Olvida la frontera por un minuto.Muchos podrían decir que Donald Trump ha construído su propio muro metafórico, dividiendo Estados Unidos en cada línea con una retórica del odio y defendiendo ataques físicos y sexuales. Pero en respuesta, el día de ayer, sus detractores se armaron con tacos libres y unidos afuera del edificio Trump International en Las Vegas para mandar al candidato presidencial el mensaje de que están unidos contra su "odio".
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"Estamos construyendo un muro de tacos alrededor de la torre de Trump", dice Justin Favela, un artista de Las Vegas, quien está afuera de Trump International en Las Vegas y cuya ascendencia está siendo atacada. "Esto es para demostrar qué tan unida está la comunidad latina. Han recurrido a los puestos de tacos para unir y construir un muro de apoyo y amor que rodee al odio".La línea que se extiende por la acera junto al "muro" de puestos de tacos está llena de miembros de la Culinary Workers Union (Unión de Trabajadores Culinarios), partidarios de Hillary, residentes locales y otros estadounidenses amantes de los tacos despertando en la realidad vaticinada por el fundador de Latinos for Trump, quien advirtió que la victoria de Clinton podría significar "puestos de tacos en cada esquina".
Una caricatura con enorme cabeza de la creatura que es Trump permanecía de pie, detrás de un letrero con la frase, "Donald Trump se burla de los discapacitados, degrada a las mujeres, menosprecia a sus detractores. Estados Unidos merece algo mejor". Un pizarrón al lado de uno de los puestos de tacos anuncia, "Especialidad del día: Tacos en cada esquina".
Los miembros de la unión llevaban bandas con letras impresas que leían "Ms. Housekeeping" (Señora de la Limpieza) y pedían apoyo para los trabajadores del hotel Trump; más de la mitad, según ellos, quieren negociar la representación de un sindicato. Otros letreros decían "Tacos Trump Hate" y el comité de acción política American Bridge 21st Century ofreció tacos gratis, quizá el alimento más simbólico de las elecciones presidenciales de 2016.
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La mayoría querían que Trump bajara y se sentara con los trabajadores de su propio hotel: "Trump, si quieres que Estados Unidos sea genial otra vez, puedes empezar sentándote y platicando con tus propios empleados", reclamó uno de los protestantes con un megáfono mientras Rolls Royces llegaban al valet del hotel de Trump, donde venden gorras impresas con la frase "Make America Great Again" en la tienda de regalos.
Afuera, el "Muro de la Unidad", una impresión enorme de un ladrillo, firmada por los protestantes."Estas personas trabajan duro todos los días y pagan impuestos", dice Maria Theresa Ortiz, chef del puesto de tacos de su hijo Latin Fusion Grill, estacionado junto a los demás.
El edificio dorado de Trump erigido amenazante sobre nosotros , dice ella, es "solo un juguete para Trump", pero esos "puestos de tacos y micronegocios son reales".Un manifestante a favor de Trump, sostenía un letrero que decía, "Gays for Trump" y grababa a la multitud, declarando que los detractores de Trump estaban engañados. La gente, sin embargo, no lo cree así.
"Mi padre y mi madre trabajan para la Culinary Union", dice la protestante Adriana Garcia. "No me gusta lo que representa Donald Trump. Nos deja claro que el racismo vive y es fuerte".
Después de las plegarias hechas por líderes religiosos, las voces de los políticos y el aplauso de intendencia de Trump, una sola pregunta sigue retumbando por encima de la multitud: "¿Están listos para comer tacos?".La música comenzó a sonar y la gente a celebrar.