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Marca España

Hablamos de trap y capitalismo con Silvia Charro y Simón Pérez

"Los chavales que hacen trap son capitalistas: hablan de ostentación, de dinero... tienen una ideología pero muchas veces no saben ponerle nombre".
Todas las fotografías por VICE España

Darle el soporte ideológico que le falta al trap. Ese es el objetivo que se han marcado Silvia Charro y Simón Pérez, que confiesan que hace tres meses no tenían ni idea del género. Ni siquiera sabían de su existencia. Pero, tras convertirse en virales, en buena parte gracias a las cuentas de edit, van a fundar una discográfica, Trapbarnia, van a colaborar con Cecilio G en un vídeo y quieren crear incluso una criptomoneda, el trapcoin.

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Hablamos con ellos sobre capitalismo, eurocracia y trap.


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VICE: ¿Cómo os convertís en meme, cómo os dáis cuenta de que las cuentas de edit os idolatran?
Silvia Charro: Después del vídeo nos contacta un representante, que nos dice que si llegamos a sacarlo una semana antes, sin la Navidad de por medio, damos las campanadas. Era una locura, y en seguida nos llamaron de El Hormiguero. Era un contexto en el que no pensábamos que encajáramos, pero bueno. Se trataba de un programa sobre parejas que desempeñaban la misma profesión, así que accedimos. Después de grabarlo y de anunciarlo en nuestras RRSS, no salió.

Todo el mundo empezó a atacarnos por mensajes directos, a decirnos que éramos unos mentirosos, que veían el programa por primera vez en la vida por nosotros y les habíamos engañado… Me puse a llorar, aquello me afectó mucho, así que me grabé contando lo mal que me había hecho sentir. Ahí fuimos conscientes del fenómeno fan. Hasta entonces, el 90% de la gente nos criticaba, pero ahí sentimos el apoyo. Y entonces empezamos a ver que tenemos un séquito de seguidores que están promoviendo el trap. De repente empezamos a quedar con gente que es pro Silvia Charro y pro Simón y que viene de ahí.

"Nosotros llevamos toda la vida escuchando remixes del Haze con el bass acelerado"- Simón Pérez

¿Sabíais lo que era el trap antes de ese momento?
Simón: No. No sabíamos lo que era el trap hace tres meses. Nosotros somos de otra generación, sabíamos lo que significaba el término pero no lo asociábamos a lo que era musicalmente, aunque siempre hemos sido bastante trap. Nosotros llevamos toda la vida escuchando remixes del Haze con el bass acelerado. En el coche llevamos un bombo ultra bass, y nos encanta. Escuchamos rap como escuchamos DJ Khaled. Silvia tiende más al techno yo más al flamenco, pero hace años nosotros escuchábamos Violadores del verso, SFDK…

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¿Pero cuál es el momento exacto en el que os enteráis de qué va la cosa? ¿Hay un detonante, alguien que os explicara el término, una primera canción…?
Simón: Ahora viene el punto mágico del asunto. Un chaval me envía un tema de trap para que lo comente, para que le haga promo. Le pedí 20 pavos, nosotros hacemos vídeos a demanda por 200 euros, y hay gente que me ha llegado a pagar mil, y eso le dije. Me respondió que él estaba empezando y que trabajaba en el Carrefour, tenía espina bífida y estaba de baja. Solo tenía 600 seguidores, así que me dio pena. Era un remix de Yung Beef, que yo tampoco sabía quien era en ese momento. Le hice promo, le hice un vídeo comentando el tema, diciendo que molaba, y recibimos 20 temas de trap de repente.

Silvia: Sí, así fue. Y todo muy rápido, de repente. Este domingo (ayer) hacemos un vídeo con Cecilio G. Son gente que queda con nosotros y es de puta madre.

Simón: Esta peña nos ama a full.

Esta semana estuvisteis con Los Zafiros. Supongo que contribuiréis a desterrar la imagen que quizá tengan de la gente de negocios, de los economistas y el sector financiero, y que ellos harán lo mismo con la imagen que vosotros tenéis del trap…
Silvia: Exacto. Nosotros un poco venimos a decirle que en la vida todo se puede conseguir, que es un mensaje que al final vale para cualquier sector, para cualquier persona.

Simón: Claro. Nosotros íbamos a venir a vivir a Madrid hace tres años y yo le decía a Silvia "¿qué quieres ser? ¿Quieres vender arte? Te monto una galería". La movida es visibilizar dónde quieres llegar, ponerte dos pasos por encima de la marcha que eres capaz de aguantar, y desarrollarte para llegar hasta ese punto.

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"Yo he tenido nóminas de 5.000 euros y hace dos semanas casi me toca dormir en un cajero" – Simón

Silvia: Lo que tratamos de decirles es que curren. Que estudien, que trabajen… que se marquen una profesión, una meta, y la persigan. Que no piensen que porque se graben con un distorsionador de voz y una máquina que les haga entonar van a forrarse. No funciona así. Tendrán que hacer giras, hacer conciertos… currar, en definitiva.

¿Queréis fomentar entonces la meritocracia en el trap, el liberalismo en la industria?
Simón: Correcto. La meritocracia, el arribismo social… La idea de que, como nosotros, se puede estar muy abajo, subir hasta muy arriba… y volver a estar muy abajo. Yo he tenido nóminas de 5.000 euros y hace dos semanas casi me toca dormir en un cajero.

Silvia: Pero igualmente, yo hace cuatro años estaba trabajando de camarera y ahora me para la gente por la calle.

"Queremos fomentar la meritocracia, el arribismo social en el trap y la idea de que con trabajo todo se puede conseguir" –Simón

¿Os sentís entonces identificados con la peña del trap? Con chavales que suben en el escalafón social, viniendo en muchas ocasiones de la clase obrera
Silvia: Yo mucho. Me di cuenta al conocer a Simón de que podía hacer lo que quisiera, de que podía conseguir mis metas. Pensaba "algún día iré a la universidad, algún día tendré mucho dinero…" Ahora me para la gente por la calle, lo que te decía. Pero me paran porque me expuse, porque yo quería vender mi empresa, porque hicimos aquel vídeo.

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Vosotros sois férreos defensores del liberalismo. Ideológicamente, ¿cómo veis ese movimiento, el trap?
Silvia: Vemos que no tienen una ideología definida.

Simón: Nos da la sensación de que el contenido está todo muy maqueado. Como decían en la época de los punkis de postal, son muy trap, eso nos queda claro. La carcasa está muy bien definida, y está muy bien que lo esté, pero le falta algo detrás, le falta fondo y creemos que nosotros podemos sumarle fondo.

Silvia: En cuanto hablas con ellos te das cuenta de que al final viven de acuerdo a una ideología pero que no se reconocen en ella, lo hacen sin saberlo. Saben y piensan que la competencia es buena, que persiguen el dinero, dicen que el paro a la mierda, que los impuestos a la mierda… Incluso hasta cuando los ves comer, ves que lo hacen como abarcando todo, como para ser los primeros.

Simón: Lo saben pero no saben las palabras. Nosotros les queremos enseñar el camino que hay que seguir. Yo tuve un grupo punk super radical, en el que reflejaba mis ideas. Tenía letras que decían "ojo por ojo, diente por diente, a los de Jarrai patada en los dientes, ojo por ojo diente por diente a los de la ETA pena de muerte". Me echaban de las salas okupas, me querían apalear. Yo iba con americana a cantar, le caía mal a los punkis y a los no punkis.

"Hablando con jóvenes que hacen trap nos hemos dado cuenta de que al final viven de acuerdo a una ideología, al capitalismo, pero que no se reconocen en él" – Silvia Charro

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Muchas veces se ha equiparado el trap con el punk…
Simón: Claro. Mis colegas de entonces, del punk, todos se dedican a la música. Son profesionales del sector, y cuando les digo que tengo a un montón de chicos enviándome temas, flipan.

Silvia: Cuando le decimos que nos ha llamado Cecilio G alucinan. Nos dicen que es un ídolo. El trap es universal. Hasta la gente que puede parecer más estirada lleva dentro un poquito de trap.

Simón: Se me ha puesto la piel de gallina con lo que dice Silvia. Es totalmente cierto. Ayer estábamos con el Cuban, de los Zafiros, y me daba cuenta. Él habla de capitalismo sin mencionar el término. Habla de ostentación, de endeudarse, de vivir a tope, de bienes materiales… al final nuestro mundo y el suyo encajan.

Pero hay quien sí que es consciente de que con su música está exaltando el capitalismo, como C. Tangana… habla de que consumir es votar, de que comprar, elegir qué compras es participar en el gobierno que realmente nos rige, el del mercado.
Simón: Claro, C. Tangana habla de la eurocracia. Hoy en día votan los euros, así que el que tiene más euros vota más que tú. Y él lo sabe.


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Decía Ernesto Castro que el trap es la música de la crisis, pero no es la música que le gustaría a la izquierda. ¿Creéis que es así?
Silvia: Tampoco es la música que le gustaría a la derecha.

Simón: Yo estoy completamente de acuerdo. El trap, estos chavales que hablan de ostentar, de hacer dinero, responden a un momento social: después de la depresión económica toca consumir, toca gastar. Yo soy el primero que dice que el sistema dentro de 30 años habrá petado por todos lado, por mí el primero y por todos mis compañeros, pero hasta entonces no vale estar lamentándose todo el rato como los "quince emeros".

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"El trap, su mensaje, es producto de la crisis. Después de la depresión económica toca consumir, toca ostentar" – Simón

Queriendo darle ese respaldo ideológico, esas ideas de las que decís que carece el trap os convertís en líderes de opinión y referentes del liberalismo para muchos chavales. ¿No sentís presión?
Simón: Claro, mucha. Hay momentos en los que piensas que se te va a ir de las manos, es muy fácil que ocurra. Yo ayer casi me pongo a llorar al ver la de mensajes que teníamos, tenemos un chat con nuestro ejército de Tabarnia y recibimos muchísimos, y a veces esa repercusión da miedo.

Contadme qué es eso de Trapbarnia que hemos visto por redes. ¿Es un proyecto vuestro?
Simón: Sí, estamos montando una discográfica. Queremos dar soporte a todos esos chavales que nos lo piden, al final nos han metido en esta movida y nos sentimos muy a gusto.

Silvia: También estamos con un proyecto de critpomoneda, el trapcoin.

¿Se puede decir que vuestro objetivo está siendo el de hermanar, si es que no lo estaba ya lo suficiente, capitalismo y trap?
Simón: Exactamente.

Silvia: También lanzar ese mensaje de que todo se puede conseguir si te lo curras.

Tenéis un lado muy materialista, os dedicáis a las finanzas, pero también sois una cara muy romántica, ¿no? Os oí decir en un vídeo que el tiempo y el amor era lo único que no podía comprarse.
Silvia: Exactamente, hasta las personas o las ideas. Dale a un comunista 100.000 euros, verás que pronto deja de serlo. Pero sí que valoramos mucho el amor.

Simón: Al final, lo material queda en un segundo plano si tienes amor. Nuestra familia, que no se ha tomado muy bien lo que ha ocurrido últimamente (a raíz del vídeo) ni que estemos en un casting para un reality show (quizá vayamos a Supervivientes), no quería que durmiéramos juntos en sus casas. Y nos fuimos a dormir al coche, preferimos estar juntos y en peores condiciones que al revés.