preparas mucho helado se vuelve granuloso y se deshace rápidamente. La solución de la chef Kornack: estabilizador y goma xantana, igualmente fáciles de conseguir por internet (o tiendas naturistas).
Todos se licúan nuevamente, obteniendo una base super suave que se mantendrá cremosa después de la congelación, a pesar de no contener una sola gota de crema.
Sirve este sorbete como una bola de helado y pronto tendrás lo mejor de ambos mundos: un postre frío y un pay reconfortante.
RECETA: Sorbete de manzana
Vamos a tener que comer mucho de esto en los próximos días… se vienen vientos gélidos.