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Festival Gabriel García Marquez de Periodismo

"Peña Nieto es un presidente tonto": una mañana con Martín Caparrós

"Nunca pensé ser periodista: sucedió".

Ilustración por Julio Derbez.

Martín Caparrós dice que los mexicanos estamos gobernados por un tonto, pero no somos los únicos latinoamericanos presididos por alguien a quien le cuadra ese adjetivo, me comenta una mañana de agosto mientras conversamos en un edificio de Polanco, una de las zonas con mayor poder adquisitivo de la capital mexicana.

Mientras el presidente mexicano recibe a Donald Trump en la Ciudad de México, nosotros platicamos sobre política, periodismo y futbol. El autor de El Hambre, nacido en Buenos Aires, Argentina, en 1957, está en el país para presentar su Greatest Hits: un nuevo libro llamado Lacrónica —así, sin espacio—, una pieza de 535 páginas en la que rescata algunas de sus historias a lo largo de décadas de trabajo textual.

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En Lacrónica, Caparrós presenta y explica trabajos realizados en Bolivia a principios de los 90, cuando la hoja de coca que emergía de esa región atrapaba la atención de los agentes de la DEA, los titulares de la prensa internacional y la atención de miles de adictos en el mundo, casi como hoy en día.

También narra el sentir de los habitantes de Belgrado cuando caían bombas sobre su ciudad en 1999, la vida de los indígenas homosexuales mexicanos, entre otras historias.

"Nunca pensé ser periodista: sucedió", dice la primera línea de la nueva obra de este autor que ha traducido a clásicos como Voltaire, Shakespeare y Quevedo, y que ha ganado premios como el Rey de España, el Planeta, y el Herralde de novela, además de obtener la beca Guggenheim, otorgada a profesionales avanzados en varias disciplinas.

Caparrós, además forma parte de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano Gabriel García Márquez (FNPI) y sus libros se han publicado en cerca de 30 países.

El hombre calvo de bigote tupido que no pensaba ser periodista, es hoy, sin duda, una autoridad en la literatura iberoamericana.

Mientras tenemos esta platica, tiene una semana que el equipo de investigación de Carmen Aristegui descubrió que el presidente Enrique Peña Nieto plagió buena parte de su tesis de licenciatura. El tema está fresco, por ello le pregunto a Caparrós su opinión.

Qué piensa sobre el plagio un hombre que ha escrito cientos de crónicas durante décadas. Que ha conocido lugares en todo el mundo y los ha fotografiado con palabras plasmadas en textos. Que escribe todos los días sobre lo que ve, siente y vive. Que pareciera que la literatura es inherente a él.

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"Nos gobiernan los tontos. El presidente de México forma parte de una legión de presidentes latinoamericanos tontos. Si todos los días te jode la vida alguien astuto tiene su justificación, pero que te joda un bobo es grave. ¿Quiénes somos si nos dejamos gobernar por unos bobos?", me dice el reconocido periodista.

VICE: ¿Te sorprendió que un mandatario fuera capaz de recurrir a ese tipo de trampas cuando era estudiante?
Martín Caparrós: Claro, me impresionó el plagio, pero también la poca reacción que hubo al respecto. Hay bastantes presidentes que no son inteligentes en América Latina. Cada quien decide que tanto lo es el mandatario que lo gobierna, pero la principal característica es que son poco inteligentes.

¿Hacer trampa es un síntoma latinoamericano?
No podría saberlo. Pero me sorprende bastante la ineptitud política. Por el contrario, nosotros pensamos que existen "inteligencias oscuras" que organizan las cosas. Preferimos pensar eso porque nos aterra el nivel de ineptitud de las personas que nos gobiernan.

En 1997 te adentraste en el mundo de la prostitución infantil asiática. ¿Es el trabajo más grotesco que has hecho?
Es el que más me jodió. Para contar la historia tuve que pasarme unos días con señores "muy educados" que pagan por cogerse a nenas y nenes de seis o siete años. Eso fue bastante repugnante, he estado en guerras y situaciones difíciles pero nunca nada me había incomodado tanto como eso.

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¿Tienes alguna metodología para trabajar?
Todo lo voy escribiendo sobre la marcha. Lo voy registrando en notas escritas o de voz porque así tengo más fresco y presente lo que voy mirando y eso le da más riqueza al texto. Después, con calma, hago la edición.

¿Qué piensas del Martín Caparrós de hace dos o tres décadas?
Me hace gracia ver los esfuerzos que hacía para intentar mostrar que escribirá bien. Trataba de que se notara que sabía escribir, adornaba más las historias que ahora. Mi estilo, si es que existe, se fue depurando, se fue haciendo más esencial. Ahora se me hace simpático ese muchacho que hace años hacia tanto esfuerzo porque se notara que sabía escribir.

¿Consideras que grandes investigaciones periodísticas como los Panama Papers o la Casa Blanca podrían haber tenido mayor impacto si se hubieran escrito con un estilo más narrativo?
Uno de los grandes problemas de la prensa actual es que piensa demasiado en términos de impacto, de cuántos lectores vamos a tener o cuántos personajes del poder vamos a incluir, o si nos vamos a cargar a alguno. Se deben hacer las cosas basándonos mucho más en lo que uno considera que vale la pena hacer y no en el resultado que se va a tener.

No sé si las grandes investigaciones periodísticas tuvieran más impacto si se cuentan de una mejor manera, pero probablemente serían mejores

¿Cómo puede sobrevivir el periodismo en un mundo donde se presenta la información en 140 caracteres?
El periodismo es averiguar cosas que valen la pena ser contadas, pensar sobre esas cosas y escribirlas de la mejor manera posible y nada de eso sucede en 140 caracteres. El periodismo es una alternativa a la información banal. Si los editores de ciertos medios resignan su voluntad de hacer periodismo para conseguir más clicks y para ello ponen listas de rubias o amoríos de futbolistas es su problema, y quizá es un buen negocio, pero que no vengan a contar que es periodismo, es otra cosa, que puede ser legitima, están entreteniendo, están consiguiendo dinero, pero el periodismo es algo totalmente distinto.

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¿Se debe pensar en el lector siempre que se escribe, o por el contrario debemos de redactar lo que nos parezca bien sin tener esa especie de "editor invisible"?
Muchas veces se usa al lector para justificar las propias limitaciones. Un escritor o un periodista a veces piensa que debe hacer todo muy simple porque la gente no lo entenderá y escribe textos cortos porque consideran que nadie los leerá hasta el final. Hay que trabajar como si el lector fuera la persona mas inteligente del mundo, pelear contra esas limitaciones, no usar al publico como excusa.

¿Tienes algún periodista mexicano favorito? ¿A quién te gusta leer?
No conozco suficiente el periodismo mexicano para contestar eso. Conozco a algunos como Diego Enrique Osorno y Alejandro Almazán, pero seguro hay otros que no he leído que son bastante buenos.

¿Qué te dice que México sea un país tan violento para la prensa como lo son Siria e Iraq?
Es tremendo lo que pasa. El país ha tenido un cambio radical en los últimos 25 años. Me impresiona que un lugar que conocí hace cuatro décadas haya cambiado tanto. Cuando llegue a México por primera vez, era un país donde las cosas funcionaban, tenía sus problemas pero era relativamente tranquilo, servía incluso como una especie de modelo, en donde el Estado favorecía la educación, la salud, y además era amigable con los refugiados que llegaban huyendo de las dictaduras del Cono Sur. Muchos amigos míos llegaron a México, Ahora es un desastre.

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Antes, cuando las cosas iban mal en algún lugar, se decía que se estaba colombianizando, ahora se dice que se está mexicanizando. La situación de violencia no es exclusiva de la prensa, es un símbolo de la degradación del país.

Martín, has vivido en Madrid, Nueva York y Barcelona, y has estado en prácticamente todo el mundo, ¿extrañas algo de tu ciudad natal?
A veces la comida, no hay cortes de carne que me gusten tanto como los de Buenos Aires. Pero quizá lo que más extraño es esa sensación de subir las escaleras de La Bombonera antes de que comience algún partido de Boca Juniors. Me fascina sentir esa emoción que precede a ver un estadio lleno con los colores del club y los hinchas cantando de manera eufórica.

¿Cómo percibes el periodismo del futuro?
En constante cambio, como ha estado siempre. Muy dinámico y adaptado a nuevas herramientas. El 90 por ciento de lo que leo lo hago a través de una pantalla y ahora me imagino cómo sería algún trabajo periodístico presentado con música, video y texto, al mismo tiempo. Sería genial adaptar otros formatos para una mejor experiencia para el público.

Es casi medio día. La gente de comunicación de editorial Planeta avisa que se ha acabado la entrevista. Una firma en la primera hoja del libro y un apretón de manos cierran la conversación con uno de los periodistas más célebres de América Latina.

Martín Caparrós conversará con Alexandra Lucas Coelho, Samuel Aranda y Ginna Morelo este primero de octubre en el coloquio Periodismo contra el público, en el Jardín Botánico Salón Restrepo, en Medellín, Colombia, como parte del Festival Gabriel García Márquez de Periodismo.

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