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Vice Blog

Hablé con el artista belga cuyos cómics "confundieron" con las cartillas del Ministerio de Educación

Sectores conservadores agarraron las ilustraciones de Tom Bouden y dijeron que eran las nuevas cartillas. Hablamos de su arte y del caso colombiano.

Al final, lo que destapó el debate, lo que puso a gritar a monjas y cardenales, a ministras y a locutores, lo que encendió la discusión y soltó ríos de memes y comentarios de indignación y columnas de opinión. Al final, la polémica empezó por sus dibujos. Los dibujos de Tom Bouden, el artista gráfico belga que ha publicado más de 30 libros y revistas de cómic en su país. El artista gay que en su país (y en países de lengua inglesa) es famoso por sus ilustraciones y diálogos satíricos. El artista que nació en 1971 en la ciudad costera de Ostend. Tom Bouden, el artista gráfico que ha ganado un Prix Saint-Michel, el premio de cómic más importante de Bélgica, el país de Hergé.

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Imágenes cortesía del autor.

Sectores de derecha anunciaron esta semana que las cartillas sobre educación sexual en los colegios que el Ministerio de Educación estaba proponiendo como guía contenían ilustraciones "pornográficas". Las ilustraciones no eran otras que apartes del libro de Tom "En la cama con David y Jonathan". Pues le escribí y le mandé unas preguntas. Esto me contestó.

Ya has oído lo que pasó acá en Colombia. ¿Qué piensas de todo esto?

Por supuesto. Estoy a favor de la reciente sentencia que le pide a los colegios de toda Colombia que revisen reglas potencialmente homofóbicas en sus manuales de convivencia y que implementen programas donde les enseñen a los niños sobre la comunidad lgbti, sobre tolerancia y diversidad. Los años del colegio son los más difíciles de los niños lgbti. Entonces hacer conciencia puede ayudar a prevenir las peores cosas, como un suicidio.

Pero no me gusta cuando la gente miente para obtener lo que quiere. Especialmente si arguyen tener una moral superior. Es una lástima que cristianos y políticos de extrema derecha distorsionen la información para desprestigiar lo que ha hecho el Ministerio y quieran seguir criando a sus hijos en fanatismo e ignorancia. Y no me gusta nada que usen mi trabajo para ese propósito.

¿Piensas, como los sectores más conservadores han dicho, que una cartilla pueda moldear la orientación sexual de los niños?

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No, no lo pienso. Creo que tu orientación sexual es un tema biológico y no puede ser moldeado por cartillas o películas o canciones. Te pueden, de pronto, ayudar a descubrir lo que ya está oculto en ti. Pero si no eres gay, no te volverás gay por ver un dibujo o una ilustración de dos hombres besándose, tomándose de la mano o teniendo sexo. Si fuera el caso, todos seriamos heterosexuales por crecer viendo parejas heterosexuales todo el tiempo. Nadie nunca se ha acercado a mí a decirme "me volví gay por ver tus cómics".

¿Alguna vez pensaste que tu trabajo fuera a ser confundido con material de educación sexual?

No, en realidad no. Aunque sí he hecho cómics que pueden ser usados en el colegio. Pienso en "Max y Sven" (del 2005), una historia de un niño que descubre que es gay y se enamora de su mejor amigo. Probablemente mi trabajo más personal y el mejor. Pero creo que de todas maneras necesitaría alguna reelaboración para que pudiera ser enseñado en los salones de clase.

Pero un libro como En la cama con David y Jonathan puede ser (y tal vez lo sea) usado por gays que están buscando nuevas posiciones en la cama. Sé que aprendí algunas cosas sobre sexo gay leyendo comics en mi juventud. Pero esos eran los días previos a Internet. Imágenes de chicos gay y lo que hacen entre ellos no eran sencillas de conseguir como lo es ahora.

Cuéntame un poco de En la cama con David y Jonathan, el libro que estuvo en el medio de la discusión. ¿De qué se trata?

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Es el único cómic mío cuyo objetivo era únicamente ser explícitamente erótico. O porno, como algunos lo llaman. La mayoría de las partes del libro no tienen texto para que pueda ser entendido por todo el mundo. Es sólo una historia de sexo gay. También hay algo de humor en el libro, pero menos que en mis otros libros donde el humor es lo más importante.

¿Cómo definirías tu trabajo? ¿Siempre dibujas e ilustras tus libros?

Siempre los ilustro y escribo, sí. También he escrito cómics para otras personas. Soy conocido por mis cómics gay, pero esa sólo es una parte de mi trabajo, aunque siempre es la que se traduce. También hago cómics para niños, adaptación de novelas, series basadas en programas de televisión, parodias de cómics belgas, cosas de adultos…También trabajo como artista en una serie muy exitosa de cómic acá en Bélgica (esa es la mayor parte de mi trabajo).

¿Cuáles son tus principales influencias en novela gráfica?

Un poco de todo. La mayoría de los críticos siempre hablan del hecho de que estoy influenciado por Hergé (Tintín), pero ese solo es un estilo de cartoon que es popular acá. La mayoría de cómics comerciales son hechos con ese estilo. Siempre encuentro el texto y los diálogos son más importante que los dibujos. Y mis influencias en ese sentido son sobre todo programas de televisión: Seinfeld y películas à la Woody Allen. Ese tipo de cosas.


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¿En algún momento has recibido mensajes insultos en tu país por el trabajo que haces?

No recuerdo que haya pasado, no.

¿Cuál es tu idea de una buena educación sexual?

Una educación en la que nadie esté temeroso de hablar de lo que sea, que se enfoque en los aspectos positivos de la sexualidad, no en los negativos. No solo hablar de enfermedades sino de lo divertido que puede ser. Y no juzgar.

Es curioso porque incluso las ilustraciones que fueron tomadas como parte de la cartilla de educación muestran una relación consensuada, íntima y cariñosa entre una pareja gay. ¿Cuál es tu idea del amor?

Sí, pudieron haber encontrado ilustraciones mucho peores para probar su punto. Los dibujos que mostraban eran sobre dos jóvenes besándose. No hay nada malo en eso, ¿cierto? No aparece ni siquiera un pene. Es triste ver que todavía haya gente que encuentra ese tipo de cosas intensamente desagradables.

El amor viene de distintas maneras. Siempre que dos (o más) personas estén felices entre ellas a mí no me importa.

¿Eres una persona religiosa?

Tuve una educación cristiana, como la mayoría de belgas de mi generación, pero no soy religioso. Dejé de creer en Dios hace mucho tiempo, cuando era niño.

¿Todas tus obras hablan de relaciones homosexuales? ¿Ves tu trabajo como una forma política de acabar con los 'tabus gay'?

No, no todo lo que hago habla sobre relaciones gay. Algunas sí, otras no. Pero si es posible me gusta incluir una pareja gay o lesbiana.

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Lo hice en dos series que escribí para niños y jóvenes adultos. Y espero que a algunos lectores les haya servido para facilitar su aceptación como gay o la de un amigo gay. Alguna vez calculé que entre 1.000 y 3.000 de los lectores de esos cómics serían lgbti y ese es un grupo considerable. Espero que miren para atrás con cariño a esas historias. Sé que mis cómics gay tienen un impacto en mis lectores. Antes preguntabas sobre mensajes ofensivos, si hubieras preguntado por mensajes positivos, de amor, te habría respondido que me llegan un montón de esos.

Finalmente, ¿cómo fue el contexto en el que creciste en Bélgica? ¿Era incluyente con los temas de género?

Mis años de infancia fueron tan buenos como podían ser. Nunca hubo grandes problemas. Crecí en una familia cariñosa y llena de amor. Mis padres nunca hablaron de homosexuales, pero eso también quiere decir que tampoco decían cosas negativas sobre los gay. Aunque mi papá nunca entendió del todo lo drag. Mi mejor amigo también era gay. Es una pena que en ese momento no lo supiéramos, habría hecho nuestra adolescencia mucho más fácil. Lo mismo para los otros chicos gay o lesbianas de mis clases. Ahora sé que ellos estaban ahí, pero tristemente no lo sabíamos en ese entonces. Y esa es precisamente la razón por la que los colegios deberían ser más tolerantes y abiertos respecto de los temas gay.

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