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El WFP quiere acabar con el hambre mundial en 15 años

El World Food Programme cree que si la gente no se puede alimentar sola, nunca llegará la paz. En los próximos 15 años se espera lograr el Hambre Cero.

Al final del mes pasado, líderes mundiales se reunieron en las Naciones Unidas en Nueva York para adoptar la 2030 Agenda for Sustainable Development. Ese programa comprende 17 Sustainable Development Goals (también llamados The Global Goals) que pintan una ruta para un futuro mejor, más brillante y más humano para la vida en el planeta Tierra.

Ahora, estas son ideas amplias: la eliminación de la pobreza y la desigualdad de género, el desarrollo de energía limpia y asequible, la promoción de sociedades justas e incluyentes.

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Que la ONU espere lograr todo esto en una década y media parece optimista e imposible a la vez, teniendo en cuenta que el progreso tecnológico ha hecho muy poco para vencer el sufrimiento generalizado a escala global. (Los pesimistas recordarán el triste resumen de Schopenhauer de la existencia terrenal: "El dolor en el mundo siempre es mayor que el placer. Si no lo crees, compara los sentimientos respectivos de dos animales, uno de los cuales se está comiendo al otro").

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Pero el World Food Programme (el ala de asistencia alimentaria de la ONU) cree que el más crítico de los objetivos globales también es el más fácil de alcanzar: la eliminación del hambre. Con el hambre viene la guerra, dice el WFP. Mientras las personas no puedan alimentarse por sí mismas, nunca habrá paz.

No obstante, el WFP cuenta con un obstáculo muy importante para el Zero Hunger: el dinero.

En diciembre, la organización anunció que iba a poner fin a sus operaciones de alimentación de los refugiados en los alrededores de Siria debido a un déficit de $64 millones de dólares en su presupuesto; no obstante, después de una exitosa campaña de redes sociales, fue capaz de reanudar sus programas de asistencia. Este año, el WFP se vio obligado a reducir las raciones en los campamentos de refugiados sirios en Jordania y Líbano debido a otra escasez de financiamiento. Todavía necesita $109 millones de dólares simplemente para restaurar raciones completas en esas áreas antes de finales de 2015. El WFP también requiere una asombrosa cifra de mil 250 millones de dólares para continuar sus operaciones en los niveles actuales de asistencia hasta el final del año fiscal 2016.

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"En cierto sentido, reducir las raciones se ha convertido en la nueva normalidad", dice Steve Taravella, un portavoz de alto nivel para el WFP. "No es algo que queramos hacer, o que se espere que hagamos, y desde luego no es algo que queramos hacer. Pero teniendo en cuenta que muchas de nuestras operaciones están tan atadas financieramente, es necesario que estiremos los dólares tanto como podamos".

La de Siria no es la única operación afectada por la escasez de fondos. Precisamente hoy, el WFP anunció que recortará las raciones de alimentos en un 30 por ciento el próximo año para muchos de los 19 mil refugiados butaneses que alimenta en Nepal. Los recortes están destinadas a preservar la capacidad del WFP para proporcionar raciones completas para los más necesitados entre los refugiados, que incluye a niños desde seis meses a cinco años de edad, personas con discapacidad, viudas, mujeres que no tienen hombres en edad de trabajar en sus familias, y niños sin padres o tutores. El WFP también planea proporcionar apoyo adicional a las mujeres embarazadas y lactantes, y a las personas que viven con tuberculosis y VIH/SIDA. Todos recibirán el 70 por ciento de sus raciones actuales a partir de principios de 2016.

En cierto sentido, reducir las raciones se ha convertido en la nueva normalidad.

En cuanto al financiamiento del WFP, la gran mayoría de las contribuciones provienen de gobiernos nacionales, los Estados Unidos contribuyen la mayor cantidad cada año. (A partir de este mes, un total de 1.34 mil millones de dólares ha provenido de los EE.UU. para el año 2015. El Reino Unido es el siguiente mayor contribuyente, con $294 millones de dólares a la fecha). El año pasado, el WFP recaudó $5.4 mil millones de dólares (la mayor cantidad en la historia de la organización durante un año) y más del 70 por ciento se asignó a Siria, Irak, Sudán del Sur, la República Centroafricana, y como respuesta al ébola en África Occidental.

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Claramente, no es que los individuos, los gobiernos y el sector privado no estén dando lo suficiente. Los problemas del mundo simplemente siguen empeorando.

"Creo que es justo decir que una gran parte del trabajo que estamos haciendo en Siria… es un trabajo importante, es esencial, salva vidas", dice Taravella. "Pero no tendrá un gran impacto en la reducción del hambre o llevarnos a Zero Hunger. Cuando nuestros recursos y capacidad humana se estiran para responder a las situaciones de conflicto de emergencia, no estamos dedicando el mismo tipo de recursos en esas áreas a cosas como la construcción de resiliencia, para que los cultivos puedan soportar situaciones climáticas severas, o cualquier otra cosa que podamos hacer para fortalecer la capacidad de una comunidad para autosostenerse. Lo que estamos tratando de hacer en áreas como Siria es simplemente ayudar a la gente a sobrevivir".

Taravella señala que la mayoría de las crisis en las que el WFP está involucrado actualmente son creadas por los seres humanos. "En muchos países, no vemos la voluntad política de finalizar los combates. No es como si fueran desastres naturales, donde vemos con frecuencia contribuciones y respuestas dramáticas por parte de gobiernos y gente. En Siria, estamos en el quinto año de una crisis hecha por los seres humanos, y hasta que veamos la voluntad política para poner fin a los combates y permitirle a la gente de estos países reconstruir sus vidas … los recursos simplemente no existen".

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A medida que el WFP y otras organizaciones humanitarias siguen deteniendo la hemorragia del Oriente Medio y África, muchos otros programas (del tipo que podría garantizar estabilidad y finalmente reducir, si no es que eliminar el hambre mundial) pasan desapercibidas por la prensa.

"En muchos otros países, estamos fortaleciendo nuestros programas de comidas escolares, donde ofrecemos comidas escolares para 18 millones de niños de todo el mundo", dice Taravella, que señala que esas comidas son esenciales en la prevención de hambre. "Los programas de alimentos-por-trabajo existen en muchos países donde no hay necesariamente conflicto, pero sí una necesidad de fortalecer las inversiones agrícolas."

Taravella destaca dos iniciativas que son muy beneficiosas para las poblaciones locales, pero que reciben relativamente poca atención. Se trata de un proyecto piloto en Zambia Oriental que le está enseñando a los estudiantes a cocinar comida con gas metano producido por un digestor de biogás lleno de estiércol de vaca, que a su vez fertiliza un jardín que se utiliza para instruir a la gente en cómo cultivar la mayoría de las verduras con el clima adecuado. Otro programa escolar, esta vez en Burkina Faso, cerca de 200 mil estudiantes están recibiendo yogurt de producción local como parte de su almuerzo diario, una gran ayuda para una región acosada por tasas asombrosas de desnutrición.

"Estamos educando a la gente en el mundo en desarrollo… acerca de la nutrición, de los alimentos para cultivar, del tipo de alimentos que beneficiará a sus familias, el tipo de cultivo que florecerá más", dice Taravella. "Tenemos una gran cantidad de programas con el objetivo de aumentar el estatus de la mujer. Empoderar a las mujeres es realmente la clave para reducir el hambre. Las mujeres son quienes toman las decisiones en una gran cantidad de familias, y cuando tienen una mayor autoridad en su estructura familiar y en sus comunidades (cuando tienen poder para decidir en qué tipo de agricultura participar, para recibir financiamiento, para obtener herramientas para la agricultura) todo eso va dirigido a reducir las condiciones que causan el hambre ".

Añade: "Todo el esfuerzo humanitario es exitoso cuando se alimenta a las personas que padecen hambre y se ayuda a la economía local al mismo tiempo".

Para donar al WFP, haz click aquí.

Para más información sobre las Global Goals, visita collectively.org.