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Es una creencia aterradora —que por desgracia es prevalente en el sistema de justicia— que hasta algunos sobrevivientes sostienen.Pero no es real porque, además de luchar o huir, también existe otra reacción natural al peligro de la que no se habla mucho: paralizarse y ensimismarse."Paralizarse es una respuesta común a una amenaza que vemos en mamíferos y no solo en humanos", dijo el doctor Martin Antony, profesor de sicología en la Universidad Ryerson y autor de El manual contra la ansiedad, en una entrevista para VICE. "Algunos argumentan que ni siquiera se debería hablar de 'reacción de lucha o huída', sino de 'lucha, huida o parálisis'".Antony explicó que esa parálisis es breve y que ocurre en muchas situaciones donde existe un elemento de miedo o pánico —no poder hablar o pensar en las palabras adecuadas cuando estás nerviosa, por ejemplo, también es parte de ese instinto—. Probablemente está diseñado para ayudarnos a analizar la situación y tomar decisiones no impulsivas.Karlene Moore, terapeuta y abogada en el Centro de Crisis de Violación en Toronto, dio una explicación similar y agregó algunos mitos sobre la violación —por ejemplo, que los violadores son desconocidos que se esconden en arbustos o callejones solitarios, cuando, en realidad, usualmente son personas que la víctima conoce— que pueden contribuir a la reacción de parálisis."Estamos tratando de procesarlo. Estamos tratando de descifrar qué pasa, porque nos han enseñado sobre la violencia sexual, el abuso sexual, y cómo se supone que son las violaciones no es la realidad que vivimos pero sabemos que la situación actual es pésima", dijo Moore.
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Antony explicó que ensimismarse durante una violación puede servir como otra forma de defensa, después de la parálisis inicial, cuando la víctima cree que no puede escapar de ese peligro."Es posible que te des cuenta de que, si te resistes mucho, puedes exponerte a un riesgo mayor. Tal vez la persona responda de forma violenta si te resistes. O tal vez llegues a la conclusión de que no puedes escapar", explicó. "Y en ese momento, si no puedes escapar físicamente, puedes hacerlo mentalmente. Ese escape mental te puede proteger del dolor que experimentas en esa situación".
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