La primera vez que supe de Fátima Vélez fue a comienzos de este año, cuando abrí una revista El Malpensante y leí un poema sobre una actriz porno danesa que tenía sexo con animales. Lo transgresor del poema no solo era el tema —Bodil Joensen, la actriz, es un ícono de la cultura porno y la zoofilia—, sino el manejo que le dio al lenguaje.
El poema era casi narrativo, con imágenes intensísimas sobre la vida de la actriz Bodil Joensen. Después me iba a enterar de que ese poema hacía parte de un libro que estaba por salir: Del porno y las babosas. Luego también supe que Fátima Vélez no era una voz nueva en el panorama poético latinoamericano. En febrero del año pasado ganó el Premio Nacional de Poesía de Bogotá pero fue descalificada por no haber firmado el formulario de inscripción. Por una firma a pesar de que el jurado había decretado su libro Diseño de interiores como el ganador.
Meses después me reuní con ella, ya que en VICE Colombia nos interesó su trabajo —como poeta, cuentista, ensayista y novelista— y le hice una entrevista en su casa en Bogotá. Hablamos de su vida, de su manera transgresora de entender la poesía y el lenguaje, de la importancia de su casa —la casa de su padre, el arquitecto Simón Vélez, en el centro de Bogotá—, de la importancia de su familia —con la que vive actualmente en Nueva York—, de sus hijos, de su carrera como escritora —Fátima, literata de los Andes, ha cursado dos maestría de escrituras creativas: la una en la Universidad Nacional de Colombia y la otra en la Universidad de Nueva York— y hablamos de su futuro.
Todo eso quedó consignado en un artículo que verá la luz próximamente en la edición impresa de esta revista.
Para Fátima la poesía es un ejercicio del lenguaje. Y esta definición se llena de sentido cuando uno ve el resultado de 12 años de ejercicio con la palabra. Casa paterna. Antología poética es el primer libro publicado de Fátima Vélez por la colección "Un libro por centavos" de la Universidad Externado de Colombia. El libro es una selección de poemas pertenecientes a cuatro libros: Orillas (2003-2009), Diario del refugio (2012), Diseño de interiores (2014-2015) y Del porno y las babosas (2015). Los tres primeros son libros inéditos y el cuarto ya fue publicado este año por la editorial brasileña DEEP.
Mañana, 3 de agosto de 2016, será el lanzamiento del libro Casa paterna. Antología personal a las 6:00 p.m. en el Salón 2 de la Biblioteca del Externado, donde Fátima Vélez conversará con Andrea Cote, poeta y doctora en Literatura Latinoamericana de la Universidad de Pensilvania. Habrá lectura en voz alta del poemario y se obsequiará el libro.
Aquí un adelanto en exclusiva de tres poemas de Fátima Vélez.
sótano
que quieres quitar de ahí las telarañas
las capas de moho
inténtalo
a ver si no aparece de pronto la olla
con el arroz pegado
los guantes amarillos
que protegen
del jabón quitagrasa que te agrieta la piel
y en el silencio
de quien lava platos y olvida poner música
el poema se tararea solo
como si tuviera pies
y quisiera hacer de ti un salto
es
no cabe duda
ese que dice que se llegó al final de la carrera
y el premio es otra carreray si el premio es mugre coagulado en un sifón
y si todo fondo no es más que horas percudidas en la cortina de baño
la sala donde la luz pega directamente en el reflejo de la infancia
donde también el tema es con la luzlos niños
sus deseos
su canto de sirena
que tratan de arrastrarte a la inacción
a no ser otra cosa
que calor atemporalsu belleza
que crece
sobre filo
raíz
que no se ve en ningún espejo
pero sabes
si no la cuidas
no la riegas
no la podasrecuerda
poner papel conciencia en las paredesquien se ha cortado con papel sabe
lo que guarda en sus bordes el blancoDe Diseño de Interiores (2015).
alimentar a los caballos
similus cum similibus curantur,
que quiere decir que los burritos se juntan para rascarselas montañas de Catskill
el establo
un caballo marrón
él le dice
si fuera animal
sería un caballocomo el caballo marrón
que ella mira y dice me excitacómo la excita
pregunta él
ella responde
como si las cosquillas quisieran reemplazarme, muy aquí, con la escasa noción que pueden tener las
cosquillas del aquíseguramente el caballo la sepa abarcar bien
dice él
pero, advierte
si alguna vez ella se acuesta con un caballo
no volverá a tocarlaella no está diciendo con perros
con gansos con cabras
dice con caballos
pero No es un músculo enfático
y ella comprueba cuando toca su mano
el No mayúsculo
impregnado de lomo
y dice no me acostaré con un caballo
para que siga tocándome
lo dice en serio
sabe
no existen otros caballos como éllas montañas de Catskill
se hacen las que no oyen que no saben
y rodean un lago antes un pueblo
removido del núcleo para contener
la reserva de agua de la ciudad donde él y ella
toman agua de la llave como si no estuvieran lejos
de lo que alguna vez los hizo cerca
de qué han estado cerca
no del futuro
pero existe
dónde
en el agua de la llave tal vezsi la mirada estuviera hecha para extraer lo otro
de lo uno
pero el ojo no ablanda
el cuerpo allá
marrón con la sustancia de lo vivo
su cola espanta moscas
sabe producir mirada
comer cagar ver oler una hembra
abalanzarse incrustarse
lastimar el reflexivo
solamente en comer
comiendo buscando más comida
gerundios del potrero
pero si hay una hembra
tumbar
arrasar
he ahí una palabrahe ahí una función
en contraposición las hojas
su postura de otoño
caen como si de caer hubiera adentro un canto
inspección del nosotros en la caída
el yo se instala en ella
él muta en otro
donde hay un yo y un tú hay un lugar donde crecen
y se ajustan y se enquistan las expectativasalerta no quedar
en ese ahí de nos
qué hacer luego con esa pulsación
frente al semental jamás castrado
el espacio entre
se cubre de atmósfera
la visión declina
es ahora un asalto relinchante
y ella ya no está con una persona, ni con un caballo
está con la sensación de esa persona, de ese caballodirían que no se desea un objeto sino un conjunto
no me acostaré con un caballo
dice ella
pero cómo sabemos
los que pronunciamos palabras
y escuchamos promesas
los que creemos en mundos naciéndose
y otros acabándose
el mundo de las moscas, por ejemplo
el sexo con caballos, por ejemplo
de tanto desear que de ahí surja materia
no como pus
no como llaman los espíritus a lo vivomateria como un colgar
de la firmeza de un caballo
la firmeza en que la forma encajaformas colgantes que se parecen a aquello que las desea
¿qué se siente penetrar?
pregunta ella
debe ser, pero dígame usted
sabe más de esas cosas
debe ser apretar
que flujo se haga súbdito
materia que habla sobre cómo siente su materialidad
¿humedad? ¿barro? ¿qué?
Poder, dice él
poder sacar de un cuerpo donde el otro no es posible
el talón del amorse podría hacer cuero de este momento
un cinturón de mirar un caballo
un cinturón marrón jala con su hondo animal
un cabalgar tal vez hacia un futuro
mejor hacia un presente
con anteojeras blindada la ansiedad de ser otro
tomados de las manos
la cabeza de ella descansa en la de él
y ella lo rascará, le dará guayabas, alfalfa, zanahoriasDe Del porno y las babosas (2016).
como la abeja
tú y yo y la aspereza de ser tú y yo
en este tubo de domingo
cuando un afuera existeafuera es lo que llamo el adentro de la flor
y dejarse chupar de esa manera por la glosa
y surgir pavoneada en su parasiemprey si dos no somos suficientes
para dar forma al sentir de la floren qué momento dejamos de saber lo
que es tener un polvohe visto cómo el hombro descubierto
la apenas voluptuosidad de un hombro
segregan en ti rosadito de éxtasismientras, conmigo lo haces rápido
en medio de mi cuerpo das de comer a tu placer
te haces encima y no te gusta
que me haga encima porque entonces no puedesun poco de miel y ser como la abeja y batir el aire
hasta hacerlo consciente de sus átomos
hasta que el aire
no sabe si es aireo elevación brotada
o zánganos uno a uno o lo líquido
saboreando lo que dura el siglo de una abeja
confundida con el aire para que otros zánganos
se exciten en crujido de bolas estalladas
como no puede hacerlo el equilibriocomo solo la abeja y la mujer
de un video porno que viella acostada sobre la desnudez
en una multiplicación rimada con el vértigo
diré que esa fibra de hombres
que ella toda entrega sonreía
y ellos esperaban su turno
como esperan los hombres en los bancos
civilizadamente
y en ese mientras tanto
en ese en vez de aullar
mostrarse los colmillos
un batir de subidas y bajadas
melódico atmosférico
cada uno dejaba lo que podía en ese ahí
que no era de lugar sino
de cuerpo afeitado para que la pureza se encontrara con la nada
y a algo olía
que sólo en los mitos y la mujer esparcía
con los dedos
con gesto maternal los esparcíayo creo, amor, nuestro deber es el placer
placer de ti un ejército de hombres
placer de mí un ejército de géisers
placer lamernos en calor inaugural
placer de la primera o la segunda o la centésima
placer hurgar en cuatrocientas noches diferentes
placer con cuatrocientos cuerpos encontrarnos
placer en un nosotros líquido y espeso
placer en un aquí de la abeja y de los átomos del aire
y el adn de un adentro cualquiera
incluso el del domingoDe Del porno y las babosas (2016).
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