Todos sabemos que las nueces son buenas para nosotros. Llenas de magnesio y calcio, siempre y cuando no estén cubiertas de azúcar o chocolate, o estén manoseadas por todos en el platito de las botanas en el bar, las nueces pueden ser el aperitivo saludable por default.Pero una nueva investigación sugiere que las nueces pueden ser aún mejores para nosotros de lo que se pensaba anteriormente. De acuerdo con un estudio realizado por el departamento de Food Science and Nutrition de la University of Florida, incorporar un par de almendras en la dieta de los niños podría evitar que se atasquen con aperitivos poco saludables en su vida futura.
La coautora del estudio Alyssa Burns del Food Science and Human Nutrition Department dijo que este cambio a tener aperitivos saludables podría impactar positivamente las dietas de los niños a medida que se desarrollan. Dijo: "Los hábitos que tienes cuando eres más joven se llevan hasta la edad adulta. Así que si un padre es capaz de incorporar las almendras o diferentes aperitivos saludables en la dieta de un niño, es más probable que el niño elija esos aperitivos más tarde en la vida".De hecho, el estudio indicó que el número de niños entre las edades de tres y seis años que comían almendras y semillas había disminuido en los últimos 20 años, mientras que el consumo de aperitivos poco saludables como galletas saladas y papas había aumentado. Así también, la obesidad infantil.Por supuesto, resguardarse del hambre de la tarde con almendras, en vez de papas fritas, tiene sentido nutricional. Como señaló el estudio, las almendras contienen altos niveles de proteínas, logrando que los participantes fueran menos propensos a desear aperitivos salados y procesados. Por lo tanto, las almendras son maravillosas para los niños y adultos por igual. Simplemente no hay que excedernos y comenzar a alimentar a los bebés con leche de almendras.
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Publicado en el Journal of Nutrition, los investigadores del estudio recopilaron datos de 28 pares de padres e hijos durante un período de 14 semanas. Comenzaron por calificar los hábitos alimenticios de cada uno de los pares según el Healthy Eating Index del US Department of Agriculture, que evalúa cómo se alinea la calidad de la dieta de una persona con las directrices nacionales de Estados Unidos. Aquellos con una calificación por debajo de 51 son considerados como personas con una "mala" dieta, mientras que el 51 a 80 muestra una necesidad de mejora y cualquier cosa por encima de 80 es "buena".Los investigadores de Florida encontraron que sus participantes, padres e hijos, obtuvieron una calificación promedio de 53.7. Después de capturar esta información, incorporaron almendras en la dieta diaria de los pares. A los padres se les pidió comer 1.5 onzas de nuez mientras que los niños comieron media onza (cerca de 10 almendras) o una porción equivalente de mantequilla de almendras cada día.Después de tres semanas, los investigadores calificaron la dieta de los pares de padres e hijos de nuevo, utilizando el mismo Healthy Eating Index. ¿El resultado? La intervención de almendra incrementó su calificación a un promedio de 61.4, bien en el camino hacia ese 80 deseado.