VICE presenta: El número para creer o no creer

Finalizando el mes de octubre les presentamos nuestro quinto número impreso del año: una edición con cojones, repleta de historias aguerridas que buscamos en el interior de este país, en su historia, en sus noticias olvidadas, en las experiencias de vida de nuestros reporteros. No fue fácil. De verdad que, esta vez, la parimos desde las entrañas. Con dolor. Pero acá está. No pasen de largo cuando la vean: devórenla con ganas, que la hicimos con ganas.

Nos fuimos a los Llanos del Yarí, en San Vicente del Caguán, sin más armas en la mano que unas libretas de apuntes, cámaras y trípodes, y usando como protección los carnés de prensa que llevábamos con nosotros. Allá nos metimos siete días seguidos en las filas de las Farc para conocer sus costumbres y lo que piensan del proceso de paz que el Gobierno nacional negocia con su cúpula guerrillera a miles de kilómetros de distancia.

A nuestras vidas llegó de repente don Justo Velásquez, un fotógrafo de crónica roja bien curtido, que tenía guardadas en su casa unas fotos inéditas de la tragedia de Armero, sucedida hace 30 años, el 13 de noviembre de 1985. Las desempolvó con la intención de que salieran en VICE por la conmemoración de esa fecha oscura. Y acá las pusimos.

Viajamos al Carmen de Bolívar para entender cómo estaban las niñas de ese municipio, quienes se quejaron de síntomas extraños después de que les aplicaran masivamente la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano. Pasado el escándalo mediático, quisimos conocerlas, saber qué sentían.

Un rasta colombiano nos contó, de manera detallada y con humor fino, cómo fue su experiencia a cargo de la cuenta en Twitter de Ricardo Arjona, el poeta guatemalteco más cuestionable de la historia que es, al mismo tiempo, un cantante apreciado por las cuarentonas.

Encontramos en Facebook un perfil anónimo que documenta las actividades ilegales y el crimen organizado que cometen los carteles de la droga (o quienes tienen relación con ellos) en la violenta región de Tamaulipas, México. Pues chateamos con él largamente para que nos contara de lo que ha vivido.

Finalmente, aunque con el mismo sabor, un diseñador editorial nos escribió su paso por una clínica de rehabilitación para personas con problemas alimenticios: de La Hortúa, en Bogotá, a la visceral industria de la moda en Nueva York, que lo adelgazó, a punta de bolas de algodón remojadas en jugos de frutas, hasta ser el remedo de un ser humano al que no le cabía nada de comida en el estómago. Su estadía en Arkansas es el clímax de la historia.

Si no se cruzan la revista por el camino, aquí les damos pista de algunos (sólo algunos) sitios donde la podrán encontrar:

Bogotá

Cine Tonalá
La Madriguera del Conejo
Hotel W
Brot
Tienda DC (CC. Atlantis Plaza)
Little Indian
Nicks
La Fama
Salvo Patria
Teatro Odeón

Bucaramanga

Alicia Wonderland
Café 200
La Crepería
Vintrash
El Garaje

Cali

El Faro
Macondo
Museo de Arte la Tertulia
Roset
Antoninas
Bellas Artes
Hotel Now

Cartagena Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano
Demente Bar
Pizzeria Verona
La Paletteria

Medellín

Vintrash
Blendshop
Calle 9+1 Bar
El Guapo Bar
Naan