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Cultură

Me inyecté testosterona y, en vez de regla, tuve un alien en el útero

David es un chico trans que lleva meses hormonándose. Hablamos de sus cambios y cómo le afectan en el día a día.

David después de haber tomado testosterona durante un tiempo.

Me he leído tochos de Judith Butler, escuchado conferencias de Beatriz Preciado, y seguido las polémicas tuiteras entre feministas y machirulos. Todo esto aderezado con una militancia intachable en la internet y la vida real. Pero desde mi punto de vista de chica blanca, de clase media y blablabla. Vamos, que no soy una Galician WASP , pero casi. En cierto modo, nunca he renunciado a mi condición de femme: llevo el pelo teñido de rubio, raramente me pongo pantalones, y apenas tonteo con mi ambigüedad física. Así que no tengo ni puta idea sobre esto de las hormonas.

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A David lo conocí cuando él acababa de cumplir veinte palos, aún no había decidido hormonarse y conservaba su anterior nombre. Yo estaba en clase de arte feminista esperando a que llegase la profesora y, con ella, venía él. Me fijé en David porque era súper inteligente y me pareció bastante guapo. Las demás chicas, feministas sí, pero también modositas (comparadas con él), estábamos alucinando con esa hostia de punkismo real en carne viva, sin anestesia. Pelo rapado, cadenas y New Rock negras (encima de la mesa). Ahora le quedan dos asignaturas para licenciarse y lleva tres meses inyectándose testosterona. Hablo con él sobre sus cambios físicos y cómo afectan a su día a día.

VICE: ¿Cuándo decidiste que querías dar el paso y cómo lo abordaste? ¿Te resultó complicado?

David: Hacía tiempo que tenía en mente la idea de hormonarme, pero no me atraía la gestión médico-legal del tema (la patologización, la monitorización, etc.) y lo iba dejando ir. El año pasado, sin embargo, hablé con un amigo que ya había avanzado bastante en su transición y lo que me dijo me hizo decidirme. Entré en contacto con otros chicos trans de Galiza y fue entonces cuando tomé la decisión de ir por la vía médico-legal, sabiendo que estaba en un lugar óptimo para hacerlo, con bastante información y empoderamiento.

La ansiada cápsula.

¿Te sentiste juzgado por no buscar según qué cosas establecidas entre todos los que se someten a un tratamiento de este tipo? ¿Existen, también entre los psiquiatras, prejuicios acerca de la transexualidad?

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En realidad, tuve bastante suerte. Me tocó una psicóloga bastante legal. Siempre he tenido claro que no me quería quitar los ovarios si no era estrictamente necesario por cuestiones médicas, pero no se lo dije a la psicóloga hasta que tuve el diagnóstico de disforia de género y las recetas de testosterona. Por muy "guays" que sean, son médicos y es difícil fiarse al cien por cien. También considero que sería insensato hacerlo, al menos de entrada. En estos momentos mi relación con la psicóloga es buena, me siento libre para comentar lo que me dé la gana, pero de telón de fondo está la movida de que el seguimiento psicológico es obligatorio porque forma parte del test de la vida real (ellos ahora lo llaman "experiencia de vida") y es bastante jodido. Algo que estaría bien como servicio opcional se convierte en forzoso. Hay una lógica penitenciaria muy chunga detrás de esto. Como los tests psicológicos que te hacen al principio, como si pensaran que tú vas allí mintiendo o equivocado. Pero bueno, aquí no tenemos UTIG (Unidad de Trastorno en Identidad de Género) y suele ser todo más fácil, porque la gestión casi carcelaria del género es mucho más terrorífica en esos sitios.

¿Qué cambios físicos y psíquicos has notado hasta el momento?

No he vuelto a tener la regla, me está empezando a salir barba, tengo la voz más grave, más masa muscular, algo menos de pecho… Lo típico que ocurre cuando se empieza a redistribuir la grasa, aunque todos esos cambios son lentos y hay que tener paciencia. En lo psicológico, me siento más seguro y feliz porque me empiezo a parecer a lo que siempre soñé de mí mismo. Eso de que la testosterona te pone más agresivo e irritable no se ha cumplido en mi caso. Creo que hay mucha leyenda urbana de raíz patriarcal.

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¿Existen síntomas secundarios? ¿Los has experimentado?

El primer mes, en vez de la regla, tuve un alien alojado en el útero unos días. Nunca había tenido esas molestias, y era la no-regla. Lo achaco a la lucha de hormonas. Pero no me ha vuelto a pasar y ya estoy tranquilo. También el tema de los sofocos, que yo creía que iba a transmutar en charco. Seguramente haya más efectos secundarios, pero yo no los he experimentado. El balance es muy positivo.

"Hasta parece que en el súper te tratan mejor cuando pasas de ser visto como una bollera muy masculina a un tío"

¿Te sientes más seguro a la hora de enfrentarte a lo cotidiano siendo percibido como un chico? ¿Ahora disfrutas de más privilegios?

Hasta parece que en el súper te tratan mejor cuando pasas de ser visto como una bollera muy masculina a un tío. Lo que me da seguridad es el hecho de no tener la sensación de que estoy en todo momento a examen. Antes la gente por la calle me miraba insistentemente a la zona de las tetas como si eso les fuera a revelar "qué" soy. Hay una obsesión tremenda con que las cosas sean blancas o negras. Pero si te salen pelos y tienes la voz grave, esa tensión social desaparece. Eres un tío y ya. Transito la ciudad mucho menos tenso, pero me cabrea que la gente que decide no hormonarse o no puede acceder a ciertos tratamientos tenga que seguir aguantando todas estas mierdas día tras día. A mí me cansaba mucho todo este tema y hubo una época en que estaba tan hasta el coño que a la peña que miraba demasiado le preguntaba qué coño quería o directamente les ladraba. Era muy efectivo.

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¿Cómo es tu relación con otros tíos? ¿Hay camaradería? ¿Te tratan como a uno más? ¿Has notado cambios en este sentido desde que te hormonas?

Hay camaradería y me resulta bastante loco el hecho de que el paternalismo y actitudes de ese estilo desaparezcan en cuanto asumen que eres un tío cis (alguien que se identifica con la identidad de género que se le asignó al nacer), hetero, etc. Te ven como un igual y así te tratan. Ya antes de la testosterona vivía como chico, así que el cambio no ha sido drástico, pero aun así se nota que ya te toman más en serio.

Supongo que tu nombre en el DNI sigue siendo el de antes. ¿Qué problemas te ha traído esto a la hora de enfrentarte a trámites legales? ¿Cómo reacciona la gente?

Lo intento llevar con naturalidad. Por ejemplo, hace poco me he cambiado de piso y al hacer el contrato pensé en afeitarme a propósito. Pero al final no lo hice porque no quiero más interferencias innecesarias en mi vida cotidiana. Hay gente que infiere lo que pasa, empleados de la sanidad pública que me preguntan si voy a pedir cita para una familiar… Una vez fui a comprar la dosis de testosterona, me atendió otra farmacéutica y me pidió el número del DNI dos veces porque intuyó que lo había introducido mal. La Gente de las Ventanillas, que es con la que más frecuentemente hay que lidiar a estos efectos, es muy diversa.

Lo mismo te pasará a la hora de firmar los exámenes en la facultad. ¿Con qué nombre lo haces? ¿Cómo han llevado tus profesores el cambio?

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Me faltan dos asignaturas para acabar la carrera, de modo que estoy en actitud para lo que me queda en el convento, me cago dentro. Este cuatrimestre tengo solo una clase, he comentado el tema con la profesora y bien, sin ningún problema. Lo de los exámenes aún no sé cómo voy a gestionarlo. El año pasado firmé con el nombre registral porque todavía no tenía el diagnóstico de disforia de género este horrible que te autoriza a exigir un mínimo de respeto. De todos modos, firmar con el nombre que figura en mi DNI no me hace sentir mal ni mucho menos. A veces es divertido y políticamente provocador que te vean exteriormente como chico y tener unos documentos oficiales que obliguen a tu entorno institucional a replantearse cosas. Obviamente, no todos los días me siento bien con ello, pero la mayor parte del tiempo me lo tomo con humor.

¿Cómo te percibe la gente después de del tratamiento? ¿Y cómo te percibían antes, cuando llevabas pintas de tío pero aún no habías empezado con la transición?

La transición ya la había empezado antes de las hormonas. Lo que pasa es que ahora llamo menos la atención porque la gente da por hecho que soy un chico cis, es decir, a nadie se le pasa por la cabeza de entrada que pueda ser trans.

¿Has notado cambios en tu tono de voz? Cuándo hablas por teléfono, ¿cómo se dirige la gente a ti?

Me ha cambiado bastante y eso me ayuda a ser percibido en masculino por teléfono y en persona. Ya me causaba problemas antes de la testosterona cuando tenía que hacer cualquier trámite con la compañía telefónica porque mi voz no era de chica, así que ahora es básicamente lo mismo pero mucho más evidente.

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"Me tuve que dar de baja en el gimnasio porque no me apetecía cambiarme de vestuario y encontrarme a saber qué reacciones"

¿Qué cosas cotidianas resultan complicadas para ti? Ir a probarse ropa a una tienda o entrar en el baño de tíos…

Por poner un ejemplo muy básico, llevaba tres años yendo al mismo gimnasio y me tuve que dar de baja porque no me apetecía de repente cambiarme de vestuario y encontrarme a saber qué reacciones. La mayor parte de cosas cotidianas las llevo con alegría y empoderamiento, pero no todo el tiempo puedes estar militando, o pensando en la liberación trans. También me importa mi calidad de vida y estar siempre en entornos seguros y donde me sienta cómodo. Por eso ahora voy a otro gimnasio donde no me miran raro. Hace tiempo que voy a los probadores de tíos y nunca he tenido problemas. Donde sí los tenía era en los de tías, lógicamente. La categoría hombre es mucho más flexible que la de mujer.

¿Con qué reacciones te encuentras a la hora de ligar? ¿Lo petas más con las tías?

Tengo la suerte de vivir en una burbuja feminista y no necesito dar explicaciones cada dos por tres. Pero me reiría mucho si alguien me preguntara cómo folla una persona trans. Ligo lo mismo, no noto muchas diferencias. Pero ahora las bolleras pasan de mí y se me acercan más chavalas hetero que antes.

¿Desde que te hormonas, el sexo es diferente? ¿Ha cambiado tu forma de ver el sexo o de enfrentarte a él?

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El sexo no es una cosa estática, siempre está cambiando. Si no, sería aburridísimo. Pero la hormonación en sí no creo que haya generado ningún cambio específico o distinguible de los cambios propios del devenir vital.

¿Es verdad que la testosterona te da más energía y fuerza?

Favorece la musculación, pero evidentemente para ganar músculo hay que hacer ejercicio. Los gains se notan mucho más si te puedes permitir la cuota del gimnasio o echarle horas al ejercicio en casa.

¿Crees que las farmacéuticas acabarán explotando el negocio de la testosterona y entonces todo esto de los sexos delimitados ficcionalmente va a explotar?

Es que de hecho ya existe una floreciente industria del género. En Estados Unidos hay "coaches de vestuario y maquillaje" dando consejos de "passing" sobre todo a mujeres trans. El passing es un término que no me gusta nada y se refiere al hecho de que una persona trans sea percibida socialmente como alguien cis. Por ejemplo, un chaval trans que todo el mundo lea inmediatamente en masculino estaría "pasando". Es por eso que no me gusta: yo no "paso" como chico, lo soy. Volviendo al tema de la pregunta, si la privatización de la sanidad y de la vida en general avanza, es evidente que se va a crear una estética política de la diferencia sexual distinta, renovada, pero bajo las mismas condiciones de mierda y precariedad. Seguramente esté cambiando la concepción del sistema sexo/género tal como lo conocíamos, pero no sé hacia dónde va. Sería interesante generar estrategias para evitar que el capitalismo fagocitara nuestros tránsitos.

Inyectarse testosterona es modificar nuestro cuerpo. ¿Tiene la misma importancia que teñirse el pelo, operarse las tetas o rasurarse el coño?

Es un ejercicio de reprogramación de género como esos que mencionas. Pero teñirte el pelo y rasurarte el coño no cambian tu estatus legal. Lo de las tetas es curioso, porque igual a mí para cortármelas me ponen muchos más peros que si quisiera aumentármelas.

¿Qué vías alternativas existen para acometer esta labor sin que sea de la manera oficial?

Conozco gente que compra las cajas por Internet. O chavales que se ponen dosis más bajas de lo que les manda el endocrino, y ahí se produce el mercadeo: a uno le sobran cajas, las pone a la venta, otro las compra… A mí me parece estupendo que cada uno gestione su cuerpo y su hormonación como le dé la gana, pasando del sistema médico si quiere/puede, pero sabía que no era para mí. La autohormonación no es ninguna broma. Afortunadamente, ahora existen servicios como Trànsit, en Barcelona, donde profesionales de la salud te asesoran y fomentan que la gente se pueda hormonar de forma segura sin pasar por la UTIG.

¿Qué planes de futuro tienes? ¿Crees que tu transexualidad supondrá un problema a la hora de buscar trabajo?

De momento mis planes de futuro son no morirme de hambre ni de asco mientras acabo la carrera. Cualquier cosa es un problema a la hora de buscar trabajo desde el momento en que el marco actual pasa por currar gratis, cobrar en visibilidad o incluso pagar por trabajar. Ahora mismo tengo dos currículum, uno con mi nombre registral y otro con mi nombre. Ser trans muchas veces te obliga a dar más explicaciones de las que la paciencia te permite, pero bueno, el tema del desempleo es mucho más agresivo y preocupante entre las mujeres trans y yo no me siento legitimado para hablar de eso porque como chico trans tengo otras vivencias diferentes.