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clásico mundial de beisbol 2017

Las verdaderas razones de la eliminación de México del Clásico Mundial a pesar del triunfo

Si el paso de México por el Clásico Mundial de Beisbol había sido accidentado​, lo que ocurrió la noche del domingo y madrugada del lunes cayó en el surrealismo.

Si el paso de México por el Clásico Mundial de Beisbol había sido accidentado, lo que ocurrió la noche del domingo y madrugada del lunes cayó en el surrealismo. Tras un extenuante juego de 4 horas y 45 minutos, los mexicanos nos fuimos a dormir con la sonrisa de que nuestros compatriotas le habían ganado 11 a 9 a Venezuela en un juego de altísima tensión y que se habían ganado el derecho de jugar un partido de desempate contra Italia. Incluso, a eso de 1 de la madrugada, la cuenta oficial del Clásico Mundial en Twitter y la página oficial del torneo daban como un hecho que México e Italia se enfrentarían en el juego de desempate.

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Sin embargo, minutos después la nota fue borrada del portal oficial, y los tuits eliminados de la cuenta, pues se concluía que bajo la regla del torneo eran Venezuela e Italia quienes debían jugar el partido de desempate y no México. Entre dos y tres de la madrugada, los aficionados que seguían despiertos hervían en redes sociales. Unos reclamando una conspiración, otros tratando de encontrarle la interpretación adecuada a la regla.

Al final, el área de reglas del Clásico Mundial de Beisbol confirmó que México queda eliminado, y que serán Venezuela e Italia quienes jueguen el partido de desempate para dirimir quién avanza a la siguiente ronda.

Lo que se vivió en la noche del domingo y madrugada del lunes, es una confirmación de lo accidentado que fue el paso de México por el Clásico Mundial. Con un manejo errático y cuestionable, estas son las verdaderas razones que eliminan a México del torneo a pesar del triunfo frente a Venezuela.

1. La interpretación del reglamento que elimina a México es correcta

Al quedar México, Venezuela e Italia empatados con el mismo récord, se recurría al primer criterio de clasificación para definir a los dos equipos que jugarían un juego de desempate.

"Los equipos empatados se clasificarán en el standing para esa ronda de acuerdo a la menor cantidad de carreras admitidas dividida entre el número de innings (incluyendo innings parciales) jugados a la defensa en los juegos de esa ronda entre los equipos empatados".

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Esto quiere decir que debía contabilizarse la cantidad de carreras recibidas entre el número de innings y los dos equipos que terminaran con el menor cociente serían los que disputarían dicho juego. México terminó con 1.11, mientras que Italia terminó con 1.05 y Venezuela con 1.10. Los dos con menor cociente fueron Italia y Venezuela.

La controversia se originó porque en el partido entre México e Italia, el equipo nacional salió a jugar el noveno inning, pero no logró sacar un solo out, y por el contrario sí le hicieron 5 carreras. El argumento de los mexicanos era que ese noveno debería contabilizarse pues le bajaría el cociente a México, y si no se lo contaban tampoco deberían contarse las carreras.

Pero la regla es clara. Se toman en cuenta el número de innings (incluyendo innings parciales) jugados a la defensa. Un inning se completa cuando se sacan los tres outs, es decir, sus tres tercios. Un inning parcial es uno donde se sacan uno o dos tercios. Los outs son la manera en que se va midiendo la progresión de un inning. Si un equipo se presenta a jugar en tal entrada pero no logra sacar un solo out, como le ocurrió a México en ese noveno episodio frente a Italia, entonces no hay avance en el inning y no se le puede contabilizar.

Es el mismo caso de un pitcher. Supongamos que un pitcher abridor sale a lanzar el séptimo inning. No logra ningún out, pero le hacen tres carreras. En este caso, dado que no sacó ni un solo out de la séptima entrada se le contabilizan seis innings, pero las carreras que recibió lanzando el séptimo inning sí le cuentan, porque fueron carreras que permitió.

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Entonces, la intepretación que le han dado a las reglas para eliminar a México es la interpretación correcta.

2. No avanzar corredores

México no tenía que ponerse a hacer matemáticas para calcular la calificación, tenía que ponerse a fabricar carreras en el campo. Mientras más carreras hiciera, más se abría la posibilidad de avanzar al juego de desempate. Abrió el noveno inning con sencillo de Japhet Amador, quien dejó el campo para que Manny Rodríguez entrara como emergente. Ahí, con corredor agil en primera sin outs, Edgar González tuvo su primera oportunidad para tocar de sacrificio y no lo hizo. Vino Luis Juárez y dio sencillo para avanzar a Manny a segunda. Con corredores en primera y segunda sin outs, nuevamente surge la oportunidad del toque de sacrificio para avanzar corredores a segunda y tercera, ahora con más claridad, pues se podía poner la carrera a tiro de hit.

Venía el Cochito Cruz a batear. Y Édgar compareció con él en el círculo de espera para decidir la estrategia. El Cochito parecía insistir en el sacrificio, pero a Édgar se le alcanzaba a leer en los labios, "¡Batea, batea!". Y entonces el Cochito se presentó con la orden de no tocar y elevó al jardín izquierdo sin que se pudieran mover los corredores. Ahí se perdió la más grande oportunidad de anotar esa carrera que al final le costó a México la eliminación.

Esta última acción pesa, porque en caso de que el Cochito hubiera tocado y avanzado a los corredores, vino luego Xorge Carrillo con un elevado al jardín central que habría traído la carrera en pisa y corre. O de lo contrario, había a la mano la posibilidad de traer a Sebastián Valle como bateador emergente por Carrillo. Valle tiene la reputación de ser un bateador que responde a la hora cero como demostró en la Serie del Caribe pasada.

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Édgar González optó por la pasividad y en el pecado estuvo la penitencia.

3. ¿Por qué un zurdo como Vidal Nuño?

Otra decisión extraña tomada por Édgar González se dio en el sexto inning, cuando decidió meter al pitcher zurdo Vidal Nuño a lanzar. Normalmente un lanzador zurdo se mete cuando viene uno o varios bateadores zurdos en la tanda rival, pues el pitcher zurdo suele ser dominante sobre el bateador zurdo, pero no era el caso con Venezuela.

Al final, de los seis bateadores a los que enfrentó Nuño, cinco vinieron por el lado de los derechos. Tampoco había algún reporte que indicara que Nuño, siendo pitcher zurdo, fuera efectivo contra derechos. Al contrario, en su carrera los bateadores derechos le han pegado 44 jonrones en 107 juegos.

¿Qué quiso hacer entonces Édgar González? Había otros relevistas derechos disponibles en el bullpen. Sin embargo, a Nuño se le dejó tirar a seis bateadores, y le pegaron cuatro hits y le anotaron dos carreras.

4. Gran parte de la responsabilidad recae en Édgar González

Es cierto que Édgar González no tiene la culpa de que su mejor relevista, Roberto Osuna, se haya colapsado como lo hizo en su salida ante Italia que costó la primera derrota. Pero de lo que sí tiene la culpa Édgar es de haber metido a Osuna cuando recién había llegado a reportar al equipo ese mismo día y no había participado en los juegos de preparación del equipo mexicano. Lo metió sin haberlo visto, sin haberle dado lanzamientos para tomar ritmo. Es cierto que no es Édgar quien se sube a pitchear, pero sí es él quien ordena qui´n se sube.

Gran parte de la responsabilidad recae en Édgar González porque durante los partidos se presentaron oportunidades que no aprovechó porque no supo hacer uso de la táctica. Ocasiones en que había que meter un corredor o un bateador emergente, ocasiones en que se podía tocar la bola para avanzar corredores y no se hizo.

A pesar de que Adrián González presentaba un estado de forma cuestionable pues recién empezaba a hacer sus primeros swings del año, su hermano Édgar no le dio opciones de aportar en otras áreas. Lo dejó solo. Lo dejó que Adrián se las ingeniara solo para tomar su ritmo. Lo dejó solo frente a los abucheos y los turnos sin dar hit.

El manejo estratégico de México fue muy pobre, muy pasivo y muy costoso. Es cierto que las ausencias minaron considerablemente el plantel mexicano, pero con el grupo que tuvo a la mano se dio pelea, y se le pudo haber sacado más jugo, quizás no para aspirar al campeonato, pero sí para avanzar más en el torneo.