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Salud

Qué tan malo es mezclar alcohol con analgésicos

Una mirada de cerca a la etiqueta del Tylenol que te advierte de un “daño severo al hígado”.

Este texto fue publicado originalmente en Tonic, nuestra plataforma dedicada a la salud.

La situación: es un sábado por la mañana y tu amiga se levanta con un dolor de cabeza insoportable. Su desayuno casual con suero no se lo va a quitar, necesita ayuda a nivel farmacéuticos. Encuentra unos analgésicos que no necesitan receta y se echa tres, omitiendo las advertencias en negritas que dicen que sólo te puedes tomar dos y que no lo consumas si tomaste más de tres bebidas. Hace las cuentas y ayer se tomó, si en efecto, tres bebidas pero multiplicadas por tres; así que está convencida de que en cualquier momento podría estar poniendo su nombre en una lista de trasplante de hígado, gracias a la cantidad de pastillas que se tomó y también porque claramente todavía tiene alcohol en su sistema.

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¿Corre el riesgo de morir por tomar esa dosis? Vamos a explicar un riesgo a la vez. Hay tres posibles analgésicos que tu amiga se tomaría: acetaminofén (Tylenol), aspirina (Bayer) o ibuprofeno (Advil). No importa cuál se haya tomado, en lo primero que la cagó fue en haberse tomado más de la dosis recomendada que usualmente es de no más de tres pastillas.

El acetaminofén es el más peligroso, entonces empecemos por ahí. Una pastilla de Tylenol de fuerza regular tiene 325 mg de acetaminofén, el ingrediente activo, que también lo encuentras en productos como el Excedrin y el Alka Seltzer. Normalmente se recomiendan dos Tylenol a la vez, pero tu amiga se echó tres, lo que suma 975 mg. Ahora estás preocupada porque todo el mundo siempre dice que tomar demasiado acetaminofén puede causar daño hepático grave, lo que podría provocar una insuficiencia hepática.


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La idea de que el acetaminofén pone en riesgo al hígado se remonta a los resultados de un estudio de 2002 publicado en el Annals of Internal Medicine, en ese estudio se encontró que la sobredosis de acetaminofén fue la causa principal de insuficiencia hepática aguda en EE.UU. Después de darle seguimiento a 308 pacientes que tenían más de 41 meses en 17 centros de atención del hígado, los investigadores determinaron que el 39 por ciento de los casos de insuficiencia hepática aguda estaban relacionados con el paracetamol. En ese momento esto fue un gran problema, porque fue hasta entonces, que los estudios sugirieron que el culpable principal era la hepatitis viral (que puede ser causada por alimentos contaminados o contacto con sangre infectada).

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"Un pequeño porcentaje de acetaminofén se metaboliza en una sustancia llamada NAPQI que, si te tomas la dosis recomendada, un compuesto llamado glutatión lo desintoxica y lo sacas a través de la orina", explica Harmut Jaeschke, un investigador de acetaminofén en el Centro Médico de la Universidad de Kansas. "Pero si tomas demasiado y terminas con un excedente de NAPQI, o no tienes suficiente glutatión (que pasa cuando estás desnutrido) la NAPQI se une a las células del hígado y las mata. Y si se mueren suficientes células, puede provocar una lesión hepática grave".

Pero todavía no entres en pánico. Al ver más de cerca los detalles de los resultados revelan que la mayoría de los casos de fallas hepáticas agudas relacionadas con el acetaminofén se debieron a una sobredosis bastante grande: la cantidad promedio fue de 13.000 mg, lo que sería equivalente a echarte 40 pastillas de 325 mg. Es demasiado teniendo en cuenta que la FDA recomienda no tomar más de 4.000 mg por día (más o menos 12 pastillas regulares).


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Entonces, por mucho que creas que tu amiga necesita un buen susto, para eso son las amigas, ¿no?, para corregir sus hábitos imprudentes, en realidad es poco probable que le pase algo malo si se tomó 975 mg en lugar de 650.

"La conclusión es no tomar más de 1.000 mg a la vez", dice Ed Krenzelok, ex director del Centro de Toxicología de Pittsburgh y del Centro de Información de Medicamentos en el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh. "Nunca he visto que esa cantidad sea un problema para una persona común, no importa si estás crudo o no." Jaeschke está de acuerdo: "Si te apegas a los intervalos recomendados de cada cuatro a seis horas, tus niveles de glutatión se pueden recuperar en tan sólo unas horas", dice.

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Las otras dos opciones, el ibuprofeno y la aspirina, son a la vez AINE o medicamentos antiinflamatorios no esteroides. No se metabolizan de la misma manera que el acetaminofén, lo que significa que no producirán ese producto de degradación potencialmente tóxico del hígado, pero aún así tienen sus propios inconvenientes. Los AINE bloquean la formación de prostaglandinas (hormonas que aumentan el dolor y la hinchazón) para poder funcionar. Pero estas hormonas también ayudan a proteger el revestimiento de tu estómago, entonces al bloquearlas también puede provocar que seas vulnerable a problemas gastrointestinales como malestar estomacal o incluso úlceras. Y para algunas personas, incluso una dosis recomendada de AINE les puede irritar el tracto gastrointestinal, así que tomar más de eso puede llevar a una irritación mayor y al dolor intenso, dice Krenzelok. Cuando estás crudo, lo último que necesitas son más razones para sentir náuseas.

Y ¿qué pasa cuando mezclas medicinas con alcohol? Después de todo, tu amiga se tomó esas pastillas, y definitivamente superó el "máximo de tres bebidas". Si lees cualquier frasco de acetaminofén aparece esta advertencia memorable: "Se puede producir daño severo al hígado si toma tres o más bebidas alcohólicas al día mientras usa este producto". El ibuprofeno y la aspirina traen una advertencia similar, excepto que esas dicen que te puede ocasionar un sangrado estomacal. Ninguna de esas dos opciones suena divertida.

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Antes de convencer a tu amiga de que empiece a llenar su testamento lee esto: resulta que no ha habido mucho consenso en la comunidad científica acerca de qué tan malo es que tomes acetaminofén, ibuprofeno o aspirina, cuando estás bebiendo, y los investigadores todavía están tratando de averiguar cuanto debes tomar para que te empiece a causar problemas.

"Si en una noche bebes mucho y luego te tomas una dosis terapéutica de acetaminofén, como 1,000 mg a la vez, es poco probable que te provoque algún daño hepático", dice Richard Dart, director del Centro de Medicamentos y Toxicología de Rocky Mountain. "Eso se debe a que el alcohol y el acetaminofén compiten para ser metabolizados por las mismas enzimas, así que producirás menos NAPQI".

Algunos expertos piensan que en general las personas que beben con moderación o toman paracetamol después de la borrachera ocasionalmente podrían tener más libertad de tomar medicamentos a diferencia de aquellos que son considerados como alcohólicos crónicos (beber más de dos tragos al día si eres mujer y tres si eres hombre, todos los días). "Un alcohólico crónico que obtiene la mayoría de sus calorías del alcohol y no está bien alimentado tendrá niveles más bajos de glutatión y más enzimas que procesan el acetaminofén, y por lo tanto producen más NAPQI, lo cual los hace más susceptibles a una sobredosis de acetaminofén", dice Jaeschke. Esto significa que sólo un poco más de 4.000 mg de paracetamol podría ser perjudicial para esas personas.

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La relación entre el consumo de alcohol y los AINE no se ha investigado mucho, pero con la  tendencia que tiene de afectar el estómago, no son recomendados mientras bebes alcohol. "Beber, y especialmente beber mucho, puede causar irritación en el estómago, y esto puede empeorar por tomar aspirinas o ibuprofeno, ya que también son irritantes gástricos", explica Jaeschke. En individuos sanos, beber moderadamente con dosis terapéuticas de acetaminofén o AINES puede ser aceptable, pero si eres propenso a tener problemas del estomago, probablemente es mejor quedarte con el acetaminofén. Y si ya tienes problemas más severos como úlceras o gastritis, yo que tú evitaría el ibuprofeno y la aspirina por completo".


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Entonces, esto es lo que debes saber: Si tu amiga no es una bebedora crónica, no está desnutrida o con sobrepeso, y no se pasa de la dosis recomendada de estos medicamentos, probablemente está bien que se tome dos o tres pastillas para la cruda. Lo que le preocupa a los expertos es que "debido a que el acetaminofén no requiere receta médica y está disponible en muchos productos, la gente se podría estar excediendo sin siquiera saberlo", dice Nikolaos T. Pyrsopoulos, director de gastroenterología y hepatología y director médico de trasplante de hígado en Rutgers. Por lo tanto, si a tu amiga se le está haciendo costumbre su tratamiento para la cruda y no presta atención a la dosis, la cosa se puede poner fea. Todos los expertos entrevistados subrayaron la importancia de leer la etiqueta cada vez que consumas un producto.

Según la FDA, "los productos que contienen acetaminofén que tienen 325 mg deben administrarse en una dosis de 325-650 mg cada 4 horas mientras persistan los síntomas, y no exceder los 3.900 mg en 24 horas durante no más de 10 días. Los productos que contienen 500 mg deben seguir el régimen de dosificación para adultos que es de hasta 1.000 mg, sin superar los 4.000 mg en 24 horas". Pyrsopoulos dice que tienes que tener más precaución si eres un bebedor compulsivo frecuente, y debes tomar incluso menos de 4000 mg por día para la cruda. Debido a que el alcohol irrita de por sí el tracto gastrointestinal, los expertos no recomiendan usar AINES como el ibuprofeno o la aspirina cuando consumes alcohol.

Conclusión, tomar una dosis más grande de cualquier cosa no necesariamente te va a ayudar con el dolor. "Creas resistencia a la eficacia del medicamento", dice Krenzelok. "Más allá de eso, los analgésicos no son el mejor tratamiento para el dolor de cabeza."