Las prostitutas de París y sus increíbles furgonetas

FYI.

This story is over 5 years old.

Fotos

Las prostitutas de París y sus increíbles furgonetas

Según el Departamento de Policía de París, el número de prostitutas que trabajan en la zona de Bois de Boulogne ha "aumentado considerablemente" desde hace cinco años. De hecho, una portavoz del "Collectif 16e arrondissement des prostituées du Bois de Boulogne" (grupo integrado por trabajadoras del sexo independientes que trabajan en esa zona) anunció recientemente que el número de prostitutas que trabaja en el distrito asciende a 180.

Publicidad

Siempre me han interesado las arquitecturas informales y las personas capaces de crear algo de la nada. A menudo, en mi trabajo analizo las formas en que las poblaciones marginadas salen adelante en entornos por lo general hostiles. Hasta ahora, he tenido la oportunidad de trabajar en las favelas de Río de Janeiro y de seguir a los desplazados de la zona de Sichuan tras la construcción de la presa de las Tres Gargantas en la ciudad china de Chongqing. El trabajo estaba en la línea de lo que hice hace tres años, cuando ahondé en las condiciones de trabajo de las prostitutas de Bois de Boulogne para un proyecto que titulé Places of Pleasure.


Relacionado: Descanso en el burdel: fotos de prostitutas en sus horas libres


Cualquier parisino sabe que el parque Bois de Boulogne es un lugar muy relacionado con la prostitución. Todas las mañanas acuden multitud de mujeres al lugar, ya sea en autobús o con sus propios vehículos, y empiezan su jornada instalando su puesto de trabajo: algunas montan tiendas de campaña en la zona arbolada o detrás de los arbustos, mientras que otras abren los maleteros, abaten los asientos, tapan las ventanillas y encienden un poco de incienso. Cuando ya han dispuesto su espacio, se preparan ellas mismas maquillándose cuidadosamente y poniéndose un atuendo sexy o incluso desnudándose. El proceso es casi un ritual mediante el cual las mujeres trascienden los límites de su vida "diaria" y asumen su papel de prostitutas.

Publicidad

A mediodía, un conocido les lleva comida y bebida, aunque las chicas casi no prueban bocado. El trabajo parece quitarles todo el apetito. La mayoría se pasa la jornada con el estómago vacío, y de vez en cuando puede verse a alguna de ellas sacar una botella de alcohol del bolso. A eso de las 17:00, empiezan a recoger sus cosas, ya que poco después empieza el turno de noche.

Durante el tiempo que pasé allí, procuré centrarme en una zona concreta para poder tener mejor conocimiento del espacio y las personas que lo frecuentaban. Escogí una zona del parque que está separada del resto por la carretera. En un espacio de tres años, conocí a cerca de 30 mujeres, la mayoría de ellas trabajadoras independientes. Aquello facilitaba nuestros encuentros, ya que podían charlar conmigo con total libertad. Algunas de ellas eran originarias de Latinoamérica y otras eran transgénero.


Relacionado: La dominatrix que lucha por los derechos de las prostitutas


Tuve también oportunidad de conocer a unos cuantos de sus clientes, aunque me resultaría difícil establecer un perfil. Todos eran hombres, pero de edades y procedencias muy diversas: desde chicos de las afueras a empresarios de La Défense que se pasaban con sus coches, equipados con la sillita de bebé en el asiento trasero, para relajarse entre reuniones. Para muchos de ellos, ésta es su válvula de escape.

Las prostitutas están convencidas de que su trabajo tiene un fuerte componente social y de que su pequeño mundo es un reflejo de todas las malas decisiones del Gobierno durante los años de crisis económica. "Antes, una venía a Bois de Boulogne a pasarlo bien, pero ahora se ha convertido en una especie de medicina", me explicó una de ellas.

Publicidad

Élodie Chrisment es una fotógrafa francesa integrante del estudio Hans Lucas.