Si bien Eric Kenney estudió diseño gráfico en el Art Institute de Filadelfia, su educación le enseñó a cambiar su campo de estudio elegido anteriormente por la libertad creativa que implica ser ilustrador. Hoy en día, el nativo pensilvano hace impresiones en camisetas, banderas y papel con un método de dos tonos que usualmente llevan una rara imagen offset con textos provocativos – casi siempre con un sencillo mensaje que se esconde a simple vista.
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De algún modo, el enfoque artístico de Kenney evoca el del grabador e ilustrador mexicano José Guadalupe Posada, que trabajó a finales del siglo 19 para crear obras cargadas políticamente con una estética innovadora que reflejaron y dirigieron los avances de la revolución industrial. Las obras de los dos artistas son técnicamente animaciones, muchas veces con temas de muerte y que critican el status quo a través del uso de la sátira. Estadísticamente, Posada y Kenney también se parecen, una comparación que a Kenney no le parece tanto: “Siempre me atraen los artistas que pueden hacer una obra poderosa con un sólo color”, comenta Kenney a The Creators Project. “Si no puedo pasar el mensaje sólo con uno, entonces algo estoy haciendo mal”.
Atlantic City Flag
Kenney acepta que el arte originalmente se volvió un instrumento para la critica social por su accesibilidad y atracción hacia un amplio grupo de personas, algo que sólo ha ganado fuerza con el paso del tiempo. “Es esencialmente un arma, y cuando se usa correctamente, puede tener resultados bastante devastadores”, dice. “Creo que fue usado como una herramienta principalmente por que era fácil compartirlo. Puedes transmitir una idea muy compleja con una simple imagen”.
Same Song Different Day
Aun así, el punto de vista sociopolítico en el “artmaking” ha padecido cambios sin precedentes con los nuevos medios, con artistas que comparten su trabajo a una escala como nunca antes. “Es algo bueno y malo, ya que hay definitivamente muchas cosas terribles que sofocan los medios”, agrega Kenney. Aunque, sin tomar en cuenta la calidad, él cree que los problemas siguen siendo relativamente los mismos, y eso es lo que importa. “Todavía hay obras que siguen transmitiendo antiguas ideas de muerte, amor, opresión, política, guerra, sexo, drogas y música”, explica agregando que también ha notado un reciente incremento de obras que combinan imágenes con texto. “Usualmente sólo son de una línea; a veces parecen poesía y eso me gusta.”
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Let's Go Somewhere Else
El arte de Kenney está profundamente lleno de temas sobre mortalidad, sexualidad, aislamiento, transgresión y la pérdida de inocencia – todo basado en sus propias experiencias de vida y trabajo en Filadelfia. A veces su arte aborda asuntos personales como relaciones, pero normalmente trata sobre la crisis existencial humana en la fase de la muerte, a la que Kenney presenta de en una absurda, casi surreal manera señalando la banalidad del sufrimiento. “Me gusta tomar cosas macabras y ponerles algo divertido”, relata. “También soy totalmente culpable por usarlo como una manera de atacar las ideas de otras personas con las que no estoy de acuerdo.”
Please Leave Me Alone Flag
Kenney cree que los problemas políticos y sociales continuarán inspirando y denunciando tanto a los artistas como a las audiencias. “Pienso que siempre será importante, por que creo que necesitamos cosas como sátira y humor negro para mantenernos sanos – especialmente en estos tiempos de locura”.
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