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Cultură

Kiko Rivera se hace youtuber

¿Qué podemos esperar del nuevo canal de YouTube de Paquirrín? Tiembla, España.

Pobre Kiko, sus incursiones en el mundo audiovisual siempre han sido tormentosas: la serie de televisión "Jaimito" de Mediaset fue descartada y se optó por readaptarla en formato web. Tras el anunciado fracaso de este proyecto ahora Kiko Rivera lo intenta de nuevo. Esta vez se trata de un vídeo blog (¿vlog?) humildemente titulado "Rivera Kiko TV".

¿Qué podemos esperar de esta nueva aventura digital? ¿Kiko de resaca calentando unos frankfurts para su hija? ¿Trucos caseros para falcar puertas? ¿Un unboxing de la compra del Mercadona? No lo sé, no tengo ni idea de hasta dónde va a llegar esto pues la única pista que nos da en la descripción del vídeo es una austera frase que reza: "Kiko rivera presentación". Sin duda el tipo juega al despiste. Lo que está claro es que la primera entrada ya apunta muy alto: el tipo se presenta con un vídeo grabado en vertical titulado "Video presentacion!" —así, sin tilde ni signo de exclamación inicial—, con un plano totalmente desequilibrado (ese armario del fondo) y decorado con un precioso cuadro de esos que te hacen en las copisterías, esos que se llaman "tus recuerdos" o "las cosas que más amas en la vida".

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Pero aquí nada se deja al azar, este despropósito estético tiene todo el sentido del mundo pues en este primer discurso Kiko nos asegura que con esta nueva aventura pretende que le veamos actuando de forma "natural", quiere mostrarnos el día a día de Kiko, sin decorados ni maquillaje. Bienvenidos al hogar de Paquirrín; un nido lleno de amor pero también —supongo y espero— de horror.

En la oficina de VICE nos hemos vuelto muy locos frente a este inesperado estreno y hemos empezado a divagar sobre qué tipo de contenido se publicará en este nuevo y apetitoso canal. En fin, ahí va lo que esperamos ver en "Rivera Kiko TV". No dudes en aportar propuestas en la sección de comentarios. Hagamos de internet una herramienta de todos.

FERNANDO BERNAL

Siguiendo el canon de unas de las corrientes más decisivas del nuevo cine documental —el diario filmado— Kiko Rivera da un paso más en su empeño de convertirse en auteur total. Con un look bohemio, como de estudiante de cine en UCLA, el hijo de Isabel nos amenaza con contarnos su día a día (todos los putos días) en vídeo y, además, nos dedica un par de besitos. Puesta en escena: deficiente. Encuadre: poco elaborado. Interpretación: raquítica. Expectativas: muy altas. Nos va a dar mucho jolgorio trash y mucho costumbrismo andaluz de andar por casa.

IAGO FERNÁNDEZ

Me gustaría, sobre todo, que hiciera buenos tutoriales de salud y belleza. Vídeos explicando cómo beber agua de forma divertida, por ejemplo. Me da igual que eso ya lo haya hecho Gisela de OT, sería un sueño hecho realidad verle explicar, paso a paso, cómo pintar "good morning" y caritas sonrientes con rotulador en las botellas de Bezoya. En realidad, mi deseo es que se especialice en guías de maquillaje para hombres —tipo Patrick Starr o Manny Gutiérrez — o que se lance a la piscina, combinando el mundo del contouring con el de la guasa al estilo Bretman Rock

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JUANJO VILLALBA

Lo primero que me llama la atención de Kiko Rivera en este vídeo es su voz. Es suave y cálida, de galán, muy alejada de la imagen de fiestero que la prensa del corazón lleva años queriéndonos vender. Eso me resulta agradable. Pero no confío en que eso le vaya a traer muchos seguidores. Lo que ya me chirría muchísimo es toda la escenografía. Un sencillo cuarto con un modesto armario y un panel con un montaje fotográfico de su familia, que se aleja mucho de los lujos que uno se imagina en la finca de su madre, Cantora. En realidad no espero mucho del canal de Paquirrín, aunque sueño en que el tío empezara a hablar muy a saco de política y poco de sus temas de reggaetón.

GONZALO HERRERA

Parece que Paquirrín ha dado el paso lógico que deberían estar dando todos los personajillos del corazón y se ha hecho youtuber. Es algo bastante normal dado que el trabajo (¿se puede llamar trabajo a lo que hacen?) de esa gente consiste en monetarizar sus penas y alegrías. A partir de aquí no le veo más chicha al asunto, no creo que el canal pueda ofrecerle nada a nadie que no sea ya de por sí fan del tipo; y ni eso. Ya ha vendido toda su vida privada a la prensa del corazón, no se qué más puede intentar colarnos ahora.

Lo que si que me ha sorprendido es la voz. No sé si os habéis fijado pero parece que esté intentando depurar su acento y cambiarlo por una especie de acento latino falso, como si en vez de estar en un cuarto decadente de alguna polis española esté anunciando el nacimiento de su canal desde su estudio de grabación en Miami, Floridad, United States Of America. Es lo que se conoce como el fenómeno Abraham Mateo, anteriormente conocido como fenómeno Aznar, y da mucha grima.